Changing Attitudes [BOOK 2; Drugs & Troubles]

Capitulo 13.-"Tus deseos son ordenes"

Capitulo 13.-"Tus deseos son órdenes"

NOTA AL FINAL, LEANLA PORFI.

Todo parecía tomar un rumbo positivo en nuestras vidas. De camino a casa, Justin y yo fuimos sentados en la parte trasera del Mustang de Ryan. Nuestras manos estaban entrelazadas pero ninguno soltaba palabras.
Mi cabeza estaba apoyada en su hombro, mientras observaba como la noche comenzaba a cegar las calles de Los Ángeles. Cerré mis párpados y una lágrima involuntaria rodó por mi mejilla. Llevé mi mano libre a mi mejilla húmeda y la sequé lo más rápido que pude. Pero mis reflejos me fallaron. Justin giro su torso y me miró directo a los ojos. Presionó sus dedos en mis mejillas, y me besó en la frente, la nariz, y por último deposito un beso en mis labios. Volvió a su posición y yo a la mía.

El sonido de la gravilla bajo los neumáticos alerto mis sentidos. Me puse recta y miré por la ventanilla del Mustang. Ya estábamos en casa.
Abrí la puerta antes de darle un apretón de manos a Justin. En el porche estaban Paul y Richard. Al bajarme del Mustang ambos bajaron las escaleras y se dirigieron a la puerta abierta del auto. Ryan se encaminó a la maletera y sacó la silla de ruedas.
Justin debería usarla hasta que lograra recuperar la total movilidad de sus piernas. Tome la silla entre mis manos pero Ryan fue mas rápido y se apodero de ella entrando a casa.

-Se le echaba de menos, jefe.-Paul sostenía por la derecha a Justin mientras Richard sacaba los bolsos desde la maletera. Justin simplemente le dio una sonrisa de lado y asintió. Me puse a la izquierda de mi hombre y lo rodee con mi brazo para ayudarlo a él y a Paul a llegar a casa. Una vez dentro Ryan apareció desde una de las habitaciones del primer piso.

-Alicia a preparado la habitación para ustedes aquí abajo. Ya saben...hasta que...hasta que puedas...-Titubeo un Ryan no muy seguro de si mismo.

-Hasta que se recupere.-Terminé su oración y le sonreí.

-Quiero ir a...la habitación, Paul.-Miré algo extrañada a Justin pero no dije nada. Paul obedeció y comenzó a llevarlo a la habitación. Justin podía mantener su peso, pero no podía hace que sus músculos respondiesen aún.

Fui a la cocina, saque un vaso de un mueble superior y lo llene de agua. Lo bebí de un trago y suspiré.

-Va a estar bien.

Me sobresalté y me giré a la puerta de la cocina.

-Es cosa de tiempo. Estaré arriba en mi habitación por si me necesitas. No dudes en despertarme.-Le sonreí a Ryan antes de que este se girara y se fuese por donde había venido. Deje el vaso en el mesón y a paso lento me adentre al salón. Paul salió de nuestra momentánea habitación y se sentó en el sofá.

-Quiere hablar contigo, ___.-Tomó el mando de la televisión y la encendió. Asentí para mi misma y me dirigí a la habitación donde un Justin cansado esperaba por mí. Golpeteé con mis nudillos la puerta color caoba frente a mí. La abrí y el silencio me abrumó. Justin estaba sentado en el borde de la cama con sus piernas estiradas, y su mirada fija en el piso. Sus manos estaban a sus costados, apretando el cobertor color gris que cubría el colchón.

-Cariño...

Sus ojos se encontraron con los míos y una sonrisa triste asomó en sus labios. Palmeó el colchón invitándome a tomar asiento junto a él. Di pequeños pasos hasta llegar a su lado. Me senté y el silencio volvió a estar presente. Su brazo rodeó mis hombros apegándome a él. Acto al cual no me negué. Acepté su tacto sin condición. Sin inseguridad.

-¿Me...desvistes?-Su aliento rozó mi mejilla acalorada y mi respiración se hizo irregular. Me sentía como si nunca hubiese estado con él. Como si fuese a hacer algo mal y él se fuese a reír de mi error.