Capitulo 18.-"¿Dónde dormiste?"
Al despertar, por inercia, mi mano izquierda busca sobre el colchón. No encuentro nada, por lo que aquella pequeña esperanza de que Justin estuviese a mi lado, se desmorona.
No se escucha ningún ruido proveniente de otro lado de la casa. Por lo que supongo, están aun dormidos. Durante la noche, dormir me fue muy difícil. Mientras Justin estuvo hospitalizado, no dormía. Y si lo hacía, era muy poco tiempo. Luego, cuando llegó, pude conciliar el sueño al tenerlo a mi lado. Al tener sus fuertes brazos rodeando mi cuerpo. Pero sin eso, me era una tarea difícil de cumplir.
El olor a tostadas inunda la habitación, y con ella, mis fosas nasales. Logro sentarme en el colchón, y me quito los cabellos que cubren mi rostro. Me pongo de pie, y camino hacia la ventana. Corro la cortina y observo el patio trasero. Aun es de madrugada, pero comienza a salir el sol. No deben ser mas de las seis o siete de la mañana.
Me quito el pijama, la ropa interior, y sin nada que cubra mi cuerpo, me dirijo al baño de la habitación. Entro a la ducha y enciendo el chorro de agua. Me doy masajes en el cabello con un poco de Shampoo con aroma a coco, y rasuro mis piernas, junto con mi pubis. Me enjuago, y por ultimo, rasuro mis axilas. Al salir, seco mi cuerpo, y enrosco una toalla alrededor de mi cabello. Aplico crema a todo mi cuerpo, y talco para cuerpo en mis pechos y estómago. Dejo todas las toallas y mi ropa interior en el cesto de la ropa sucia.
Cuando ya estoy lista, entro a la habitación y voy directo al armario. Un short de mesclilla, un top por sobre mi ombligo color blanco, y un par de botines estilo militar serán mi oufit del día. Me visto, y cuando estoy preparada mentalmente para salir, abro la puerta y asomo mi cabeza para mirar el salón. Todo esta a oscuras, a excepción de una lámpara, y de la luz natural que comienza a filtrar por los ventanales.
Me dirijo a la cocina, y solo encuentro a Alicia con una taza de té humeante entre sus dedos. Y un plato con un par de tostadas con mantequilla frente a ella.
-Buenos días señorita. -Aún sin girarse me saluda.
-¿Como lo supo? -Entro a la cocina, y tomo asiento en una silla al lado de Alicia.
-Escuche la ducha. El señor Ryan no despierta temprano los días viernes. Los demás no aparecen hasta cerca de las diez. Y Justin acaba de salir a tomar un café al patio trasero. -Le da un sorbo a su té, y prosigue a mascar una tostada.
-Ah...
-Vaya tras él. -Frunce sus labios en un gesto de sonrisa hacia mí y deja toda su concentración caer sobre sus tostadas.
Al salir de la cocina, la luz ya se ha filtrado por completo. Cuando llego a la puerta que da al patio trasero, me siento vulnerable. Abro la puerta con el mayor cuidado posible. Al salir, un sol espléndido me la da bienvenida. Pero aún así el viento cálido resopla. Me abrazo a mí misma, y a lo lejos, veo la silla de ruedas de Justin. Me acerco a él, y cuando estoy lo suficientemente cerca, él voltea.
Me ve de pie a cabeza, pero ninguna chispa de alegría asoma en sus ojos. Gira la silla de ruedas, quedando así, frente a mí. Sobre sus piernas lleva la manta del día anterior. Y encima de esta, una taza vacía. Lleva la misma ropa del día anterior. Lo que me hace llegar a la conclusión de que no fue capaz de entrar por un cambio de ropa. O que ni siquiera pensó en hacerlo.
Avanza, y no se detiene. Al pasar a mi lado, solo me ve de soslayo.
Me quedo parada como una idiota. Al cabo de diez minutos, mas o menos, Justin esta a mi lado. Esta vez, sus muletas lo sostienen.-¿Dónde dormiste? -Pregunto.
-En el sofá.
El silencio es asfixiante, y me pone nerviosa. Y por mas que trato de buscar las palabras adecuadas, no las encuentro. Le doy mil vueltas al abecedario en mi cabeza, tratando de juntar un par de sílabas, y decir algo coherente.
-Pensé en comprar un perro. -Interiormente, quiero asesinarme.
-¿Un perro? -Por un mili segundo, se gira y me mira divertido. Es el momento perfecto para observar mas allá de su enfado.
Y lo hago.
Observo mas allá. Y logro verlo. Él es débil. Debajo de esa fachada de chico de malo, se esconde un chico débil. Un chico que con el mínimo toque, podría romperse.
-Ya sabes...el animal de cuatro patas. Ese que ladra. A veces no estas, y los chicos tampoco, entonces le comente a Paul una vez, y dijo que podía ser buena idea. Obviamente yo me haría cargo de él. No tendrías nada por lo que preocuparte. De verdad. -Puede que aquel vomito verbal que acababa de tener, fuese causado por la ansiedad que tenía de hablar con él.
-Puede ser buena idea.
-¿En serio? -Mis ojos deben parecer diamantes. La verdad, es que de muy pequeña había sido uno de mis mayores deseos. Nunca me dejaron tener un perro. Siempre eran tortugas, o peces. Justin asiente y vuelve su vista al frente.
-¿Qué tipo de perro?
-Un chihuahua. Son tan...
-Son ratas, ___. -Me giro hacia él, y lo miro incrédula.
-No son ratas. Son perros miniatura, que es algo completamente distinto.
-Sigue siendo una rata.
No protesto. Solo lo miro. Su mandíbula, sus pómulos, aquellas pestañas de ensueño. Todo él.
-Deja de babear. -Me mira por el rabillo de su ojo, y se pone a mi altura. Esta vez, estamos de frente a frente. -O al menos, trae algo para que trapees el piso luego.
Me es inevitable reír.
Cuando he calmado a mi payaso interior, no se que decir. No se que hacer, ni que pensar. La situación esta mas liviana, pero aún así, la sensación me es rara.
Ambos nos acercamos, pero ninguno da una señal. Ninguno quiere equivocarse. Menos Justin. Cuando estamos lo bastante cerca, apoya su muleta contra su pierna, y la mano que le queda libre, la lleva a mi espalda baja. Me atrae hacia él, y yo me quedo a su merced. Después de aquello, su brazo me rodea con fuerza y decisión.
Sonrío para mí misma, y trato de enfocarme en el abrazo en el que nos hemos fundido. Me abraza con tanta fuerza, que si presiona un poco mas, podría fracturarme algo.
La sensación de calidez que me da su cuerpo, no me la puede dar nadie mas.
Cuando nos separamos, solo me mira. Y eso me pone la piel de gallina. Me acerco a él, y poso mis manos a los lados de su rostro. Beso su mentón, ambas mejillas, entre sus clavículas, y cuando estoy por besar sus labios, una fuerte ráfaga de viento nos da de lleno.
La arena se eleva, y nos causa una leve alegría. Ambos comenzamos a estornudar. Nos damos una mirada cómplice y comenzamos a reír. Luego de aquel minuto feliz, Justin vuelve a acercarme a él, y sin esperar que yo reaccione, choca sus labios contra los míos. Succiona mi labio inferior, y no me da tiempo para responderle. Se separa de mí, apoya sus manos en cada muleta y comienza a avanzar hacia la casa.
Me quedo de pie, con miles de preguntas en la cabeza. Llevo mis dedos a mi labios, y los acaricio. ¿Qué acaba de suceder?
-Cariño, ¿no vienes?
Me giro hacia la casa, y me detengo a observar al chico apoyado contra el borde de la puerta. Algo en él me parece diferente, ya no luce tan seguro de si mismo, no luce como si fuese el mejor sobre el planeta tierra. Le sonrío, y cuando me sonríe de regreso, sé que aún es él. Y que nada ha cambiado. Sigue siendo aquel chico arrogante que conocí.
Siento que todo irá mejor, pero no debería apresurarme tanto, todo puede acabar en un abrir y cerrar de ojos.
Recuerda, no todo es miel sobre hojuelas.
---
Hola bellezas de Wattpad.
¿Cómo les va?🌝
Quería anunciarles algo.
Creeeeo que esta novela tendrá menos capítulos que la anterior. Puede que solo sean 25🙆
Así es que pueden ir haciéndose la idea de que el final esta cerca, y de la mano, viene todo el drama que tendrán como pareja😢.Quería recordarles que pueden seguirme en @Novelasalipolet , me dejan un comentario pidiendo que las siga, y lo haré 🐱💞
Muchos besitos babosos para ustedes 💦🙊
-Alipolet.
ESTÁS LEYENDO
Changing Attitudes [BOOK 2; Drugs & Troubles]
FanficCuando pierdes lo que te mantiene vivo, algo dentro de ti se destroza, se pierde la fe, se pierde todo. Cuando despiertas y piensas que todo seguirá su curso, te equivocas. Quien quieres ha cambiado, y es ahí, es ese jodido momento, en el que reca...