Capitulo 22.-"¿Katherine?"

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Este capitulo va dedicado a mi pequeña princesa. Mi pequeña revoltosa. Ya estás en el cielo, descansando.

Capitulo 22.-"¿Katherine?"

Por la mañana me sentía fatal. Mi mejor amiga se iba, mi novio, o ex novio, no lo tenía claro, me odiaba. Sus amigos me ignoraban, y para colmo, ni si quiera tenía un perro para jugar.

Faltaba poco menos de una semana y media para navidad. Mis planes eran decorar aquella mansión que yo llamaba hogar. Poner villancicos a todo volumen, y comprar orejas de reno para Sam, y para mí. Los chicos usarían gorros de Santa. Armar un árbol enorme en la sala, y Alicia nos enseñaría a Sam y a mí a hacer unas galletas con su propia receta.

Todo lo habíamos planeado con Sam hace unas semanas. Ya habíamos comprado algunos adornos, y habíamos hablado con Paul y Richard para guardarlos en aquellas bódegas que yacían vacías hace un tiempo.
Todo sería una sorpresa. Mandaríamos a los chicos a comprar para una barbacoa, y nosotras decoraríamos la casa.

Al menos ese era el plan.

Posiblemente, ahora, me compraría un árbol de navidad para escritorio, cerraría todas las cortinas, compraría un bote de helado de chocolate, y alquilaria la película del Grinch. Y apenas pasada las doce, lloraría por lo estupida que fui. Y por las cosas maravillosas que podría estar haciendo.

Entre a la ducha y salí casi de inmediato. Mi telefono comenzó a sonar, y casi caigo al tropezarme con un tapete del baño.

-¿Hola? -Numero desconocido salía en la pantalla.

-Hola, ¿___ verdad?

-Si. ¿Quién es? -Presioné la toalla a mi pecho y apoye mi cadera en la pared.

-Mi nombre es Katherine. Soy amiga de Justin.

-Ah...

-Se que esto es raro, pero necesito hablar contigo.

-¿Conmigo? -Me paro derecha nuevamente y camino al sofá.

-Si. No me molesta que Justin venga a mi casa, o que me llame cuando me necesite, pero ya se pasó de la raya.

-¿Que quieres decir?

-¿Podemos hablar en persona? Te pediria que vinieras a mi casa, pero no es un sector muy bueno, y los taxis no suelen llegar aquí. Al menos no los que se pasean en Beverly Hills.
-¿Como demonios sabes que vivo aquí?

-Se mucho de ti. Justin me ha contado lo suficiente. Y bueno, como decía, ¿te parece que yo vaya? Podríamos ir a tomar un café, pero mi hijo está mas revoltoso que nunca, y probablemente no nos dejaría conversar. ¿Puedo ir a tu casa? Y así le llevo algunos juguetes. -No sabia que responder. Es decir, no la conocía. Pero la verdad, daba igual. No tenia mucho que perder.

-Claro. Te mando la dirección por mensaje.

-Vale. Nos vemos. -Le envié la dirección, y fui a cambiarme de ropa. Me puse un buzo, y un top que cubría por sobre mi ombligo. Deje mi cabello suelto, y cubrí mis pies solo con unos calcetines. Me preparé una taza de té, y cuando me senté en el sofá, el timbre sonó.

Tomé las llaves y bajé las escaleras. Me gustaría mucho que en este edificio hubiese conserje. Definitivamente pagar los gastos comunes valdría la pena.

En la acera, una chica estaba en cuclillas. Tomaba a un niño pequeño por las caderas y le decía algo. El pequeño asentía, pero al ver pasar un perro por la calle del frente, pareció olvidarse de lo que le estaban diciendo. La chica negó con la cabeza y beso la frente del pequeño.

Changing Attitudes [BOOK 2; Drugs & Troubles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora