Capítulo 5.

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          A la mañana siguiente, Alicia tenía un terrible dolor de cabeza, solía sucederle cuando lloraba durante un largo rato, enseguida tomaba una aspirina para no sufrir jaqueca, pero había olvidado comprar, y no iba a pedirle a Tommy

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A la mañana siguiente, Alicia tenía un terrible dolor de cabeza, solía sucederle cuando lloraba durante un largo rato, enseguida tomaba una aspirina para no sufrir jaqueca, pero había olvidado comprar, y no iba a pedirle a Tommy.

Realmente le había molestado lo que había dicho durante la cena, no había medido sus palabras y ni siquiera se disculpó después.

Aún tenía pensado conseguir un empleo y juntar lo suficiente para irse de allí en cuanto pueda, no quería vivir del trasero de Tommy, menos a este paso de como iban las cosas. No había olvidado la promesa a su madre, Alicia pensaba irse de esa casa, no de Los Ángeles, tal vez con cierta distancia y espacio puedan llevarse mejor... o tal vez no.

Se levantó de la cama, hizo lo que tenía que hacer en el baño, como lavar su rostro, cepillar sus dientes y cabello, además de cubrir con un poco de maquillaje cualquier evidencia de una mala noche.

Se quitó la pijama y vistió con unos jeans tiro bajo, un top de Aerosmith y dejó su cabello suelto, tomó sus zapatillas favoritas y finalmente salío sin ganas de la habitación.
Toda la casa estaba en completo silencio. El cálido sol de California pegaba en las ventanas de toda la mansión, iluminando cada cuarto de ésta, haciendo notar el clima agradable de hoy.

Llegó a la cocina, la encontró vacía, no se sentía cómoda con tan sólo tomar una taza y prepararse un té, aquella no era su casa. Fue hasta la sala, apenas puso un pie allí pudo notar como algo bajo sus pies se quebraba. Confundida bajó la mirada y se encontró con miles de cristales esparcidos por el suelo, apenas quedaba una parte de la botella y había una mancha húmeda en la pared. No había que ser ningún Sherlock Holmes para deducir lo que había ocurrido. Un gruñido desde el sofá frente a la televisión llamó su atención, con cuidado de no lastimarse con los vidrios se acercó.
Tommy estaba en una posición terriblemente incómoda durmiendo en el sillón, su ceño estaba fruncido, ni siquiera durmiendo se veía como un tipo pacífico.
Alicia suspiró, claramente ninguno había pasado una buena noche.

Buscó hasta encontrar en un pequeñísimo cuarto una escoba para barrer aquel desastre que había hecho Thomas. Realmente no había oído en qué momento sucedió, o qué habría provocado que él hiciera aquello. Sin perder mucho tiempo, limpió los cristales y los llevó al cesto de basura en la cocina.

Tommy despertó y pudo oír el sonido de los cristales, no tenía idea de lo que estaba sucediendo, pero tampoco tenía ganas de abrir sus ojos y enterarse; de hecho, le estaba resultando muy molesto todo ese alboroto.
Demás estaba decir que su cabeza latía de dolor, parece que a pesar de todos estos años no podía superar las resacas, aún así usaba la fuerza de sus energías para levantarse.
Lo recordaba todo. Recordaba haber ido con Alicia al restaurante y no haber sido muy delicado con ella, volver, ver las noticias y llamar a Nikki. Se maldijo hasta en griego por lo último. ¿Cuándo dijo que vendría? ¿Hoy? Como sea, no importa.

Necesitaba una segunda opinión de lo que estaba atravesando, lo más inteligente hubiera sido pedir una cita con un psicólogo, llamar a sus padres o su hermana, e incluso a Pamela... oh, Pam, debería haberla llamado, estas semanas no había hablado con ella, hasta ignoró un par de llamadas de su parte, además tenía que ver a los niños.

DADDY ISSUES ━━ TOMMY LEE | NIKKI SIXXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora