Capítulo 12

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Aquel sería un fin de semana muy aburrido, no se hablaba con Yoongi, así que no tenía ningún plan interesante para esos dos días. Se iría a casa, así podría llevar su ropa y lavarla, ya que aún no se apañaba con la lavandería. Nunca había sido un chico hacendoso, por lo que lo de vivir solo estaba siendo todo un reto para él. Hasta Yoongi sabía cocinar y limpiar mejor.

Recogió lo que se llevaría y lo metió todo en su bolsa de deportes. Baekhyun estaba sentado en su escritorio sin decir nada, no había hablado desde la pasada noche en la fiesta. Jungkook solía prestarle poca atención, pero aun así se dio cuenta de que algo le pasaba.

—Bueno, me marcho. No toques mis cosas en mi ausencia, ¿vale? —dijo de malos modos, aunque no era su intención sermonearle, solo quería saber si estaba todo bien.

—Muy bien —contestó Baekhyun en tono seco y la curiosidad pudo con Jungkook.

—Oye, ¿se puede saber qué te pasa?

Su compañero no respondió. Baekhyun le parecía un chico demasiado extraño, un día estaba radiante de felicidad y al otro tan decaído que hasta a Jungkook podía llegar a darle lástima. Entonces recordó la causa de su felicidad, a lo mejor si le recordaba aquello conseguiría animarle.

—No me contaste qué tal con tu chica, ¿salió bien la cosa? —preguntó sin creerse lo amable que estaba siendo, entonces pudo ver que Baekhyun se estremecía.

—Ni me hables de chicas... —su voz sonó un tanto siniestra. No había sido una buena idea.

—Como quieras... Pásatelo bien, señor tristeza —dijo. Al menos lo había intentado.

Jungkook cerró la puerta tras él. Al pasar por el cuarto de Yoongi se detuvo. Quizá éste querría que le llevase a su casa, sería una buena excusa para hablar con él. Jungkook compuso su mejor cara de orgullo y llamó a la puerta.

—Pasa —escuchó decir a Chanyeol.

Jungkook entró viendo que allí solo estaba su compañero de equipo.

—¿Dónde está Yoongi? —preguntó con interés.

Chanyeol levantó la vista del libro que estaba leyendo.

—Se fue temprano. Creo que dijo que iría a su casa, o a ver a su grupo... —Chanyeol se quedó pensativo—. No sé, algo de eso.

—¿Y cómo se fue? Si no tiene coche —quiso saber Jungkook.

Al oír esto Chanyeol le sonrió.

—No creo que a Yoongi le cueste mucho encontrar a alguien que le lleve. Pone esa tonta sonrisa y todo el mundo hace lo que pide. Supongo que tú también te habrás dado cuenta de eso, ¿no? —preguntó con una mirada pícara.

—Gracias por la información, Chanyeol —contestó Jungkook ignorando su pregunta y salió de la habitación.

Yoongi había vuelto a casa y ni siquiera se había molestado en contárselo. Jungkook se subió a su coche y al cerrar pegó un portazo. Metió la llave en el contacto y al arrancar chocó con algo. Alertado, salió corriendo del coche para ver si había sufrido algún daño, no podía permitirse otra bromita con lo del coche, su padre le mataría. Se dirigió a la parte de atrás viendo que no le había pasado nada, solo un ligero golpe.

—Uy, perdón Jeon. No había visto que tu coche estaba tan cerca.

Jungkook alzó la vista, y vio que el coche de Taeyong, un BMW deportivo, acababa de aparcar tras él, impidiendo que el suyo saliera. Jungkook lo miró despectivamente, tenía escrito en la matricula su apellido, no había nada más hortera que eso.

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