La hermandad de KAE estaba junto a la suya. Suran se levantó temprano para acompañar a Yoongi a su sesión de fotos. Se había recogido el pelo y no se había maquillado, le daba la sensación de que a Yoongi le gustaba más así.
Metió en una bolsa lo necesario y cogió su bolso al salir por la puerta. Fue antes a por unos cafés y enseguida se dirigió a buscarle. Había estado viéndole todos los días en el estudio, cada vez le veía menos preocupado por sus amigos y se centraba más en los consejos que le daba ella y los productores. Ya tenían cinco canciones grabadas, le habían dado un nuevo sonido para dirigirle a un público específico, pero el resto de canciones no eran adecuadas según los productores, por lo que le dijeron a Yoongi que compusiera otras cinco en un mes, y si no era posible no importaba, ya que podrían proporcionarle letras de otros cantautores, a lo que Yoongi se opuso rotundamente.
Tuvo una discusión con los productores, no iba a permitir convertirse en lo que más odiaba en el mundo de la música, ser un producto. Suran le había tranquilizado diciendo que no sería necesario si componía canciones con una temática diferente, pero Yoongi seguía sin estar convencido. Ella tenía la esperanza de que cuando viera el resultado de las fotos en los proyectos de marketing se animaría un poco.
En KAE estaban muy acostumbrados a su presencia, ya fuera por el tiempo que estuvo saliendo con Taeyong, como cuando estuvo con Yoongi, y aunque hubieran roto, pasaba mucho tiempo allí. Entró sin llamar. Era temprano, pero aun así la mayoría eran jóvenes deportistas que madrugaban para mantenerse en forma, y ya estaban en pie. Otros trasnochaban y sufrían resacas, por lo que solían estar en la cama, y Yoongi estaba en ese grupo. La saludaban con sonrisitas pícaras.
—Hola rubia, ¿vas a ver a Yoongi? —soltó Jun desde uno de los tipos.
—A ti no, desde luego.
Jiho, que estaba junto a Jun, se levantó de golpe.
—Eh, Suran, yo te aconsejaría que le despertaras con caricias, ayer estuvimos de juerga por aquí —dijo mientras sonreía tontamente.
—Qué raro... —contestó antes de darles la espalda y subir por las escaleras.
Si hubiera tenido una relación con Yoongi le hubiera pedido explicaciones sobre la supuesta juerga que tuvo con Jiho y los demás, pero no tenía ese derecho desde hacía meses y eso la quemaba por dentro.
No había averiguado quién era la tipa con la que andaba ahora, pero sabía que le tenía pillado, porque Yoongi estaba siempre en las nubes y se mostraba muy poco disponible. Suran trataba de imaginarla a veces. Sería una tipa lista, manipuladora y atractiva, que seguramente usaba su belleza con los hombres, es decir, una víbora. De esas había demasiadas por el campus, y aunque había preguntado, nadie sabía nada, ni le habían visto con otra chica a solas que no fuera ella.
Solo le habían dicho de una chica llamada Lia de tercer año, pero indagó lo suficiente para saber que estaba acostándose con un profesor y que ni siquiera había mantenido una conversación con Yoongi, por lo que estaba sin ningún tipo de información. No sabía si estar más tranquila o más preocupada por ello. Podría preguntarle a Chanyeol, a Baekhyun, o incluso a Jungkook, que ahora parecían uña y carne después de ese tiempo en el que no se hablaban. Sí, Jungkook se lo diría, se llevaban bien y era encantador.
La habitación de Yoongi estaba al fondo, en el pasillo se veía a los miembros de KAE salir en ropa interior del baño común. Llamó a la puerta de Yoongi, pero no hubo respuesta, por lo que decidió entrar, puede que con suerte le pillara con la supuesta víbora, pero allí solo estaba él, tirado en la cama boca abajo, durmiendo. Se paró allí un momento, contemplándolo. Daría lo que fuera por meterse en la cama con él y que la abrazara. Sabía que eso ahora era imposible, pero estaba segura de que al final volvería a tenerle, solo necesitaba tiempo.
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bastard
Fanfiction[kookgi - yoonkook] - segundo libro ☆ /𝗮𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝘀𝗶𝗻 𝗳𝗶𝗻𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝘂𝗰𝗿𝗼.