Capítulo 21

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Tras volver a clase, Yoongi le dio su regalo a Suran. El gatito no quería irse de sus brazos, pero no podía quedárselo aunque se hubiera encariñado con él. Iría siempre que pudiera a casa de Suran para visitarlo. Ella le cambió el nombre por Terrones, pero al ver que el gato no la hacía ni el menor caso, acabó dejando el nombre que le había puesto Yoongi. El regalo que le hizo Suran, fue algo que Yoongi no se esperó. Desenvolvió lo que parecía algo de ropa, y desdobló la prenda viendo que se trataba de una chaqueta, una de esas que siempre llevaba Jungkook, de colores chillones, de algún equipo de la universidad.

—¿Qué es esto? —preguntó horrorizado.

—¿No te gusta? —dijo Suran decepcionada.

—Emmm, no es eso, es que... bueno, no es mi estilo —comenzó a decir mirándola bien.

Nunca se imaginaría poniéndose algo así, o al menos no en serio. Recordó que una vez si llegó a ponerse una, pero solo fue de broma, en casa de Jungkook, para imitarle burlonamente.

—Bueno, ya verás cómo te acaba gustando —dijo besándole en la mejilla.




Las clases volvían a la normalidad, nuevo trimestre, nuevos temarios y nuevos exámenes... No llevaba ni un mes y ya tenía uno de Historia para el próximo día. Pensó en no presentarse y pedir a la profesora Lee un justificante para repetirlo en otra ocasión. Sorprendentemente se había convertido en su profesora favorita, pasaba muchas tardes con ella componiendo letras.

Le servía un extraño té al que aprendió a cogerle el gusto, y se relajaba mientras su inspiración trabajaba. La señora Lee acababa de terminar una de sus composiciones, que tenía pensado presentar a un concurso de nuevos autores, y se la tendió a Yoongi para que le diera su opinión.

—¡Son increíbles! Se podrían hacer canciones de puta... digo, buenísimas con estas letras —dijo Yoongi entusiasmado al leerla.

—¡Tonterías! —exclamó ella restándole importancia.

—No, en serio. Yo creo que si... —comenzó a hablar sin parar, hasta que ella le cortó de pronto.

—Yoongi, lo que quería decirte cuando te he hecho venir aquí, es que me gustaría que actuases con tu grupo en el cierre de la temporada, en el partido de la final —dijo ella algo seria.

—¿Cómo? —preguntó Yoongi desconcertado.

Conocía el cierre de temporada, se celebraba una enorme actuación antes del partido final, por lo que estaría abarrotado de gente, un público inmenso. ¿Realmente esa mujer le confiaba a él tan importante actuación?

—Obviamente solo podría ser si el equipo llega a la final, pero habría mucha gente importante y saldrá en la televisión, así que... —La profesora Lee enmudeció cuando Yoongi la abrazó.

—Muchas gracias...

—De nada... —apartó a Yoongi incómoda y se puso a balbucear—. Bueno, y ahora lárgate, tengo que preparar la siguiente clase.

Yoongi sonrió y asintió, cogió sus cosas y se dirigió a la puerta.

—Y no la cagues —dijo ella antes de Yoongi saliera.

En cuanto llegó al pasillo su inmensa felicidad se nubló al toparse con Yeri, que estaba allí parada mirándole, mientras sujetaba sus libros contra el pecho.

—¿Qué pasa? ¿Ahora eres el favorito de la profe? —preguntó con un tono envenenado. Yoongi puso los ojos en blanco.

—¿Y tú solo sabes espiarme? —preguntó quemado.

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