La chica que lo tenía todo (Editando)

23 || Vuelve a mí

EMMA

—Todavía no puedo creer que casi te pierdo —le digo a Ty—. Aunque no puedas responderme, te contaré lo que pasó. Yo... le dije a Alex porque Javier le dijo que mi abuela había muerto. Sabes que Javier se la pasa viendo noticias y esas cosas —ruedo los ojos y muevo mis manos explicando—. Pues Alex me llamó y yo acababa de ver el noticiero, me acababa de enterar que tenía una abuela viva, preguntó si quería compañía y le dije que sí. Le dije que no les dijera nada porque tenía miedo de lo que pudieran decir y porque fui una tonta —sigo—. Quería pedirte perdón por lo que te pasó. Hay muchas personas que dicen que no es mi culpa, pero yo siempre me sentiré culpable por esto, sabes? Tu eres demasiado importante para mí —lloro y veo la hora en mi celular. Digo terminando—. Ya son las 12:00am del 25 de diciembre. Feliz navidad, Ty. Feliz noche vieja, Tyler. Te quiero muchísimo. Vuelve a mí.

Recuesto la frente en su mano y lloro. Lloro como nunca.

Siento como si me quitaran una parte de mí, como si con él se hubiese ido todo mi ánimo y toda mi felicidad.

Beso su fría mano y me levanto de la silla.

Camino hasta la puerta y salgo.

Veo como hay personas en los pasillos llorando por tener a un familiar aquí este día.

Camino y camino hasta llegar al ascensor.

Marco la planta baja y espero que el ascensor llegue.

Al llegar entro y esta vez no hay una pareja llorando.

Llego al piso de abajo y camino hasta la salida.

Veo el auto de Mack y sonrío.

Vinieron y ahora serémos los seis de nuevo.

Mack y Alex caminan hasta a mi y me abrazan. Alex besa mi frente y Mack llora conmigo.

—Feliz navidad —les deseo.

—Igualmente —responde Alex.

—¿Esperarémos a Drew y a Sophia? —pregunta Mack.

—Creo que no hace falta esperar. Ahí vienen —habla el pelinegro señalando.

Y efectivamente, veo como Sophi baja del auto de Drew, se ve enfurecida.

No puedo creer lo que estoy viendo.

Sé que Alex le hizo algo al auto de Sophia para que no funcionara. Eso le permitió a Drew pasarla a buscar.

—Hola —saluda una Sophi de brazos cruzados.

—Quita esa cara, niña —reprocho—. Es noche vieja.

—Si, si —dice y río.

—Sophia quita esa cara —pide Drew llegando hasta nosotros-—. Feliz navidad, chicos.

—Gracias. Igual —agradece Mack.

—¿Podemos entrar? —dice la pelinegra y yo ruedo los ojos.

—¿Cuántas veces te voy a decir que dejes de hacer eso? —me regaña Alex—. Sophia, ya.

—Bájale dos, ¿quieres? —le digo a mi amiga.

—Es una broma —le saca la lengua al rubio—. No estoy molesta, solo quería molestar a Drew —mira a mi amigo y éste sonríe como un tonto enamorado.

—Amigo —le habla Alex a Drew—, se te va a caer la cara con la sonrisa que cargas.

—¡JA! —grita de vuelta—. Cállate, ¿quieres?

—No, no quiero —dice y rueda los ojos.

—Se te van a quedar los ojos así —pongo los ojos en blanco imitándo su acción de hace unos días.

—¡Iugh! —dice—. Que asqueroso —termina y reímos.

—Seriedad, por favor —Sophia es quien habla esta vez—. ¿Entramos?

—Por favor —dice Alex.

Caminamos hasta la entrada y subimos al ascensor. Es una suerte que ya se encuentre abierto.

Llegamos y bajamos de él.

Sigue siendo extraño ser solo cinco.

Llegamos a la habitación de Tyler y entramos.

—¿Quieres hablar primero, Em? —pregunta Mack.

—No, gracias —digo en respuesta—. Antes de que llegaran aproveché y le hablé —miento porque en realidad, fueron varias horas.

—Bien —habla Alex y se sienta en la silla—. Amigo, si esto es una broma despierta ya. Si quieres saber de mi brazo, pues, el está bien, bien adolorido. Pero bueno, aquí queremos saber cómo te encuentras pero no nos ayudas. Tienes que despertar, tienes que hacerme dejar de llorar. En este momento tu amigo el rubio parece una magdalena —miro a Drew y éste ríe mientras llora—. Despierta, hombre. Ya se cumplieron apenas 10 días y siento que me falta mi otra mitad —dice dramáticamente—. Mentira. Conmigo es suficiente, pero igual me haces falta. Feliz noche vieja, tonto. Te quiero.

—Vengo yoo —canta Sophi sentándose en donde estaba Alex—. Bueno, hoy estoy un poco más contenta porque te estoy viendo y aparte porque el idiota de Bieber al fin captó mis indirectas y mandó a Alex a dañarme el auto —dice y me sorprendo viendo a Drew y éste asiente en mi dirección—. Es un idiota, ¿no? Ese día lo miré sin parar y él no se dio cuenta. Pude darme cuenta de lo decepcionado que estabas de tu amigo, porque de mi no, de mi deberías estar orgulloso. Yo soy la fuerte aquí y fui la que dio el primer paso. Te quiero, Ty. Vuelve a la tierra, ¿si? Feliz navidad.

—Mi turno —Drew es quien se sienta en la silla ahora—. Feliz navidad, Ty. Te extraño mucho. Sé que estoy lento, pero bueno, ya ella habló y yo quiero hablar ahora que estás tú —deja de ver a Ty para ahora mirar a Sophia—. ¿Quieres ser mi novia, Sophia? —lo miro sorprendida. No me esperaba eso.

—Si, si quiero —le responde ella brincando de felicidad y veo como Drew se levanta y le planta un beso en la boca.

—Bueno, Sophia —sigue Bieber—. Déjame seguir con mi testamento —se sienta de nuevo—. Bien, amigo. Como puedes ver ya soy un hombre con novia —sonríe inflándose de orgullo y veo el brillo de sus ojos—, esperemos tú también puedas serlo. —Agacho mi cabeza y suspiro—. Recuerda que nosotros estaremos esperando que despiertes. Feliz navidad.

Se levanta y le da la silla a Mack.

—Bueno, Ty. Estamos aquí reunidos esperamos que decidas despertar —comienza—. Nos haces mucha falta, tú eras el que ponía el orden entre las travesuras de Alex y la calma de Drew. Nadie te ha dicho las razones por las que debes despertar, pero yo lo haré. Tienes padres que te aman, Leah necesita un ejemplo, Emma está cada vez más deprimida, Drew ya tiene novia, Sophia fue clara, Alex llora —reímos— y a mi me hace falta mi gemelo de dulzura. Te quiero y feliz navidad.

Se levanta y sin más, nos vamos cada uno a nuestras casas.