La chica que lo tenía todo (Editando)

26 || Tyler cambió mi vida

EMMA

Hoy es 14 de febrero y no estoy de ánimos para nada. Han pasado dos meses y aún no despierta.

Se supone que iría a visitar a Tyler, pero me siento muy mal emocionalmente.

Hoy le iba a hablar y le iba a decir lo que sentía por él a pesar de que él no pudiera responderme.

Me encuentro acostada en su cama revisando redes. Me aburro y veo que me llega una notificación de Alex.

Alex: ¡Emma!

Yo: ¡Alex!

Alex: ¡Te tengo una sorpresa!

Yo: No quiero nada, estoy muy desanimada.

Alex: ¿No se supone que ibas a estar visitando a Tyler a esta hora?

Alex: ¿Sabes qué? Te llamaré.

Yo: Bien.

Escucho mi teléfono sonar y atiendo rodando los ojos.

—¿Qué pasa? —pregunto.

—No puedo creer que no hayas ido a ver a Tyler —contesta desde la otra línea.

—No tengo ganas —respondo sin ánimo.

—Hagamos algo. Te voy a dar la dirección para que busques algo en la habitación de Ty —propone.

—¿Qué es lo que tengo que buscar? —pregunto un poco entusiasmada.

—¿En dónde estás? —me pregunta.

—Acostada en la cama, viendo televisión —respondo.

—Levántate —me pide.

—Ya lo hice —me levanto.

—Métete en su armario —lo hago.

—Ya estoy dentro.

—Bien, espera —dice y cuelga.

—¿Qué? —pregunto sin entender nada.

Escucho como abren la puerta de la habitación y veo como Drew y Alex entran.

»¿Qué está pasando? —me cruzo de brazos.

—Hola, Emma —saluda Drew—. Es un placer ver a mi fan número 1.

—Hola, idiota —digo—. ¿Qué es lo que voy a buscar? —pregunto desesperada.

—Ay no, pero que mandona —se burla Alex y su amigo ríe —. Busca una carpeta marrón.

—¿Para qué voy a buscar una carpeta marrón? —pregunto en respuesta.

—Ya verás —me responde Drew con un poco de chispas de felicidad en los ojos—. Solo has lo que Alex y yo te pedimos.

—Bien —Digo comenzando a buscar.

Bien, Emma, confía en ellos. No es como si te fueran a poner una cucaracha.

Busco en una maleta que tiene y no está.

Busco entre su ropa y tampoco está.

Busco también en las gavetas y encuentro de todo menos una carpeta.

»No la encuentro, chicos —les digo bajando los hombros.

—Si tu fueras Tyler —dice el rubio de manera pensativa—. ¿Dónde guardarías algo importante? —pregunta y enseguida se me enciende una lámpara en la cabeza.