17 || Es mi culpa

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EMMA

Hoy el día ha estado tedioso, han pasado ocho días en los que no he hablado más que con Alex.

Me siento mal por él, sé muy bien como se pone cuando está preocupado.

En este momento me encuentro en mi cama buscando que ver en la televisión.

Mis padres han intentado hablarme en persona y llamando por teléfono, pero nada hará que cambie de opinión.

Cambio y cambio los canales, hasta ver que en uno pasan el Rey León, así que me pongo a verla. Mil veces la he visto, pero eso no impide que haya una próxima vez.

Enciendo mi celular y veo mi historial de llamadas.

4 llamadas perdidas de Sophi.

6 llamadas perdidas de Mack.

3 llamadas perdidas de Drew.

Y lo que más me duele:

23 llamadas perdidas de Tyler.

Me duele porque es el que más me importa, me duele porque siempre le cuento todo. Pero también me duele porque siento que me está comenzando a atraer.

Él es especial. El cariño que me tiene no lo tiene nadie. Él siempre ha estado para mí.

Se me cristalizan los ojos al saber que soy una muy mala amiga al no contarle la verdad de todo. Pero lo mantengo ahí porque sé que es muy impulsivo y quién sabe qué le podrá decir a mis padres.

Suspiro y me concentro en la película.

El día ha estado como frío, no sé si es porque es así o porque así me siento.

Escucho unos pasos en el pasillo y los ignoro.

Empiezo a sentir como mi corazón se acelera y una sensación se abre paso en mi cuerpo. Es como una reacción de desespero, no entiendo lo que está pasando. Siento un vacío en mi pecho, creo que es una señal de que algo malo pasó.

Agarro mi celular y me armo de valor.

Marco el número de Tyler.

Un pitido...

Dos pitidos...

Tres pitidos...

Seis pitidos...

10 pitidos y me cae la contestadora.

Escucho como abren mi puerta de golpe.

—¿Qué pasa? —le pregunto a la persona que la abre.

Me asusto al ver la cara de mi madre...

Se ve que está desesperada, tiene los ojos más hinchados que cuando mi abuela murió, también parece que se pasó muchas veces la mano por su cabello rubio, éste lo tiene muy desordenado para ser ella.

—Emma, lo lamento —empieza y quiero interrumpirla porque no entiendo, pero sigue—. Tyler y Alex acaban de tener un accidente.

—¿Qué? —pregunto un poco perpleja y congelada en mi lugar.

Sin seguir escuchándola, comienzo buscando ropa para ponerme.

—Tyler está muy grave, Emma, mientras que parece que a Alex le sucedió algo en el brazo.

—¡No puede ser! —grito vistiéndome lo más rápido que puedo.

—La ambulancia se los acaba de llegar. Venían en camino para acá —al decir eso, siento como el mundo se me cae.

Es mi culpa.

El accidente es mi culpa.

Bajo las escaleras lo más rápido que puedo.

—¡¿En qué clínica están?! —pregunto abriendo la puerta desesperada.

—¡En la principal! —grita de vuelta.

Le grito un gracias y subo a mi auto emprendiendo camino hasta allá. Abro la puerta de la reja y avanzo hasta salir.

En el camino, me encuentro con el auto de Tyler y comienzo a llorar.

Tiene el vidrio roto y el frente está todo destrozado.

Lloro pero no permito que eso me detenga.

Llego a la clínica y bajo del auto. Me acerco a la recepción y le digo a la chica el nombre de mi mejor amigo para que pueda orientarme para saber cuál es su habitación.

—Piso 3, habitación 406 —me responde luego de haber buscado en el sistema.

—Bien, gracias —digo y corro hasta las escaleras.

No voy a permitir que el ascensor me retrase.

Busco la habitación y la encuentro al ver a su familia llorando, luego veo a mis amigos quienes se encuentran en el mismo estado a su lado.

—Emma —susurra Leah en un susurro apenas audible.

—Ven aquí, Emma —me pide su madre y yo me acerco.

La abrazo. La abrazo con extrema fuerza, como si quisiera pegar todas las partes rotas que debe tener de su corazón.

Me despego y abrazo a Leah.

Al retirarme veo como los ojos del padre de Tyler me agradecen por estar aquí y yo asiento.

Volteo hasta donde se encuentran las chicas y Drew. Me miran y mis ojos se llenan de lágrimas. No puedo creer que no haya podido contarles lo que me pasaba.

Me acerco a ellos y los abrazo. Los abrazo fuerte.

—Perdónenme —pido y rompo en llanto—. Fuí una egoísta. No quise contarles lo que me pasaba y por eso estamos aquí.

—Emma, cálmate —me tranquiliza Drew—. Todo va a estar bien, ¿si?

—Si —sigo y me despego de ellos—. Lo lamento tanto.

Escucho como una puerta es abierta y veo como un doctor sale de ella.

—Familiares de Tyler Castillo y Alexander McQueen —pide el doctor—, acérquense por favor.

Los padres de Tyler y Alex se levantan para escuchar lo que el doctor tiene para decir.

Los chicos y yo nos levantamos pero no nos acercamos demasiado.

»El paciente Alexander tiene una fractura en el antebrazo a causa de la bolsa de aire —comienza—. La bolsa no se activó cuando debía, sino mucho antes. Esto causó una fractura. Sin embargo, él se encuentra bien. Corregimos la fractura con una operación quirúrgica, un proceso rápido y para nada complejo, pudimos solucionarlo —me relajo un poco—. El paciente se encuentra estable, pero sigue dormido por la anestesia. Cuando despierte, podrán hacerle una rápida visita. Mañana lo darán de alta.

—Muchas gracias, doctor —agradece la madre de Alex con lágrimas en los ojos.

—¿Y mi Tyler? —pregunta la madre del mencionado.

—Tyler se encuentra en estado crítico —dice y veo como el señor Daniel atrapa a su esposa y ésta se desmaya.

—Prosiga, por favor —pide el padre de Tyler sosteniendo a la madre de mi mejor amigo.

—El golpe que se dio contra el vidrio del auto, causó una lesión cerebral. Esto pasó al estrellarse, se produjo ya que su cabeza se sacudió violentamente y su cerebro quedó atrás del movimiento del cráneo.

—¿Cuáles son los síntomas doctor? —Sophia pregunta justo lo que estoy segura no quiero oír.

—Pérdida de memoria, dolores de cabeza, mareos, hinchazón en el cerebro, confusión y el estado en el que se encuentra el paciente, que es en coma —termina y siento como me desarmo en el suelo.

Lloro por la culpa, lloro porque sé que él iba a buscarme, lloro por saber que estaba preocupado, pero sobretodo, lloro porque lo amo.

La chica que lo tenía todo (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora