18 || ¿Más de 150km?

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EMMA

Me encuentro todavía en el suelo, con lágrimas secas en las mejillas y en estado de shock.

Escucho como me llaman, pero no puedo distinguir la voz ni lo que intenta decirme.

—Emma, levántate por favor —dice la voz.

Poco a poco voy saliendo del shock y veo como Drew me agarra por la cintura hasta lograr ponerme de pié.

»Emma —me llama—, todo estará bien.

—Es mi culpa. Él iba a buscarme. Yo... Yo provoqué el accidente —sigo sin parar de llorar.

—Emma, no —habla Sophia—. Esto no es tu culpa. Tal vez iban a buscarte, pero tu no colocaste el poste en medio de la calle como para que ellos chocaran.

—Si, Emma —concuerda Mack—. Tú no pisaste el acelerador.

—No es culpa de nadie —les sigue el rubio—. Nadie tiene la culpa del accidente, ¿si?. Tu no ves el futuro como para haber sabido antes lo que iba a pasar.

—Está bien —me suelto de él y me voy calmando poco a poco—. Perdónenme por no explicar lo que me estaba pasando. Yo sólo... no quería que estuvieran involucrados en esto. Mi abuela materna murió.

—¿Abuela? —preguntan al mismo tiempo.

—Si, tenía una abuela viva, a la cual nunca conocí.

—Lo siento —dice Mack tratando de darme una sonrisa en un gesto tranquilizador.

—No importa, Ty es más importante —digo encogiéndome de hombros.

—¡Chicos! —nos llama Elena, la madre de Alex.

—Diga —respondo.

—Ya pueden pasar a visitar a Alex.

—Ya vamos —responde Sophia.

Caminamos hasta la puerta de la habitación de Alex y entramos.

Ya se encuentra despierto, su único daño es la fractura en su antebrazo.

Me acerco a él y le beso la frente, mientras agarro la mano de su brazo sano.

—Gracias por venir, chicos —agradece y le regala una sonrisa a Mack.

Ella se acerca y me aparto para que tengan su momento.

Sonrío al ver como mi amiga se sienta en la camilla y él la mira como si ella fuera su mundo.

Ella se sonroja —pasa muy seguido, realmente— y ríe.

Él se sienta, ella se acerca a el y él la besa. Es un beso dulce que dura solo 10 segundos o algo así, no sé porqué trato de medirles el tiempo.

Río en silencio.

Sonrío cuando se separan y ellos también sonríen.

—Acabamos de presenciar un momento histórico, chicas —nos habla Drew a Sophi y a mi.

—Si —dice la pelinegra y ríe.

—¿Qué fué lo que pasó? —pregunta Mack.

—Llegó a mi casa desesperado porque Emma y yo, no contestábamos sus mensajes —comienza y sé enseguida que habla de Tyler—. Llegó sin avisar y se alteró. Me dijo que iba a ir a buscarte —me señala y yo muerdo mi labio—, le dije que como yo sabía cómo se ponía cuando manejaba con desesperación, lo iba a acompañar. Él dijo que iba a llegar a tu casa en diez minutos, le dije que estaba loco y que era peligroso, que no inventara. No me hizo caso y empezó a manejar a más de 150km. Luego nos estrellamos y ví la bolsa de aire comenzar a crecer, mientras que él volaba rompiendo el vidrio, todo pasó muy rápido.

Cuando termina, yo estoy llorando en silencio. Todos lloramos en silencio realmente.

—¿Más de 150km? —pregunto y él asiente.

—¿Cómo está? —pregunta de vuelta.

—Entró en coma —respondo con dolor—. Tuvo una lesión —señalo mi cabeza para que él sepa, no quiero decir más.

—Solo nos queda esperar a que despierte —habla Drew.

—Ya no tengo ganas de celebrar la navidad —dice Mack y Alex aprieta si mano fuerte.

—Tampoco yo —respondo.

—La hora de visitas acabó, chicos —dice una enfermera entrando a la habitación.

—Bien, adiós —dice Sophie y yo me despido con la mano.

Veo como Mack se despide de Alex y salimos de la habitación.

—Se ve más guapo —dice Mack con un poco de entusiasmo.

—Ja ja, que graciosa —le responde Drew rodando los ojos y las demás reímos.

—Lo bueno es que lo darán mañana —digo tratando de poner un gramo de positivismo.

—Si. Nos tocará esperar a que Ty decida despertar —habla Sophia y nos mantenemos todos en silencio.

Bajamos en el ascensor y caminamos hasta el estacionamiento.

Me despido de los chicos y subo a mi auto.

Conduzco hasta la salida de la clínica y llego hasta la residencia.

Abro el portón de la casa y entro cerrándolo detrás de mí. Llego hasta el estacionamiento y bajo del carro. Camino hasta el porche y abro la puerta principal.

Veo a mamá recostada en el mesón con las manos en la cabeza y decido acercarme a ella.

Jamás había pasado tanto tiempo sin hablarle y la verdad es que no me gusta eso.

—Hola, mamá —digo sentándome en el asiento de en frente.

—Emma —susurra.

—Lo siento, mamá. No debí ser tan dura contigo y aparte no los quise escuchar —subo mis hombros.

—No lo sientas, Emma, no tienes la culpa —dice—. ¿Quieres saber el por qué no te hablamos de tu abuela? —pregunta y asiento.

—Tu abuela tenía muchos antecedentes policiales —cuenta papá apareciendo y sentándose a mi lado.

—Lo siento, papá —lo abrazo.

—Está bien, ricitos —dice besando mi cabeza y sonrío.

—Tenía casa por cárcel por su edad. Los policías nos pusieron reglas diciéndonos que no podíamos acercarle a alguien —habla mamá—. No podíamos dejar que te acercaras a ella. Nos podían encarcelar por incumplir las reglas. Tampoco podíamos acercarnos nosotros y no queríamos tenerte en un ambiente como ese tampoco.

—Perdón por no haberlos querido escuchar —digo—. Soy demasiado necia, ¿verdad?

—Demasiado, pero es entendible —dice mamá y sonreímos.

—Lamento lo de Tyler —dice papá colocándome una de sus manos en mi espalda.

—Está bien —sigo bajándome de la silla.

Camino hasta la nevera y saco un frasco con helado y también sirope.

Camino y veo como mis padres me miran negando con la cabeza, mientras ríen.

Sonrío.

Me gusta que ya no estemos peleados. Se siente un mejor ambiente, más relajado y menos tenso.

Camino y subo las escaleras.

Llego a mi habitación y me lanzo en la cama.

—Éstos van a ser días difíciles —digo a la nada en voz alta y abro el helado.

Vierto el sirope en el helado y un poco en la cucharilla antes de meterme un bocado a la boca.

Enciendo el televisor y dejo algún canal, están pasando algún programa de policías y me encanta.

Tengo que hacer cosas que me suban el ánimo, ¿no?.

¿Qué mejor que comer helado viendo tu programa favorito?.

Me pongo a pensar y sin duda hay algo mejor que eso:

Compartir mi helado y mi tarde con Tyler.

La chica que lo tenía todo (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora