08 || Lo prometo

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TYLER

—No... Tyl... —tartamudea— Creo que...

—No, Emma —la interrumpo—Escuchaste perfectamente.

Conozco a Emma lo suficiente como para saber que cuando algo la sorprende muchísimo, cree no haberlo escuchado.

La miro y no me da tiempo de leer sus ojos porque se me lanza encima para abrazarme.

»¿Podemos hablar afuera? —pregunto y ella se despega para luego limitarse a asentir.

Nos levantamos del suelo y caminamos hacia la puerta.

Cuando llego, tomo la cerradura, le doy vuelta y le hago un ademán con la mano para que pase primero.

Ella sale de la habitación y yo volteo a ver a los chicos. Ellos me miran y alzan sus pulgares deseando buena suerte.

—Cuéntenles el plan —les digo a Alex y Drew.

—¿Lo harémos cuando lleguen? —pregunta Drew.

—Sí —respondo secamente—. Me encargaré de darles el tiempo suficiente para que tengan todo listo.

Volteo y salgo de la habitación cerrando la puerta detrás de mi.

Bajo las escaleras y camino hacia la puerta principal.

La veo y también noto que se encuentra parada viendo por la ventana.

Estaba tan concentrado en mi secreto, que no me percaté que estaba nevando.

Camino hacia el parchero y agarro un abrigo de Emma y uno de visitas para mí.

Le entrego el suyo y nos los ponemos. Ella abre la puerta y enseguida empiezo a sentir el frío tratar de entrar a mi cuerpo.

Salimos al porche y ella se sienta en el columpio familiar.

Le dá palmadas al espacio que tiene al lado para que me siente.

Camino hacia ella y hago lo que me pide.

—¿Desde cuando sientes eso? —pregunta.

Me alegro de que haya sido ella quien empezara con la conversación.

Estoy tan nervioso, espero no se me note.

—Desde la primera vez que me hablaste de Parker —respondo y veo que hace una mueca.

—¿Por qué no me lo dijiste? —sigue preguntando, pero ésta vez, sé que trata de leer mi rostro.

—¿Habría cambiado algo? —no hay respuesta de su parte—. Yo no quería quitarte tu felicidad —digo observando la nieve empezar a cubrir el césped—, te veías tan feliz, tu rostro se iluminaba con tan solo escuchar su nombre —miro hacía abajo, recordando todo—. Cuando comenzaste a hablarme de Parker sentí celos y me molestaba, aunque no te dieras cuenta. Pero luego comprendí que era tu felicidad y que me importa más verte feliz con la persona que escogieras.

—Gracias por tu sinceridad —dice mirándome a los ojos cuando levanto la cara y sé que tiene otra pregunta, también sé que ésta la está carcomiendo por dentro.

—Puedes preguntar —digo y baja su cabeza para después decir:

—¿Me dijiste lo que había hecho Parker porque te gusto o lo dijiste porque te preocupabas por mí? —pregunta y no puedo negar que me dolieron sus palabras.

—Te lo dije porque nunca te he mentido. Independientemente de si me gustabas o no, te lo iba a decir, pero nunca con malas intenciones —zanjo y ella levanta la cabeza—. A pesar de todo, eres mi mejor amiga y no te mentiría jamás —termino y me abraza.

La chica que lo tenía todo (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora