Aviso, este "capítulo" es extremadamente largo, así que se viene mucho texto. Además de que ocurren dos cambios que hice:
1.- Aquí, Yuta Asahina no murió, ya que nunca llegó a nadar al ser detenido por los Monopeques. Se explicará, pero lo menciono ahora por si acaso. ¿Que porqué hago esto? Yuta Asahina necesita más amor.
2.- Para no andar repitiendo siempre Impostor, hice que el Impostor definitivo se llamase Eiji. NO es canon, me lo inventé para darle un poco más de humanidad al pobre.
Navidad, esa festividad que se define en "felicidad", y ese año no sería diferente.
Eran las primeras navidades que pasarían los 16 juntos en la isla, la familia al completo. Hinata suspiró feliz al ver el viejo edificio abandonado ya no tan abandonado, lleno de decoraciones y luces navideñas.
Ibuki y Souda estaban terminando de implantar el pequeño "telón" para el concierto de mañana, y de vez en cuando se unía Saionji para asegurarse de que esas placas de metal no fueran peligrosas al momento de subirse y actuar. Mahiru y Sonia se encargaban de decorar la mesa de la comida con pequeñas figuritas de papel que hicieron entre todos, y el resto del grupo decoraban el enorme árbol de Navidad que se hallaba en medio del local, excepto cierto suertudo y yakuza que se encontraban limpiando un poco la zona de la celebración.
Él también ayudaba, ya que encima esa Navidad iba a ser el doble de especial.
Primer motivo, no serían solo ellos, también vendrían sus kohai con unos cuantos invitados, al parecer supervivientes de la tragedia.
Segundo motivo, sería en ese día especial, Navidad, donde por fin dejaría de lado su terquedad y admitiría sus sentimientos, además de decírselo a su compañero que, encima, ya le había expresado su admiración/posible amor. Sí, Nagito Komaeda.
Pasaron meses desde su despertar del NWP, y en esos cuantos meses habían avanzando todos mucho. Obviamente hubo complicaciones, resentimientos y dudas respecto al albino, pero al final lo logró, logró que, por fin, le aceptaran. No le perdonaron, simplemente entendieron que, si bien no justifica sus acciones en el programa, lo hizo estando presente un serio problema de demencia que le alteró bastante.
Era su oportunidad de tener esa familia que su suerte no le permitió, y Hajime Hinata se encargó de que la tuviera. Ahora solo había buen ambiente y confianza entre todos ellos, decidiendo olvidar el pasado y centrarse en el futuro.
El castaño salió del lugar cuando vio que todo estaba bajo control, sonriendo al encontrarse a Pekoyama y Akane decorando el hotel y la piscina con luces de colores que encontraron por ahí, riendo divertidas al formar una especie de reno deforme en las escaleras que daban a la terraza del restaurante.
Iba a ser el día perfecto para aclararse delante de Nagito. Sí, el primer paso ya estaba hecho, que él mismo se diese cuenta, y le llevó lo suyo. Le costó que su orgullo le dejase ver con claridad que el chico dejó hace tiempo de ser sólo un amigo, que había algo más, y fue hace poco que se dio cuenta.
Pero, ¿por qué Navidad?
A Nagito le encantaba leer, muchas noches se quedaron despiertos leyendo cuando alguno de ellos despertaba por alguna pesadilla o el insomnio hacía de las suyas, y fue en una de esas noches que lo vio. Una de las novelas favoritas del albino, donde a mitad del libro se desarrollaba la trama de la pareja principal, teniendo al chico declarándose en el día de Navidad al ser una época romántica y mágica, algo tan normal que llegaba a aburrir.
Y por eso le fascinaba a Nagito esa escena, porque era normal e imposible a sus ojos. Sabía que no podría vivir esa escena de libro de la "declaración navideña", nadie querría estar con él de esa forma amorosa.
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Hopeful 「Komahina」
RandomNagito Komaeda era una persona compleja de comprender, un alma que intentaba seguir resplandeciendo en medio de tantas experiencias oscuras y desesperantes, buscando esa pequeña y brillante esperanza para tener motivos para vivir. Sin embargo, el de...