A Hinata no le gustaba el teatro, sentía que era un campo artístico muy alejado de sus habilidades. Casi nunca fue a ver una obra de teatro, la única novela de ese estilo que se leyó fue Romeo y Julieta y fue gracias a un audiolibro con velocidad al doble, y no era buen actor, para nada.
O eso pensaba hasta hace una semana.
Su instituto era conocido por su departamento de clubs. El club de fotografía, cocina, arte... Todos ellos eran auténticos genios, demostrando un talento genial en cada uno de sus miembros, destacando el club de teatro. El Instituto Kodaka llevaba casi seis años consecutivos ganando premios por las obras que este club representaba en los gimnasios, incluso llegando a actuar en uno de los festivales más grandes de Japón enfrente de decenas de miles de personas. Actores que te cautivaban con sus actuaciones perfectas, música que te tragaba en la historia y perfección absoluta en todo detalle en el escenario, esos eran los secretos tras esa perfección.
Por eso Hajime nunca se imaginó entrar en ese club, que cuando perdió una apuesta con su amiga y le obligaron a ir a las pruebas de nuevos actores no pasaría de un momento vergonzoso.
Al parecer tenía un talento para la actuación, ya que la 'jefa' del club lo eligió protagonista. No lo entendía, y le enfadaba, ya que ahora sus pocas horas libres de estudiar las perdería en ese maldito club que ni le interesaba. La mirada de odio que le echó a Natsumi le hizo temblar (esperaba), al menos hasta que se obligó a dirigirse al salón del club.
Volvió a maldecir en voz baja mientras miraba el papelito con el número del aula, una situada al fondo del ala oeste del instituto. Apartado de las clases principales para que los actores se pudieran concentrar en sus actuaciones, con algunos privilegios como salir antes de clase o poder llegar tarde, sin hablar de que contaban con preferencias en los exámenes si había una obra importante en medio, y en cierto modo podía llegar a ser interesante.
Sonia estaría contenta de ver que estaría en su club.
Paró en seco al llegar a la puerta, respirando hondo antes de abrirla con cuidado, asomando la cabeza con precaución.
-Con permiso- esperó unos segundos, pero nadie le devolvió la frase, tomando eso como una invitación indirecta-. ¿Hola?
El aula de teatro era realmente grande, casi tan enorme como el aula donde estaba su clase. Había una puerta de madera bastante vieja a su izquierda y una pequeña sábana blanca extendida en horizontal al final del aula, como una especie de pared improvisada que tapaba la ventana de la habitación, dejando que entrase una iluminación bastante agradable. Lo primero que vio fueron las sillas por alrededor de la zona, sin contar con la enorme mesa de madera justo en el centro llena de papeles por encima. Algunos armarios empotrados contra las paredes estaban repletos de libros y guiones sueltos, con alguna que otra prenda desparramada por cualquier sitio.
No era muy diferente de su habitación, la verdad.
Caminó despacio, observando con sus ojos verde oliva la habitación. Un leve aroma a limón le llegó a las fosas nasales, como una especie de ambientador para relajar el ambiente y hacerlo más... hogareño, supuso. Realmente no había mucho más que ver, a parte de cotillear la puerta de madera vieja.
Pero, al alzar su mano para agarrar el pomo, sus oídos lo captaron, un sonido tan suave y bajito que no lo escuchó al principio.
Venía de detrás de la sábana.
Por un momento su mente se imaginó una escena de película de terror, un monstruo o asesino en serie esperando pacientemente a que se acercara como un incauto y así pudiera atraparlo de sorpresa, pero enseguida se dio cuenta de lo ridículo que era eso. Respirando profundamente, se armó de valor para agarrar la sábana y echarla ligeramente hacia atrás para observar, llevándose algo... inusual.
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Hopeful 「Komahina」
RandomNagito Komaeda era una persona compleja de comprender, un alma que intentaba seguir resplandeciendo en medio de tantas experiencias oscuras y desesperantes, buscando esa pequeña y brillante esperanza para tener motivos para vivir. Sin embargo, el de...