Si, esto es otra historia romántica, pero no cualquier historia, sin duda el protagonista no es un fuckboy y el/la antagonista no es un/a ex de los protagonistas, tampoco es que te diré quién es.
Oriana está haciendo todo a su alcance para superarse...
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Estoy en mi habitación en Los Ángeles, no sé ni siquiera porque estoy aquí, debí irme a un hotel, no sé qué hago, me siento cansada, perdida ¿Qué estoy haciendo? ¿Por qué me cuesta tanto vivir?
Creo que pasar gran parte de tu vida en un ambiente toxico hace que sea lo único que conozcas, Richard sin duda no fue el padre del año, era un imbécil y tal vez este moralmente mal que hable así de una persona muerta, sin mencionar que es mi padre; pero, es cierto, generalmente cuando alguien muere las personas hablan de esta como si hubiese sido un ángel, hay casos que es así, fue una buena persona, pero no en mi caso, Richard fue una basura que cubría su trasero con la prensa para que todos lo vieran como un santo, los medios lo están pintando como una persona maravillosa, un hombre trabajador que solo veía por su familia, que nunca golpeo a su esposa e hija, que nunca engaño a su esposa, que nunca ignoro las suplicas de su hija... el padre del año.
Más bien la basura del año, siempre trato de no recordar lo que era mi infancia antes de que Mónica se convirtiera en eso, porque también fue un infierno.
Mis padres trataron de hacerme fuerte a su manera, solo me obligaron a ser fuerte para protegerme de ellos mismos, querían obligarme a seguir sus pasos, yo debía elegir si ser actriz, cantante, bailaría, modelo... desarrolle tantos desórdenes alimenticios por moldearme a los estándares de belleza de esta sociedad que al día de hoy todavía me cuesta comer sanamente... yo no elegí nacer y sé que Mónica no eligió traerme al mundo, lo sé, ella me lo recordó incansables veces, ellos no me educaron, yo sola aprendí a dar pasos poco a poco en el mundo que estaba viviendo.
Estuve secuestrada en ese mundo por 18 años, conviviendo con esas personas, obligada a ser cosas que no quería, por suerte tuve a Ángela, ella si fue mi madre, me ayudo a juntar dinero a espaldas de mis padres para cuando cumpliera la mayoría de edad poder irme a la universidad, cuando ese día llegó, yo juro que nunca había sido tan feliz, tuve que escaparme de esa casa para poder irme a la universidad, me fui hasta Inglaterra para estar más lejos de ellos; cuando se enteraron hicieron todo lo posible para llevarme de vuelta a Los Ángeles, pero yo ya era mayor de edad y había contratado una abogada que no se dejara comprar, había reunido mucho dinero con lo del modelaje.
Me pusieron varias piedras en el camino y pude lograrlo, y ahora siento que todo lo que logre se está yendo a la mierda, que yo lo estoy conduciendo a esto, con mis malditos sentimientos, sería mejor dejar de sentir, dejar de existir. No sé porque sigo volviendo aquí, cada decisión, cada paso o vuelta me sigue trayendo aquí, tal vez inconscientemente confundo esto con felicidad, debo volver a ser la persona fría que solo pensaba en sí misma, seguro eso me dejará de lastimar.
La puerta se abre, es Mónica, está de luto –simplemente ridícula- y por su cara sé que viene con fines de manipulación.
— ¿Qué?— no seré amable, me importa una mierda si se murió su esposo, total, ella fue la que hizo eso posible.
