35. Sueños en el tiempo

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I'm back bitches 🔥

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Ethan Megalos

Liberaron a Mónica, de alguna forma lograron invalidar la declaración de Oriana, ya que las pruebas de semen que tenían solo inculpaban al agresor, pero no hay pruebas de que Mónica estuviera involucrada, no más que la declaración de Oriana de cuando tenía 16 años y los abogados lograron que la liberaran bajo garantía económica.

Quien dijo que el dinero no compra todo, le faltaba dinero.

Oriana no lo sabe, no he tenido el valor para contárselo y ella no ha salido de la casa desde el intento de suicidio, tampoco la dejo entrar a redes o ver el noticiero, cuando no estoy con ella, esta Angela o mi madre; en pocas palabras, nunca está sola.

—Ethan— escucho a Oriana llamándome desde la sala, estoy en la cocina usando mi laptop.

Me aseguro de bloquearla antes de ir con ella para ver lo que necesita.

—¿Qué pasa?— está sentada en el sofá leyendo, con su piernas caramelos subidas, un vestido suelto y su cabello atado en un moño descuidado que deja escapar varias hebras.

—Estoy aburrida— deja el libro a un lado y recuesta su cabeza en el espaldar del sofá mirándome tratando de hacer una mueca tiernas, que por cierto, aun no le sale —Hagamos algo ¿Sí?

Camino hasta ella y me siento a su lado, tomando sus piernas y poniéndolas en mi regazo —¿Qué quieres hacer? ¿Friends?

Niega.

—Estoy cansada de estar encerradas, quiero salir... antes dábamos paseos, íbamos al cine... hacíamos cosas cursis de pareja que fingía que no me gustaban— no puedo evitar sonreír divertido aunque los nervios estén creciendo dentro de mí.

—Sabía que fingías, imposible que no te gustara el cine.

—Si, si, si... soy culpable— mueve su cabeza de un lado a otro mientras voltea los ojos —Ahora deja de cambiar de tema y vamos a salir.

—No creo que sea buena idea salir— si salimos seguro se entera, y quiero ser yo quien se lo diga, solo que no he reunido el valor para hacerlo.

—¿Por qué no?— claro que lograr que se quede aquí no será una tarea fácil —Yo quiero salir, estoy cansada de estar encerrada, salgamos ahora que podemos sin escondernos.

—Oriana cre...

—No, vamos a salir— se pone de pie decidida y ¿Cómo le digo que no? Si hace poco ella estaba que no quería ni salir de la cama —Voy a cambiarme, si no quieres ir al cine está bien, pero podemos dar un pase por Central Park.

—Está bien, te espero— ahí es difícil que se entere.

Luego de unos minutos ella está lista y nos subimos al auto, donde conduzco hasta el parque mientras en la radio suena Angels like you y Oriana la tararea.

Y como tiempo atrás caminamos con nuestros helado, ella vainilla y yo una mezcla de todos los sabores, por suerte hay pocas personas y las pocas qué hay no nos prestan atención.

—Y ¿Cuándo volverás a la oficina?— pregunto lo más suave posible, y temo ser demasiado imprudente y que todo se venga abajo.

—¿Qué oficina?

La miro con una mueca de incredulidad. Oriana Kuat, la adicta al trabajo ¿No se acuerda que tiene una empresa a su cargo?

—Tú oficina, Imperium Kuat ¿Recuerdas?— ella sigue ida, como si nunca hubiera tenido una empresa —Oriana, la Torre Kuat, tu empresa.

Y es como si a su cara llegara la claridad y volviera a la realidad —Ahhh sí, claro que recuerdo que tengo una empresa Ethan, no estoy loca— ríe divertida, aunque yo sigo analizando todo esto —Solo que no me siento con la fuerza necesaria para ir y enfrentar todo.

—Entiendo, es compresible, debes tomarte el tiempo que necesites— eso tiene sentido, el que olvide su empresa no tanto.

—¿Crees que tú puedas tomar el mando por un tiempo?— me pregunta y abro los ojos asombrado —Solo si puedes claro, que crees que es demasiado trabajo lo entenderé.

—No, no es eso, te ayudaré con gusto, es solo que es raro que quieras que otro se encargue de lo tuyo— tomando en cuenta como fue nuestro inicio.

—No es otro, eres tú, confío en ti— y me da una linda sonrisa.

Luego de eso volvimos a casa, esta vez con Wake me up en la radio.

Entramos y comenzamos a hacer la cena juntos, en un momento suena el timbre y Oriana corre a abrir sin darme tiempo a reaccionar.

—Yo abro— grita cuando ya está a mitad de camino.

—¡Oriana... espera! Yo...

—Hola hija— esas dos palabras me interrumpen, corro hasta la entrada y ahí está Oriana mirando a Mónica que tiene una sonrisa en los labios —¿Extrañaste a mami?

Me acerco alejando a Oriana y poniéndola detrás de mi enfrentando a su madre.

—¿Qué crees que estás haciendo? ¿Como te atreves a venir aquí? No creo que al juez le haga mucha gracia que vengas a atormentar a la víctima cuando estás siendo investigada— suelta una ostentosa risa.

—No deberías de gastar palabras en mí, querido; tranquilo que no creo que me vuelvas a ver— la sonrisa sigue en sus y trata de ver detrás de mí pero de lo impido.

—Lárgate Mónica y haznos un favor a todos de irte a la mierda ¿No has tenido suficiente ya? ¿Qué más quieres de ella? ¿No puedes simplemente irte y dejarla ser feliz?

—Ay querido, no te espantes tanto que yo ya terminé, hice lo que venía a hacer— respiro al saber que ya se va —Yo que tú me ignoraría y auxiliaría a la mujer que amo... o por lo menos despídete— ríe fuertemente y se va.

Mi cuerpo se queda helado, doy la vuelta lentamente y miro a Oriana que me miró fijamente, Oriana con un puñal en el corazón.

Mi cuerpo se queda helado, doy la vuelta lentamente y miro a Oriana que me miró fijamente, Oriana con un puñal en el corazón

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Hola 🙃

Cuanto tiempo ¿No?

Hace unos años que no actualizaba, les cuento que me dio un bloqueo terrible luego de leer un libro y no podía ni leer, ni escribir y con el tiempo me desanimé y dejé de escribir, pero estoy decidida a terminar este libro, porque eso de dejar las cosas a medias no me gusta.

Así que, creo que nos veremos más seguido.

PoderososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora