4. Conociéndome

1.5K 112 45
                                    

Mi despertador suena, pero ya yo estoy colocándome mi ropa interior, negra de encaje, me pongo todas las lociones necesarias en mi cuerpo, voy hasta mi closet y elijo un vestido negro ceñido al cuerpo, con mangas cero, falda de tubo y unos botones...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mi despertador suena, pero ya yo estoy colocándome mi ropa interior, negra de encaje, me pongo todas las lociones necesarias en mi cuerpo, voy hasta mi closet y elijo un vestido negro ceñido al cuerpo, con mangas cero, falda de tubo y unos botones plateados en toda la línea vertical izquierda hasta terminar con una sutil abertura; antes de ponerme los tacones voy hasta mi tocador y me hago un maquillaje sencillo con un labial rojo intenso, mi cabello lo dejo suelto con sutiles ondas, me coloco unos aretes de un tamaño mediano en forma de rectángulos, por último tomo unos tacones de punta de aproximadamente nueve centímetros.

Tomo todas mis cosas y salgo sin desayunar.

No espero a Juan ni a Matthew, voy hasta el garaje y tomo uno de los autos, un Lexus LC 500 negro, me subo y me dirijo a Megalos, veo por el espejo retrovisor que un auto me viene siguiendo desde que salí de casa, genial, reporteros.

Cuando llego a Megalos aparco en frente, no en el estacionamiento, pongo las monedas correspondientes en el parquímetro y me dirijo a uno de los guardias que me ve impresionado.

—Buenos días— saludo obviamente, él corresponde mi saludo con una sonrisa gentil —¿Podrías hacerme un favor?

—Claro dígame señorita— se la perdono porque no me conoce.

—Dígame Oriana— el asiente con una sonrisa —No sé cuánto tiempo voy a estar ahí adentro y quisiera que cada vez que se acabe el tiempo ponga más monedas en la máquina, por favor.

—Por supuesto— le entrego una bolsa con muchas monedas que siempre tengo en todos los autos para estas cosas y me voy despidiéndome.

No me detengo en recepción pero esta vez la chica no me dice nada, solo me ve pasar, marco la última planta y cuando llego voy hasta la oficina del idiota de mi nuevo "socio" Kate solo me ve pasar.

Abro sin tocar y en ese preciso momento Ethan se estaba sirviendo un trago.

—Quiero un Martini sucio en las rocas, pero en vez de ponerle ginebra ponle vodka— el asiente y se dispone a hacerlo, yo voy hasta su escritorio, tomo el sobre de Wattpad -aun sin abrir- y luego me siento en el sillón grande, dejo mis cosas encima de la mesa de centro y abro el sobre.

—Tu trago— levanto la mirada y ahí está Ethan, tomo el vaso y dejo el sobre encima de la mesa, él se sienta a mi lado.

Doy el primer sorbo, y es justo como lo quería, siento una mirada sobre mí y es Ethan que me mira mientras da un trago ¿Qué estará tomando? Él toma un mechón de mi cabello con la intención de ponerlo detrás de mi oreja, pero se lo quito y me lo pongo yo, Ethan suspira y deja su vaso en la mesa y vuelve a mirarme.

—¿En que estabas pensando? — mucho había tardado en ponerme histérica, él solo sigue mirándome como tarado —¿Siquiera pensaste? ¿Dos competencias siendo socios? ¿Qué seguirá después? ¿Cortar el lazo de mi proyecto agarrados de las manos?

PoderososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora