No
-Me encantó el cuento... deberías dedicarte a leer, lees muy hermoso- le sonrío a Ethan mientras él conduce hacia mi casa.
-No sería feliz, me gusta dar órdenes, soy buena en ello- él ríe por mi comentario -Si me dedicara a la literatura, yo pondría una editorial, para poder mandar.
En eso estamos de acuerdo.
Claro que sí, Petro.
-Y de seguro hasta en eso serías buena- ambos reímos y es que tiene razón, soy buena en todo lo que hago.
Llegamos a mi casa, al abrir la puerta, luego de saludar a Martín, los tres amores de mi vida me reciben con alegría y como si no me hubieran visto en años.
- ¿Cómo se portaron estos machos tontos e infantiles?- le digo a Dove mientras acaricio su suave pelaje dorado y ella como si entendiera mi broma comienza a saltar por todos lados, Ethan solo me ve divertido.
Ahora veo a Coco, estoy de rodillas en el piso, palmeo mis muslos y esa bola de pelos blancos viene hasta mi - ¿Y cómo está el consentido de mami?- este busca estar más cerca de mí, veo a Oscar como me ve ansioso de que lo llame para acariciarlo -Ven aquí campeón- y este viene enseguida seguido por Dove, los acaricio hasta que van con Ethan buscando lo mismo.
Los dejo ahí para que se den amor y yo voy hasta mi habitación, y luego a mi clóset, tomo unos jeans claros, un body negro, me pondré unas botas negras hasta la rodilla, con tacón, estamos en junio por lo que el día está fresco y puedo ponerme lo que quiera, escucho la puerta de mi habitación y de seguro es Ethan que acaba de entrar.
Salgo del clóset y Ethan está tirado en mi cama, con un pantalón negro, una camiseta blanca, tiene unas especies de botas que no parecen botas en realidad ¿Me explico?
No, para nada.
Bueno Petronila, tampoco es que soy modista.
Pero la madre de Ethan sí.
Lo sé, el maldito sabe más de moda que yo.
Él no tiene el abrigo rojo vino que tenía antes, seguro se lo quitó por la calefacción de la casa, él ve como me paseo en ropa interior, con él acostado en la cama como si fuera suya, aunque debe sentirse así, ya que desde que llegamos de Los Ángeles, si él no duerme aquí, yo duermo en su casa.
- ¿Sabes? Podríamos cancelar la cita y quedarnos aquí y acurrucarnos- escucho que dice mientras me pongo el body negro de manga corta y los jeans claros.
-Ni lo pienses, quiero ir a esa cita, quiero tener algún día una cita- me pongo las botas mientras me siento en la cama para que se me haga más fácil.
- ¿Nunca has tenido una cita?- él se acerca a mí y peina mi cabello, da un beso en mi hombro y cuando miro por encima de este me roba un pequeño beso.
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Poderosos
RandomSi, esto es otra historia romántica, pero no cualquier historia, sin duda el protagonista no es un fuckboy y el/la antagonista no es un/a ex de los protagonistas, tampoco es que te diré quién es. Oriana está haciendo todo a su alcance para superarse...