Si, esto es otra historia romántica, pero no cualquier historia, sin duda el protagonista no es un fuckboy y el/la antagonista no es un/a ex de los protagonistas, tampoco es que te diré quién es.
Oriana está haciendo todo a su alcance para superarse...
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Voy hasta ella y la abrazo, ella besa mi mejilla.
Voy detrás de su silla de ruedas y la llevo hasta su lugar habitual, al lado de la pequeña mesa, ella me da una sonrisa y yo voy y me siento frente a ella en el sofá.
Ángela Carson, la persona a la que yo considero mi verdadera madre, mi ejemplo a seguir, mi guía, mi paño de lágrimas, mi psicóloga, mi todo.
—Cuéntame cariño ¿Qué tal tu semana? — ella vuelve a ponerse sus lentes, abre un cajón y toma una libreta donde anota todo lo relacionado a mí, solo lo mío.
—Jodida— ella ríe, su cabello negro esta suelto y sus ojos azules en todo su esplendor —¿Recuerdas lo que te conté? Del chico con que dormí hace como dos semanas— ella asiente —Pues al parecer yo le gusto, tiene sentimientos hacia mí o algo así y pues yo le deje en claro que no quería nada con él y al parecer se enojó y me está haciendo la vida imposible.
—Sí, vi algo de eso en televisión... me parece simpático el chico— yo me encojo de hombros, demasiado simpático —Y guapo.
—Sí, es muy guapo— digo sin prestar atención viendo mis uñas y pienso —Y además es más que bueno en la cama.
Ella suelta una fuerte carcajada y me doy cuenta en el error que cometí.
No me dejara en paz.
Háblale de mi estúpida.
—Amo que conmigo no puedas ocultar tus pensamientos— frunzo el ceño hacia ella y eso la hace reír mas —¿Y porque no le das una oportunidad a Ethan bueno en la cama Megalos?
—¡Mamá! — me molestara al menos en tres sesiones mas con esto —Tu sabes muy bien que las relaciones amorosas no son lo mío, que no soy de compromisos.
No seré como ella.
—Oriana si quieres avanzar tienes que aprender a confiar.
—Mamá es que...
—No... ahora soy tu psicóloga, no tu mamá... hace dos años tú me dijiste que querías progresar, no querías quedarte estancada y ser como ella, pero tú no eres ella... eres Oriana, no eres Mónica— esa mujer intento hacerme la vida imposible cuando decidí no hacer lo que ella me ordenaba, pero no lo logró, yo progresé, yo salí adelante y me superé, me recupere y hoy soy la número uno.
—El amor te hace débil y sé que es una frase muy cliché y en algún punto llega a ser estúpida— ella asiente estando de acuerdo —Pero también en algún punto tiene su razón, mira lo que le hizo mi padre a Mónica, la convirtió en su sombra— recuerdo bien las veces que con insultos Ricardo hizo cada vez más diminuta a Mónica, hasta que la convirtió en la sombra de la típica mujer que el patriarcado exige y en el monstruo que me obligaba a seguir sus pasos.
—Si... pero tú no eres Mónica... Oriana en la vida hay que correr riesgos, pero si no estás lista, está bien, lo entiendo— ¿Qué tramas ahora Ángela? —Cuando salgas de aquí, ve con Ethan y dile que quieres cortar cualquier lazo que no sea profesional con él.
