Continuando con los acontecimientos del capítulo anterior; partiendo desde la conversación de Kevin y Juuzo acerca de los collares que portan los reyes del infierno.
La situación como habíamos dejado, se encontraba bajo la gravedad del suspenso que emanaba la verdad detrás de estas reliquias, cuyo trasfondo se estaba por explicar a manos de Juuzo mientras Kevin, se notaba muy serio y atento al tema, mientras tomaba sin perturbación, el café que ya estaba tibio.
Juuzo: – "Las Joyas del Rey", no son más que cinco reliquias malditas para otorgarles "poder" de cierta manera a un individuo. – Tomó un sorbo del café.
Kevin: – ¿Qué quieres decir con "poder"? –
Juuzo: – Autoridad, y también poder en niveles espirituales. –
Kevin: – Ya veo, pero, ¿no tienen alguna otra importancia además de lo que dijiste? –
Juuzo: El Shinigami asintió lentamente con la cabeza. – Sí. Como su nombre lo lleva diciendo, las joyas me pertenecen por tradición de la realeza entre los reyes del inframundo, incluso yo tengo mi propio collar. – Desabrochó la capa que cubría su cabeza y la mitad del torso, para dejar a la vista un colgante igual al de los que llevaban Ghost y Geraldoz, adornada con una gema de color rojo.
Kevin: – Espera, no tiene sentido nada de lo que dices... Si las joyas son tuyas, y esos collares dan poder en sentido espiritual y político, ¿por qué no se las quitas? ¿No crees que es más sencillo acabar con esta estúpida guerra? – Preguntó, mientras miraba a Juuzo con confusión.
Juuzo: – Hay varias razones por las que no puedo hacerlo, la primera es porque los demonios ya fueron sumergidos en las mentiras de los demás gobernantes, y si me rebelo, el poder que se me dio como Rey del Infierno me lo arrebatarán y después me ejecutarán. – Finalmente acabó con la taza de café, y la dejó vacía en una pequeña mesa cercana.
Kevin: – ¿La segunda? –
Juuzo: – Con calma, a eso iba. La segunda razón por la que no puedo interferir es porque los collares poseen fragmentos de mi poder y esa energía repartida por todos los collares se adhieren a sus portadores para llegar a un punto donde no conocen el límite, salvo por la muerte, el dividir mi poder en partes iguales me hace incapaz de pelear, es decir, estoy débil... Y por eso deben romper los collares, para que así pueda recuperar mis poderes. –
Kevin: – Ya veo, pero... ¿No crees que ya hemos acabado con suficientes ya? Digo, van dos de cinco, algo debiste haber recuperado. – Se echó sobre el sillón y cruzó las piernas.
Juuzo: – Pues, sí he notado que ha llegado algo de energía, pero al parecer, el collar no regresa a su fuente original, ya que la que ha llegado es escasa y he de suponer que lo que se dispersa no va hacia un mismo punto, sino que parten a otras direcciones. –
Kevin: – ¿Qué quieres decir? –
Juuzo: – Que la energía no sólo esté regresando a mí, sino a los portadores restantes. –
Kevin: – Lo que faltaba, supongo que vamos a tener que abrir más las nalgas cuando nos topemos con uno de ellos. – Suspiró cansino, aún intentaba procesar todo.
Juuzo: – Pero eso no es todo, hay otra cosa que pueden hacer estos collares. Pueden otorgarles la llegada del infierno a otras dimensiones, es decir, expandir el dominio de este mundo. –
Kevin: – ¿Qué? ¿Cómo es eso posible? –
Juuzo: – Ese es el poder de los collares, pero para hacerlo deben estar todos reunidos en la salida del infierno y pasar por esa gran puerta, por eso los vientos están en mi contra, porque quieren reunir la última pieza. –
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Heart of a Devil
RandomLa historia gira alrededor de Kiro Naraka, un híbrido con linajes de humano, ángel y demonio que consigue escapar de una cueva, luego de estar cuatro años atrapado entre la oscuridad, solo y desamparado, y con el objetivo de querer asesinar a su pad...