Capítulo 27: Una Pequeña Historia...

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Después de la ardua batalla, los papeles de protagonismo cambiaron de un momento a otro, el lugar de los hechos ahora yacía en la habitación oscura donde la enorme entidad vaporea, yacía sentado en su trono, mirando una de las antorchas que había en la habitación, que eventualmente, el fuego de esta llama, se extinguió.

DB: – Finalmente acabaron con ese candelabro oxidado... Hfmp. – Se levantó de su trono, y se dirigió hasta la salida de aquella habitación. – Todos son unos malditos inútiles... Llegará el momento en que yo tenga que encargarme de esas plagas. – Se detuvo frente a la entrada, haciendo aparecer su gran lanza ente sus dedos, amén de un ligero vaivén que hizo con su brazo. – Pero no será ahora... –

Nuevamente, los papeles hicieron cambio en la historia, regresando al campo de batalla, donde en el lugar de los hechos, se encontraban David y Daniel reunidos, presenciando la muerte de Ghost a manos de Yoshakin, quién atravesó el pecho de éste con su espada.

Yoshakin: Esperó a que la respiración de Ghost se cortara, para después sacar su Katana de su pecho y tirar el cadáver de éste al suelo, mientras envainaba su sable de regreso. – Qué pena que haya durado poco contra mí. –

Daniel: – ¿Poco? – Enarcó una ceja, dirigiendo su mirada hacia el androide. – ¿Quieres decir que eras por lejos, más poderoso que él? –

Yoshakin: – No lo sé, pero siento que no usó todo su potencial contra nosotros. –

Daniel: – ¿Qué quieres decir? –

Yoshakin: – Digo que... No creo que haya tenido tan pocas técnicas siendo un "dios". Juuzo nos mencionó que aquellos que llevan el título de "dios" no poseen límites, sin embargo, no son inmortales, a menos que hayan obtenido tal bendición o la reciban a través de un amuleto. –

David: – Es verdad, con decir que no poseen límites, creo que se refería a que sus reservas de energía son ilimitadas, por eso Ghost usó bastante poder y, aun así, no lucía agotado. – Explicó el rubio, mientras se ajustaba los lentes.

Kevin: – Qué escritores tan flojos... – Por alguna razón, Kevin estaba en la escena del crimen, sentado a la par del cadáver de Ghost que por alguna razón seguía calcinándose, y pues... El chico de ojeras nada más asaba un malvavisco, aprovechando de la candela.

David: Tanto como él, como Yoshakin, saltaron del susto al darse cuenta de la presencia de Kevin, Daniel nada más se impresionó, pero solo un poco. – ¡Mierd...! ¡Kevin! ¡Joder! ¡Al menos avisa que estás aquí! –

Kevin: – Ah, pues... Ya estoy aquí, jejox. – Sonrió de una manera tan retrasada, que se veía gracioso. – Pues, como destruyeron las calaveras de fuego, y no me dejaron terminar de asar mis malvaviscos... Pues, aquí estoy. –

David: – ¿Qué rayos? ¿Cómo es que puedes...? Agh, ¿Sabes qué? Ni siquiera voy a preguntar. –

Kevin: – Sé lo que piensas, y sé cómo te sientes, yo también quería que el autor escribiera esa escena, pero como un capítulo normalmente dura seis páginas en Word y la pelea estaba chingona, supongo que no alcanzó el tiempo. –

Daniel: – Sí, lo que digas, ¿dónde están los demás? –

Kevin: – Funados. –

Daniel: – ¿Qué? –

Kevin: – Sito. – Se empezó a reír como foca con retraso.

Daniel: – Bastardo inútil de mierda. –

Kevin: – Oye, oye, no hay necesidad de agredir verbalmente, están bien tu tranquilo. –

Yutaro: – ¿De qué hablan? – Así como también el ruso hizo su aparición, se hizo presente nuestro pelinegro demonio junto a él.

Heart of a DevilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora