Capítulo 18: Liberando un Alma.

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Syrak: – Hfmp... Acabaré con esto ahora, es una pena. – Acumuló una intensa llama en su mano para luego elevarla y apuntarla hacia el azabache. – Elemento Fuego, Pilar de Destrucción. – Hizo que el lugar de su anticipado aterrizaje, emanara una intensa luz.

Kiro: Seguía semiinconsciente, era casi incapaz de moverse – N-Ngh. – Apenas y pudo percatarse que debajo de su posición de aterrizaje, se concentraba una enorme cantidad de fuego, era como si estaba por crear una erupción de fuego. – (¿Voy... A morir?) – De la nada, escuchó una voz que gritaba su nombre, resonaba en su mente, era su demonio quién lo llamaba. Sin más, entró en aquella habitación mental estando parado frente aquel demonio cornudo de cabello albino. – ¿Qué es lo que quieres? De todas formas, ya no puedes hacer nada, ya estoy a punto de morir... – Mencionó, murmurando en voz baja.

G: – ¿Qué eres tonto? Si tú te mueres, posiblemente yo también muera... Así que me niego que aceptes tu muerte. Usa "eso" que estuviste entrenando durante mucho. –

Kiro: – No tengo suficiente energía para hacerlo. –

G: – Todavía te queda bastante, lo que no puedes, es moverte. – Miró nuevamente aquel lazo azul que resplandecía bajo el agua. – Puedo ayudarte, si me das eso... – Extendió su mano hacia la cadena hundida en el agua – Si me prestas tu poder, evitaré tu muerte. –

Kiro: – ¿No tengo opción? –

G: – No realmente, si haces el mínimo esfuerzo de mover tu cuerpo, posiblemente acalambres tus músculos, haciendo que no puedas moverlos el resto de la batalla. –

Kiro: – Hfmp. – Cerró los ojos un momento, y sin dudar, le entregó aquella cadena sin más. – Ten, confío en ti. –

G: – ¿Cuándo te he decepcionado? – Mostró una larga sonrisa, mientras tomaba aquella cadena, a la vez que una que estaba atada a su otro brazo, se iluminaba en color rojo.

Kiro: – ¡Ngh! – Su conciencia volvió al campo de batalla, y más que tarde que nunca puesto a que el fuego, dio con la erupción. – Bien. – Sus manos comenzaron a emanar un aura de energía color azul celeste, para luego extenderlas hacia abajo, apuntando su palma hacia el estallido. – Energía Giga, ¡Espejo Divino! – Hizo aparecer un escudo de cristal de forma hexagonal celeste, que lo protegía de las fuertes e intensas llamas que trataban de carcomer y encenizar su cuerpo. – ¡N-Ngh! –

Syrak: – Mm? – Observó al híbrido con atención. – Hfmp, Si tan sólo supieras que estoy sonriendo, me impresionas. – Hizo que las llamas se desvanecieran de repente, y luego vio que el azabache aterrizaba sin problemas en el suelo. – Tienes mis respetos, Kiro, no cualquiera es capaz de evitar ese movimiento. – Sus diseños de iluminación, emanaron una luz más intensa mientras que su cuerpo soltaba un leve vapor. – Ahora... ¡Vamos! –

Kiro: Sonrió de lado, mientras desenvainaba su espada. – Bien. – Sus ojos igualmente mostraron una leve luz. – ¡Ahí voy! – Desapareció en un instante haciendo que el robot activara un mecanismo de su cabeza para disparar nuevamente, aquel potente rayo luminoso a lo que Kiro se abrió paso, aproximándose a él directamente mientras cortaba aquel rayo con su espada imbuida en energía eléctrica. – ¡Hfmp! – Al llegar, pateó su mandíbula rápidamente, cambiando la dirección del rayo hacia el techo, y eventualmente enterrarle su espada dentro del mecanismo magnético de su torso el cual provocó un daño contundente. Enorgullecido de su movimiento, éste toma su distancia luego de haber saltado del cuerpo de aquel robot. Al aterrizar, se veía bastante confiado, por lo que su rostro estaba un poco risueño. – Parece que he descubierto tu punto débil. –

Syrak: – ¡Ugh! – Se arrodilló, poniendo su mano en el hueco magnético de su cuello. – Hfmp... Sí, pero esa es solo una de mis debilidades. A decir verdad, es el punto que menos me hace daño. –

Heart of a DevilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora