Capítulo 2: ¿"Amigo"?

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Todo comienzo de una historia, debe de tener su principal antagonista, a esto se le hace significado a una continuación de esta historia. ¿Qué harás, Kiro?

El sonido de la entrada a la tienda hizo llamar la atención de estos dos jóvenes, notando que un hombre con una chaqueta y gorra, que se dirigía directamente a Ireki.

Ireki: – Eh, ¡Sea bienvenido señor! – Sonrió amigablemente mirando que un hombre con una chaqueta y gorra entró a la tienda – ¿Puedo ayudarle en algo? –

Ladrón: – De hecho, sí. – el hombre sacó una magnum de su chaqueta y le arrojó una bolsa a Ireki – ¿Por qué no mejor me ayudas a meter el dinero? Estaría agradecido. – le apuntó con el arma a Ireki mientras dirigía su atención hacia el pelinegro. – Y tú, más te vale no mover un músculo, si sabes lo que te conviene. –

Kiro: Hacía mucho tiempo que no sentía una fuerte sensación de adrenalina, entonces, por la tensión de la situación, hizo un gesto para nada agradable. – Tch... –

Ireki: Atemorizado y nervioso, sacó el dinero de la caja para proceder a meterlo dentro de la bolsa. – E-Está bien amigo, no te pongas así, te daremos lo que quieres, p-pero no nos hagas daño. – Su voz, empezó a escucharse temblorosa.

Ladrón: – Descuida, sólo lo haré si es necesario. – Dirigió nuevamente el arma hacia el castaño – Y tú. – Volteó la mirada hacia el azabache. – ¿Por qué no entregas lo de valor mientras tanto? –

Sin decir una sola palabra, Kiro se negó a cumplir su demanda con tan solo cerrar los ojos con tranquilidad.

Ladrón: – ¿Mm? ¿Me estás retando, mocoso? – Colocó el arma en la cabeza del pálido joven de cabello negro bruscamente, de forma que hiciera contacto contra su frente. – Tienes agallas niño, me sorprende que no tengas miedo en una situación como esta. –

Kiro: – ¿Miedo? – Abrió sus ojos lentamente, mirándolo fijamente con frialdad. – Esto no es nada comparado a otros momentos de tensión en los que fui partícipe, ¿en serio creíste que tu mediocre acción me haría temerte? –

Ladrón: – ¿Por qué no mejor me preguntas lo mismo teniendo un agujero en tu cabeza? – Poco a poco, colocaba el dedo en el gatillo con unas ganas mortíferas de dispararle.

Ireki: La gravedad de la situación se tornó a más pesada, sus labios comenzaron a estremecerse mientras expresaba gran temor. – K-Kiro, ¿q-qué es lo que estás haciendo? ¡D-Deja de hacerte el héroe! –

Kiro: – ¿Y pensar que me quedaré parado mientras observo cómo te saquean? Primero muerto que permitir esto. –

Ladrón: – Bien, entonces te lo concederé. –

Finalmente, aquel sujeto sombrío apretó el gatillo con rabia, sin embargo, fallaría el tiro de no ser porque el azabache tomó su muñeca de forma defensiva, y con tal fuerza que hizo que éste soltara el arma. Entonces, aquel pálido joven de ojos azulados jaló del brazo de bandido, poniéndolo de espaldas, dislocando su hombro. Aquel asaltante, con furia, sacó un cuchillo de su chaqueta para intentar clavarlo en su cuello, aunque detuvo su acción al sentir el frío metal de una largada espada, empuñada por el demonio.

Kiro: – Las armas de larga distancia no son recomendables en un combate cerrado... Si tienes pensado atacar a corta distancia, procura hacerlo con un arma blanca, aunque dudo mucho que aun así hayas logrado dañarme. – Entrecerró los ojos mirando fijamente al bandido mostrando una expresión incompasiva, imponiéndole gran temor. – Ireki, desármalo. –

Ireki: Mostró admiración e impresión por la rápida acción de aquel azabache. – U-Uh... ¡Ah! ¡Bien! – Rápidamente, saltó por encima de la barra para quitarle el arma al ladrón.

Heart of a DevilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora