Capítulo 16: El Descanso antes del Encuentro.

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Kiro: No le quitaba la mirada de encima a aquella entidad humanoide. – ¡H! ¡Tú! – Alzó la voz, tratando de llamar su atención.

???: – Oh, ¿tan pronto ya estás aquí? – Volteó a ver al pelinegro mientras que sus ojos brillaban intensamente de rojo. – Eso fue... Bastante rápido. –

Kiro: – ¡Tch! – Desenvainó su espada, tomándola con ambas manos mientras lo miraba con atención. – ¿Quién rayos eres? –

???: – Nadie en especial. – Giró tanto su cabeza, como su cuerpo, revelando que era una figura bastante abominable, lo más destacable en su apariencia era que en su pecho, había un enorme ojo mientras que, en su rostro, sólo tenía una enorme mandíbula, no tenía labios, ni ojos, ni siquiera nariz. – Solo soy uno de los demonios del inframundo. –

Kiro: – ¿Un demonio? ¿Y por qué estás tú aquí? –

Demonio: – Oh, bueno, no sólo estoy yo aquí. Recibimos la orden de invadir el mundo humano. –

Kiro: – (Joder, lo que faltaba.). ¿Quién te dio esa orden?

Demonio: – ¿Quién sabe? Lo que importa es que estamos aquí, comiendo y asesinando humanos, humanos que... Entre tantos, alguno podría ser tu amigo. – Sacó su enorme y alargada lengua, los cuales pasó lentamente por la parte superior de su dentadura.

Kiro: Tras escuchar tales desesperantes palabras, su rostro mostró mero enojo así igualmente que sus ojos cambiaban de color y emanaban una intensa luz. – Malditos... –

Demonio: – Y ahora que estamos hablando de comida... – De su espalda, surgió una cola cuya punta parecía tener un filo bastante delgado y con ello, degolló a aquella mujer.

Kiro: Miraba cómo la mujer caía con asombro, que eventualmente cambiaría a furia al percatarse que parecía una mujer de cabello alborotado y castaño. – (¡¿Qué dem...?! ¡¿Ryoko?!) – Se dejó llevar por la furia al ver que su amiga había sido herida, e incluso asesinada, llevándolo a lanzarse contra el demonio, imbuyendo su espada en una fuerte corriente eléctrica. – ¡Maldito bastardo! –

Demonio: – Tch. – Se protegió con ambos brazos, los cuales comenzaban a blindarse.

Kiro: – ¡Grrraaaaagh! – Cortó a través de su defensa, cortándole ambos brazos.

Demonio: – ¡Aaaagh! ¡¿Pero qué...?! – Sin darse cuenta, fue apuñalado en el abdomen por la espada del albino. – ¡Ghag! – Escupió sangre a la ropa de su contrario, manchándosela del mismo líquido.

Kiro: – Muere... – Se hizo sentir su furia en sus intenciones. Con fuerza, elevó su espada hasta cortar a aquel demonio en dos.

Entonces, el cuerpo de aquel demonio se desvaneció de la nada al ser tragado por la tierra por manos esqueléticas que salían debajo de aquel cadáver de la nada.

Kiro: Después de ver a aquel demonio siendo llevado por esas manos de esqueleto, fue y se arrodilló ante el cadáver de la mujer castaña, sin embargo, se percató de que no era quien él creía que era. – (Maldición...) – Había conseguido calmarse de golpe, pero no quitaba el hecho de que aún se sentía mal por no haber salvado la vida de aquella chica.

G: – Vaya, sí que es fácil conseguir engañarte. –

Kiro: – ¿Y qué? Aun así, ¿qué hubiera pasado si en realidad hubiese sido Ryoko? No pude ser capaz de actuar a tiempo... –

G: – No pienses en eso, ya todo pasó, alégrate de que no era esa amiga tuya, total, un humano menos en este mundo no es para tanto, ustedes ya son muchos. –

Heart of a DevilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora