Heart of a Devil

Capítulo 5: ¡Luces! ¡Música! Y... ¿Karaoke?

Kiro: – Mmm... – Aquel azabache, se hallaba durmiendo en el colchón de los cuales le había prestado su amigo para que pudiese dormir tranquilamente en su departamento. Sin embargo, su sueño sería perturbado instantes después por un extraño y leve golpe recibido en su pecho, por ello, abrió los ojos lentamente y con dificultad, para tan solo toparse con que su amigo, le había tirado una almohada. – No jodas, déjame dormir. –

Ireki: – No, levántate en este momento porque hoy es día de Karaoke. –

Kiro: – Ya, ya... Cinco minutos más. – Sonrió con simpatía mientras tomaba la almohada y la colocaba encima de la otra que tenía acomodada debajo de su cabeza a su vez que tomaba una posición de lado.

Ireki: – ¡Urrgh! ¡Kiro! ¡Me dijiste esa misma pendejada hace como media hora! ¡Además, ni siquiera has elegido tu música! – Gritaba desesperadamente en tono de regaño.

Kiro: – Claro que lo hice, nada más no te lo he dicho. –

Ireki: – Eres un ser insufrible. ¡Te levantarás y participarás sí o sí! ¡Además, no vas a dejarme solo en esto! –

Kiro: – ¿No dijiste que era individual? Puedes hacerlo tú solo. –

Ireki: – Levántate de una puta vez, no pienso competir en algo donde no pueda partirle las nalgas a alguien. –

Kiro: – Para eso habrá más participantes. –

Ireki: Con frustración, aquel joven de cabello marrón dejó la habitación, para luego volver momentos después con una cubeta llena de agua. – Te levantas, o te levanto. –

Kiro: – Cinco minutos más. –

Ireki: Con un ataque impulsivo de rabia y desesperación, Ireki le vació la cubeta de agua en toda la cara, logrando así empaparlo por completo. – Levántate. –

Kiro: – Creo que ya no tengo sueño. – Finalmente, pudo ser capaz de dejar la flojera a un lado y levantarse. – Luego te lo devolveré diez veces peor. –

Ireki: – Cállate y ve a cambiarte, puedes usar algunas de mis prendas. –

Kiro: – No gracias, así estoy bien. –

Ireki: – Como quieras, estoy haciendo el desayuno estará listo pronto. El Karaoke comenzará en unas horas, así nos dará tiempo para comer y ensayar. –

Kiro: – Pues ya qué... –

El híbrido demonio se abrió paso hacia la salida de la habitación hasta el comedor con el fin de que se sentara en uno de los extremos de la mesa y esperar a que su amigo Ireki, colocara dos sándwiches en dos platos y los pusiera encima de la mesa, lo que llevó a este par a comer luego de que Ireki se sentara en el extremo contrario de la mesa de la que Kiro se hallaba sentado.

Luego de que estos dos terminaran de desayunar, comenzaron a practicar sus respectivas canciones ya seleccionadas para el Karaoke, pues el concurso comenzaría pronto. Pasó el tiempo, al parecer los ensayos iban bien para los dos a pesar de que cada uno practicaba en una habitación distinta, hasta que llegó el momento de la verdad, ambos se alistaron y emprendieron su camino hacia el espacio donde daría lugar a su nueva aventura.

Ireki: Media hora después, llegó al centro comercial donde se daría lugar al concurso junto a su mejor amigo. Ambos, comenzaron a buscar con la mirada, el área de inscripción entre una gran cantidad de multitud. – No los veo. –

Kiro: – ¿No son ellos? – Señaló hacia un área de los cuales se podían divisar un escenario y que, a un lado, se veía una mesa con tres personas de las cuales se conformaba por dos hombres y una mujer.