Capítulo 26: Ghost, el Dios de las Llamas.

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La pelea contra el jefe de la zona del infierno sur continuaba, y de alguna manera, este logró voltear los papeles en el tablero, remontando con un aumento de número de fuerzas aliadas a su alrededor contando con enormes calaveras de fuego. Hasta ahora, mientras los demás miembros del bando de Kiro eran puestos bajo la presión de los ataques de las calaveras, Yoshakin entró al juego, protegiendo a David del Dios de las Llamas, Ghost.

Tanto Yoshakin como Ghost, permanecían cruzando miradas mientras bloqueaban fríamente entre sí, el metal de sus formidables armas. Aquel momento en el que Yoshakin entró en defensa perduró por alguna razón, ninguno de los dos pensó en mover la pieza para desencadenar el combate, o así era hasta que David hizo su jugada. Aquel rubio, saltó sobre las espaldas de Yoshakin con dos pistolas de alta tecnología en ambas manos, de los cuales disparó balas de energía eléctrica de forma que hizo que Ghost retrocediera con suma rapidez, marcando distancia entre estos.

Yoshakin: – Ya lo tenía. – Mencionó en seco aquel androide mientras envainaba su espada.

David: – ¿En qué sentido? Porque no vi que trataras de hacer algo. – Enarcó una ceja, mirando de reojo al robot de forma sarcástica.

Ghost: – ¿Dos contra uno? Muy bien... – Levantó la mano a la altura de su hombro, y chasqueó los dedos, generando cuatro llamas detrás de él que tomarían la forma de aquellas ardientes calaveras. – Que sea mejor un cinco contra dos. –

Yoshakin: – Que sea mejor un cinco contra uno. David, quédate atrás. – Avanzó unos cuantos pasos, colocándose delante del rubio.

David: – No será necesario, ambos podemos hacerlo. –

Yoshakin: – Si descubre tu patrón de ataque, estarás en serios problemas... Y sabes lo que eso significa, ¿no? –

David: – Lo sé, por eso necesito estar cerca de ti. –

Ghost: – ¿Qué es lo que están murmurando? Hfmp... No importa, de todas formas, nada de lo que hagan servirá contra mí. – Entró en posición de combate, con las rodillas flexionadas y empuñando la Naginata, listo para entrar con su primer movimiento.

Yoshakin: – Comprobémoslo. – Dijo el androide, mostrándose de forma defensiva.

Ghost: Entonces, aquel guerrero óseo impregnó el brazo con el que no sostenía su Naginata con una intensa llama. – Elemento Fuego, Mordisco de Dragón: Vómito. – Recitó con el nombre de su técnica, para luego golpear con gran potencia y así lanzar una enorme llamarada hacia sus adversarios, mientras que las calaveras potenciaban su movimiento con un aliento infernal.

Yoshakin: – Ryukari, Hakai suru no Sora wo to Jigoku. – Recitaba el androide mientras veía el enorme muro de fuego aproximarse a él, a la par que desenvainaba su espada lentamente. Cuando finalmente desenfundó su espada, realizó un corte que fuese capaz de llegar hasta el esqueleto, pasando a través de las llamas con su espada, y listo para ascender con su Katana.

Ghost: – (¡Imposible! ¡Qué velocidad!) – Esquivó aquel movimiento con un pequeño salto hacia atrás, no obstante, se había percatado de que el rubio nuevamente, saltó por encima del robot para volver a dispararle con sus balas eléctricas. – (¿Ese truco de nuevo? Hfmp.) – En respuesta, se defendió de aquellos dardos, cubriéndose de una de las calaveras de fuego mientras que hacía que las demás contraatacaban con llamaradas.

Para Ghost, su turno no fue suficiente, así que asaltó nuevamente, lanzando la calavera con la que se cubría y luego, aventar su Naginata en medio de la enorme cortina ardiente para luego teletransportarse a través de su arma, así poder rematar a sus adversarios en caso de que se estuviesen defendiendo, sin embargo, no pudo distinguir nada entre el fuego, ¿se habían ido?

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