Regreso

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―cásate conmigo, leona

Esas fueron las palabras que Senku acababa de pronunciar justo un día antes de la boda de ella con otro hombre.

Kohaku al escucharlo no sabía que hacer o que decir, no podía creer lo que estaba presenciando.

Se suponía que ya había pasado 5 años desde que Senku falleció a causa de un accidente de uno de los proyectos que llevaba a cabo junto al Dr. Xeno, pero.... Justo ahora, de la nada, aparece y le pide matrimonio.

No sabía cómo procesar todo lo que ocurría. Antes de que Senku muriera ella se enteró que estaba embarazada, ese día iban a cenar juntos y están dispuesta a contárselo, pero dicha cena nunca pudo realizarse, así que después del funeral y luego de entrar en depresión por un par de días, su familia decidió irse del país.

Byakuya, al saberlo, aún con la noticia de su nieta en camino, la apoyó. Su estadía en Japón sólo le traía recuerdos de Senku, y todo se volvía doloroso.

De modo que, un nuevo país, implicaba una nueva vida, el cual fue algo difícil para ella porque el hombre que ama a y el padre de su hija ya no estaba, pero supo recomponerse por su bebita en camino.

Luego de dar a luz, su familia la apoyo, logró encontrar un buen trabajo y a alguien más. Aunque al inicio no estaba dispuesta a entablar una nueva relación el apoyo que este hombre le mostró la hizo dar cuenta que debía seguir con su vida, debía olvidar a Senku.

Sin embargo, incluso aún en cuando se hizo oficial su relación Kohaku no podía dejar de pensar en él. Y se sentía muy mal por eso, deseando cada maldito día que él estuviera junto a ella y a su pequeña, como una familia, familia que debieron ser.

El día en que se le propusieron Kohaku no estaba segura si aceptar era lo correcto. La pedida fue en una reunión familiar, siendo esta pública.

―entonces ¿cuál es tu respuesta, Kohaku? ¿Aceptas casarte conmigo? —preguntó su ahora pareja luego de haber llamado la atención de todos los presentes para declararse.

Ella estaba dispuesta a decir que no, pero el solo mirar a su pequeña, quien sonreía ante lo que estaba sucedido, Kohaku tuvo que reconsiderar lo, después de todo Tsukiku ya se había encariñado mucho con su pareja por lo que la sonrisita que emanaba daba a entender que ella fue parte de esta sorpresa.

Además, al haber muchas personas presenciado la pedida de mano tener que rechazarlo no era una tan buena idea, primero porque su pareja no se lo merecía ya que él había sido muy bueno, tanto con ella y con su hija. Segundo, porque no podía dejarlo en ridículo frente a sus familiares, míos y colegas de trabajo. Eso traería problemas.

En dicha reunión también se encontraba Byakuya y su esposa, la cantante Lilian, quienes al entablar contacto visual con Kohaku, solo sonrieron.

Kohaku al verlos no pudo evitar recordar a Senku, deseando que este sea quien hiciera la gran pregunta que los uniría para siempre pero no era así.

"Está bien, solo sé feliz" fueron las palabras que Kohaku pudo deducir de los labios del padre de Senku.

Fue entonces que decidió responder

― sí, acepto — dijo sonriendo

Hubo un grito de alegría por parte de su pareja, así como el de su hija y los presentes celebraron el nuevo compromiso.

Sin embargo, por alguna extraña razón Kohaku sentía algo incómodo en el pecho, algo así como un presentimiento, pero al ver a todos felices n le dio importancia y solo empezó a agradecer a los que se acercaban a ellos a felicitar por su compromiso y por la familia que serán en un futuro.

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