Profesor

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Kohaku se encontraba muy aburrida un día semana, esperando a su novio en la sala para empezar a estudiar. Sin embargo, al ver la hora y percatarse que él ya tenia una hora de atraso, ella se molestó.

Simplemente no podía creerlo ¡¿como era posible que llegue tarde a las sesiones de estudio que tenían de lunes a viernes si es que ambos ya convivían en la misma casa?!

Bien, quizás esto de la pandemia estaba haciendo que perdiera la paciencia demasiado rápido, pero en serio, era el colmo, ¡¿cómo ese idiota se atrevía a dejarla plantada?! Ella incluso había dejado de realizar la reunión que tenia con sus grupo de estudio para estar con su novio, quien aunque era su profesor en ciencias, la había dejado plantada.

Y claro que está no era la primera vez, los profesores no se llevaban bien con esto de impartir clases virtuales, pero gracias a Dios, a Senku no le costó mucho.

No obstante, esta era la primera vez que ni siquiera el bastardo se atrevió a mandarle un miserable mensaje como las otras veces ¡solo un mensaje! ¿Eso era mucho pedir? Claro que no, pero no pues. Tendría que ser un hombre después de todo, ella no estaba segura si algún día podría llegar a comprenderlos por completo, en especial a Senku, un hombre muy difícil de leer.

Ella bufó antes de dar un suspiro, no tenía caso quejarse ahora, quizás tener a su profesor como su novio le daba una y que otra desventaja, ya que él siempre estaba ocupado en realizar u organizar las sesiones para sus clases. En fin, cosas que no le interesaban para nada...lo interesante de todo era que ninguno de sus compañeros de clase sabían de su relación con su profesor.

Solo lo sabían su familia y amigos más cercanos, y obviamente todo ellos tenían prohibido mencionarlo porque si lo hacían, senku y kohaku se convertían en un dúo muy intimidante, si... Era mejor no hacerlos enfadar.

En su molestia, kohaku le mandó mensaje reclamandole por su tardanza y amenazandole diciendo que se estaba ganando el castigo de dejarlo en abstinencia por varios meses.

Sin embargo, sorpresa fue la respuesta de Senku, quien se excusaba diciendo que le había surgido una conferencia de último momento, y que por eso no podría enseñarle por hoy, y que por supuesto le compensaría por esto.

Kohaku rodó los ojos con fastidio dejándolo en visto, antes de disponerse a chatear con sus amigas, quejándose de su novio y ellas pues... Soportando su mal humor, ya saben, cosas de best friends.

En el chat:

— ¡senku es todo un idiota! — envío

— ¿y ahora que fue lo que hizo? — preguntó minami, la pobre estaba harta de escuchar todas las historias de kohaku pero igual siempre estaba dispuesta a aconsejar siempre.

— si te hizo llorar de nuevo, podemos molerlo a golpes, apuesto que eso sería muy fácil para nosotras — dijo nikki

— gracias nikki, pero no es eso

— entonces ¿que es? — cuestionó kirisame.

— ¡el idiota se atrevió a plantarme en una de las sesiones que estudio que siempre tenemos!

— kohaku ¿no crees que estas exagerando un poco? Ustedes viven en la misma casa y con la pandemia es imposible que él no llegue a ti, están a solo unos cuantos pasos. — comento yuzuriha.

— lo sé pero...

— ¿él te aviso con anterioridad? — preguntó homura.

— no lo hizo y por eso estoy molesta, llevo esperando 1 hora.

— ¡entonces senku es un idiota! Yo te apoyo, amiga. Hay que acabar con él.

— deben tranquilizarse, chicas. Senku también en nuestro amigo ¿recuerdan? —yuzuriha se metió, tratando de apaciguar las cosas.

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