La primavera había llegado, las flores florecían en su máximo esplendor. Mientras que una joven caminaba por el pasillo de la escuela secunda de la ciudad, todos volteaban a verla.
Los que la notaron empezaron a murmurar y pequeños halagos escurridizos hicieron que aquella muchacha sonriera, sintiéndose afortunada. Luna era la chica más popular de toda la escuela, y la única estudiante extranjera. El tipo de chica ideal hecha en persona. Desde que tenía memoria, Luna estaba acostumbrada a que todas las personas la admiraran, la quisieran o la mimaran haciendo todo lo que desee.
Nunca obtuvo un no por respuesta cuando algo se lo proponía. Ahora, en la preparatoria, todo continuaba siendo igual. Todos la admiraban, querían ser sus amigos y por supuesto, la ayudaban en todo lo que necesitaba. En la escuela Luna ni siquiera tenía que hacer sus deberes porque tenía a otros que se ofrecían a hacerlo por ella. Prácticamente, estaba acostumbrada a que todo le salga bien, que todo vaya como ella quisiera.
Si quería algo, lo tenía. Nunca en su corta vida, había escuchado un no por respuesta.
O bueno... Eso es lo que ella creía.
— no.
— ¡¿qué?! — exclamaron sus admiradores al escuchar la respuesta del reciente nombrado presidente del club de ciencias.
Era hora del almuerzo y todos estaban en la cafetería. Nadie podía creer lo que estaba pasando.
— ¿N-no? ... — Luna tampoco. ¿Por qué no aceptar ser su tutor? ¿Eso era mucho pedir?
— así es, no tengo tiempo para eso. — continuó Senku, metiendo un dedo en el oído, desinteresado — además, tengo mejores cosas que hacer ¿sabes? Mi cohete no hará solo.
— ¡¿cómo se atreve?! — una de las amigas de Luna, estaba indignada. Los demás también, pues al parecer el chico nuevo no parecía ser consciente de la belleza y la popularidad que Luna tenía
Y claro, desde entonces, todos empezaron a cuestionarse que las calificaciones y honores que Ishigami Senku tenía no fueron por mérito propio. Nadie lo podía explicar ¡¿cómo es que su excesa inteligencia no captaba lo que todos si podían ver?! ¿Era un idiota o qué? ¿o.... si quiera era consciente de ello?
Ese Ishigami...
La Campana para regresar a las aulas sonó de repente, rompiendo el silencio y la tensión del momento.
— uhm... Si eso es todo lo que tenías que decirme, me retiro — y así, como si nada, Ishigami se levantó y se fue.
Luna aún no salía del shok, sus amigas la miraban preocupadas. Nunca la habían visto de esa manera, temían que saliera lastimada. Estaban enojadas de solo pensarlo.
Tenían que hacer algo en contra de Ishigami, y tal como lo supusieron, esa misma tarde, en la casa de Luna, se inició el plan maestro que se habría que implementar a lo largo sus días de secundaria.
Luna estaba indignada y por supuesto, el plan maestro que tenía implicaba una venganza. Tenía que devolver la humillación que Senku la hizo pasar. Un daño psicólogo que fue el causante de romper la vida perfecta que tenía, incluso su rutina diaria.
Luna pensaba que, si la belleza que tenía en ese momento no era lo suficiente para que Ishigami, el chico nuevo, caiga rendido a sus pies, solo quedaba hacer algo: incrementar su belleza para llamar su atención y hacer que se arrepienta de sus palabras. En simples palabras, hacerle arrepentirse de haberla rechazado.
Hizo de todo, Tenía que hacerlo, estaba dispuesta a demostrar que Ishigami estaba equivocado, él tenía que reconocerla. Sin embargo, nada de lo que hizo pareció ir como ella quería.
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Pequeñas Historias
FanfictionHistorias cortas que nuestro ship favorito, espero que lo disfruten