Bebé

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Kohaku necesitaba ayuda ¿Cómo siquiera había pasado todo lo que le sucedia? No lo sabía, pero lo cierto seguía siendo una cosa: estaba en serios problemas.

Ella abía tenido una noche de chicas el día anterior con sus amigas , se divirtieron mucho. Hablaron mucho, se la pasaron bien. Pero durante todo ese tiempo hubo un momento en el que a Amarylis, la mejor amiga de kohaku, se le ocurrió jugar un juego y después de discutir un poco si jugar o no, todas accedimos.

Ese juego era verdad o reto.

Se rieron mucho, había cosas que kohaku no sabía de sus amigas y también fue divertido ver los sonrojos de algunas de ellas al realizar los retos que las demás elegían.

Cuando su turno llegó le tocó verdad, pero contarles a mis amigas sobre mi vida sexual con su esposo le dio algo de pena y mucha vergüenza. Así que kohaku decidió quedarse en silencio. De modo que como consecuencia de dicha acción recibió un castigo, y eso implicaba que si o si tendría que cumplir un reto que las demás elegirían para mí.

Puede que dicho reto fue un poco demasiado fuera del lugar, pero a las amigas de kohaku les pareció adecuado. Dijeron que pesaba casi igual a la verdad que tenía que haberles contado. Sin embargo, kohaku estaba preocupada por lo que implica tener que hacer para cumplir el reto.

Pues, el reto se basaba prácticamente en una mentira. Tenía que mentirle a mi esposo que estaba embarazada.

Quizás debí aceptar decir la verdad en primer lugar. Fue lo que pensó cuando lo supo.

Lo pensó mucho, kohaku no estaba segura de realmente poder hacerlo. Pero la insistencia de mis amigas y su curiosidad de saber cómo Senku reaccionaria fue mayor y al final decidió aceptarlo. Además ¿que podría salir mal?

Y si, lo hizo.

No podía creerlo, pero si, lo había hecho. Dentro de todos estos 10 años que kohaku conocía a Senku era la primera vez que le había mentido.

Todo pasó una cierta noche, él había terminado de ducharse y estaba cambiándose frente a ella, quien se encontraba recostada en la cama simulando revisar el celular, aún dudando un poco de hacer el reto, era su esposo y pensar que se molestaría con ella no era para nada lindo. Pero a pesar de esos pensamientos negativos que tenia kohaku se atrevió a hacerlo.

- Amor. - llamó su atención.

- ¿hmmm? - Él la miro.

- Vamos a tener un bebé - dijo sin más, sin rodeos, aún manteniendo su mirar en el celular.

Era una mentira después de todo, no hay que hacer mucho drama. Eso... Apaciguarias las cosas. Eso era lo que kohaku pensaba.

Hubo silencio, ella se mojó los labios ante ello. ¿Por qué él no decía nada? Kohaku estaba nerviosa. Levantó su mirada un momento en su dirección, él ya se había cambiado por completo, pero se mantenía ahí, en el mismo lugar, como si fuera una estatua. Kohaku se preocupó.

- ¿Senku? - volvió a llamarlo.

Lo vio parpadear dos veces, asimilando lo que pasaba. Él la miró con algo de confusión mientras se acercaba, se sentó en la cama, cerca de sus piernas. Las acarició un poco antes de poner una cara de absoluta seriedad y hablar.

- ¿me lo dices, enserio leona?

No

Kohaku estaba preparada para su duda, por la tarde sus amigas le habían dado una prueba de embarazo falsa y eso fue lo que en silencio ella buscó entre sus cosas y se lo mostró.

Mientras él miraba la prueba de embarazo falsa con atención las manos de kohaku temblaban. Estaba arrepintiéndose y como no si no quería ilusionarlo, de seguro se molestaría, ella estaba segura. Kohaku también pensó que senku se daría cuenta, después de todo su esposo es un hombre muy inteligente. Sin embargo, no fue así, en su remplas, lo vio acariciar con el pulgar la prueba que tenía en mano antes de volver a mirarle a los ojos y regalarle una cálida sonrisap.

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