Confesión

302 23 4
                                    

Había tenido un día muy bueno hoy, me habían felicitado en el trabajo, chrome por fin se atrevió a pedirle matrimonio a mi hermana.

Así que, no se me ocurrió mejor cosa que ir al pequeño bar mas cercano y celebrarlo. De vez en cuando es bueno pasar tiempo contigo mismo y ahora que todo va bien en mi vida, tengo el derecho de hacer emborracharme a mas no poder sin tener que preocuparme por lo demás.

Luego de una botella y media pensé un poco en mi situación, es tarde y las calles pueden ser algo peligrosas...

Que bueno que le mande un mensaje a chrome antes para que me venga a buscar y llevarme a casa. De alguna manera debía pagarme todo el esfuerzo que hice con tal de ayudarlo a conquistar a mi hermana.

Aunque eso no era tan necesario que digamos, Ruri lo amaba desde que éramos niños. Esos dos son muy obvios.

Amor...

Suena bonito pero puede dar miedo también. Y no lo digo porque sea algo malo solo que...de alguna u otra manera el hecho de que te guste o ames a alguien te da cierto temor al momento de confesarte.

Quizás fue por eso que chrome se tardó mucho tiempo en confesarsele a Ruri. Es un hecho que chrome es un cobarde... Uno igual que yo.

Por todos los dioses, de hecho soy la persona mas cobarde que existe en el mundo, incluso puede que sea más cobarde que chrome porque... También tengo miedo de confesarme al único hombre que fue capaz de acelerar mi corazón.

Ishigami Senku. Mi jefe.

Puede que suene algo cliché esto de enamorarse del jefe, pero me fue inevitable. Sé que como una secretaria puede que les parezca algo malo porque ya saben, senku es mi jefe, cosas de ética profesional. Las secretarías somos mal vistas por eso.

Sin embargo, senku no esta casado y que yo sepa nunca tuvo novia. Puede ser que la confianza que tenemos hizo que me enamorara de él incluso aunque miles de veces me aseguré a mí misma que eso no sucedería.

Pero como verán, ahora estoy borracha pensando en si debo confesarme o no.

Senku tenía razón, el amor es malditamente problematico.

¿Qué debería hacer? No tenía idea, peor lo que sí sabía era que No queria ser una cobarde por el resto de mi vida y es por eso que se me ocurrió una idea, mi gran idea: tomar mi teléfono celular y decirle a mi jefe que estoy perdidamente enamorada de él para luego culpar al alcohol.

Eso era lo que mi mente embriagada me solicitaba hacer.

— ¿aló? ¿Leona?

―tengo algo que decirte ― lo interrumpí antes de suspirar. Dios, no puedo creer que estoy haciendo esto ―... Ha pasado bastante tiempo desde que me enamoré de ti, desearía que lo notarás. Ahora yo...— hice una pausa, aún con el alcohol encima me sentía nerviosa — no me siento en condiciones de confesarte mis sentimientos de frente, lo siento por eso, pero estoy reuniendo todo el coraje que tengo para decirte esto, Senku...me gustas.

Hubo un silencio, y cada segundo me parecía un martirio. Así que me dispuse a continuar ante la falta de respuesta.

Que intrigante, me da miedo. Si que confesarse da mucho miedo, pero pienso que es necesario que senku conozca mis sentimientos.

— Así que...te esperaré el tiempo que sea necesario. — él no respondía, eso me preocupó pero en cuanto  estaba apunto de rendirme, concluyendo que fui rechazada y colgar la llamada, senku habló.

― no tienes por qué hacerlo, Kohaku ― lo escuché susurrar, su voz me parecía tan sexi. Realmente lo amo de verdad ― ¿no podemos vernos ahora mismo?

Pequeñas Historias Donde viven las historias. Descúbrelo ahora