Una cita con el FuckBoy |Tk| ✔

Capitulo 15

Había pasado una semana más y aquel lunes de esa nueva semana había estado lleno de infortunios:

Primero, Jungkook había salido de su casa y había decidido llegar al instituto caminando, pero lo atacó la lluvia, por lo que llegó completamente empapado a la escuela. Algunos estudiantes se rieron de él y algunas  chicas solo voltearon los ojitos para ver su cuerpo musculoso y esbelto. 

A Jungkook no se le había dado mejor idea que ponerse una remera blanca aquel día. Tuvo que quitarse la chaqueta el resto del día porque estaba completamente empapada. 

Luego, más tarde en la hora del almuerzo, se quedó sin sus sándwiches favoritos, por lo que tuvo que conformarse con una absurda ensalada y un pollo del día anterior, que para colmo ni había tenido descuento. 

En el horario de gimnasia (antes de la ultima clase) casi se le cae una pesa en el pie, por suerte logró esquivar el golpe a tiempo. No es que las pesas del gimnasio de la escuela fueran ultra pesadas, pero después de todo, un kilo y medio de golpe en el pie tendría alguna mala consecuencia. 

Ah, sí y para rematar, en la hora de biología, la profesora había hecho un cambio de lugares. 

Y, como si su día no hubiera sido lo suficientemente malo, le había tocado hacer un trabajo con Kim Taehyung. 

Efectivamente, aquel día sería el peor de su vida. 

— Bien, eso es todo por hoy — les dijo la profesora al terminar la clase — pueden irse. 

Los alumnos se levantaron más rápido de lo que canta un gallo. Odiaban a la profesora de biología, era una mujer súper exigente y con cero tolerancia a las tareas desprolijas y mal hechas. No tenía paciencia para las cabezas huecas de sus estudiantes y solo explicaba una sola vez en toda la clase. Nadie podía decirle "profesora, vuelva a explicar, no he entendido" porque se enojaba y no explicaba las cosas dos veces. 

—Jungkook, iremos al centro — le comentó Soobin cargando con su bolso. Jungkook se levantó y se colocó su mochila — ¿Vienes con nosotros?

Jungkook estaba a punto de contestar, pero Kim lo interrumpió. 

— Lo siento, Choi. Jungkook y yo tenemos un trabajo que hacer. 

Soobin suspiró y puso los ojos en blanco. Los demás amigos de Jungkook se despidieron de él (aquel día BeomGyu no había asistido a clases, pues estaba enfermo). 

— Bien, nos vemos mañana —le dijo Soobin antes de irse. 

El ultimo en salir fue YeonJun, quien le dirigió una mirada filosa a Taehyung. 

— Ni se te ocurra jugar con él como lo haces con todos —le dijo el pelirosa antes de salir por la puerta. Jungkook también se lo quedó viendo por el tono tan grave que había utilizado. 

Taehyung soltó un bufido y tomó sus cosas. 

— Bien, te vienes a casa y haremos esta porquería —le dijo guardando la hoja del trabajo practico. 

Jungkook lo siguió a regañadientes por el pasillo hasta la salida de la escuela. Taehyung se paró en un kiosco a comprar chicles y luego llevó a Jungkook hasta su auto. 

Era un Hyundai negro precioso. Un auto enorme. 

Jungkook supuso que en ese auto había sucedido muchas noches alocadas, y se ruborizó de tan solo pensarlo. 

—¿Qué no vas a subir? — le dijo Tae desde el asiento del conductor. 

Jungkook abrió la puerta y se sentó. El auto de Taehyung olía a menta y sorprendentemente no estaba sucio, si no todo lo contrario. Impecable. 

Jungkook había esperado que estuviera lleno de cajas de condones o algo por el estilo. 

Taehyung arrancó y Jungkook se colocó el cinturón de seguridad. 

— ¿Puedes ir más lento? — le preguntó de mala gana. 

— No —le contestó pisando el acelerador con una sonrisa socarrona en el rostro —me gusta la velocidad, cariño.