El instituto no era tan grande como Jeon lo había imaginado. Eso era bueno, le facilitaba la tarea de memorizar pasillos y lugares en especifico como la cafetería y los baños.
Jungkook entró cargando con la mochila en el hombro. De momento nadie se volteaba a verlo, pues era lo normal: pasar desapercibido. El siguió caminando admirando la limpieza del lugar y la decoración: había vitrinas con trofeos de algún deporte y muchos cuadros con estudiantes que ya se habían graduado o menciones honorificas. También había una pizarra con los papeles de ingreso de curso, fechas importantes del calendario académico y demás. Jungkook llegó a divisar una planilla sobre clubes a los que unirse, luego le daría una miradita. Nunca estaba demás unirse al club de ajedrez o al de música para matar el tiempo.
Jungkook entró en el despacho del director y presentó los papeles. El director mandó a llamar a un alumno de su curso para que le mostrara el instituto antes del horario de clase.
El chico que el director había mandado a llamar tardó como unos cinco minutos en llegar y cuando lo hizo, un grupo de cuatro lo esperaba fuera de la sala del director.
— ¡Buen día! — saludó el peli azul al director, luego se fijó en Jungkook — hola a ti también, chico misterioso.
Jungkook se rio por eso.
— Jeon, el es Choi Soobin y... — el director (un anciano a punto de exigir su jubilación) miró afuera de su despecho y sonrió — y esos son sus secuaces.
— Mis compañeros de crimen — Soobin se sentía orgulloso.
—Muéstrale la intuición, por favor. Es nuevo y debe adaptarse al sitio.
—No habrá problema— dijo Soobin al irse.
Jungkook siguió al peli azul alto hasta la salida del despecho del director, allí los compañeros de Soobin lo saludaron.
— ¡Hola, chico nuevo! — lo saludó un pelirosa y uno rubio decolorado le dio una palmadita amistosa en el hombro.
— Hola, soy Jungkook — saludó él al castaño de pelo largo y mechas rubias que le estrujaba la mano como si fuera un loco.
— Él es Tae — le dijo Soobin mientras señalaba al de cabello rojo — este es BeomGyu — señaló al de cabello largo — HueningKai — el rubio decolorado, que a simple vista no parecía coreano, sino mezcla de algo más. Jungkook anotó mentalmente preguntarle si tenía otra descendencia, solo por curiosidad — Y él es Junnie, mi novio. Ni si quiera lo mires.
Soobin le hizo el típico gesto de los dedos en los ojos y Jungkook solo se encogió de hombros. Luego los cinco soltaron una carcajada.
— Es broma, míralo si quieres, pero no me lo robes — dijo mirando de reojo a Gyu.
BeomGyu le hizo la mueca.
— En mi defensa, cuando lo conocí, tú no me advertiste que estabas saliendo con él — dijo Gyu con las manos en alto.
— Pues hubieras preguntado.
— Ya, no empiecen con eso otra vez — se quejó YeonJun — fue hace tres años.
Soobin se hizo el desentendido.
— Te dio un beso — le replicó.
— ¡Era porque no lo sabía! — volvió a protestar Gyu, a lo que Taehyun le puso una mano en el hombro y se lo llevó hasta el aula. HueningKai negó con la cabeza y miró a Jungkook con una tierna sonrisa.
— Discúlpalos, es la rabieta de todos los años.
Jungkook le sonrió.
— Está bien, después de todo a las parejas hay que cuidarlas.
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Una cita con el FuckBoy |Tk| ✔
Ficção AdolescenteA Taehyung le gustaba bromear, tener amantes de una noche (con suerte tres noches) y sacar malas calificaciones. Era un maravilloso desastre. En cambio, a Jungkook, el estudiante nuevo, le gustaba sacar buenas calificaciones, participar de eventos...