—Arpía de los infiernos— Respondió con descaro Afrodita.
Ambas diosas seguían insultandose y esto fue un espectáculo para todos lo habitantes del olimpo. El fuego de la guerra de ambas diosas era igual al que se produjo durante la guerra de Troya, los mismos insultos y desprecios que se digeron tras el juicio de París y en el campo de batalla.
Hera, nunca le gustó Afrodita, aunque fuera su nuera, por parte de Hefesto, tenía que aguantar su inapropiado comportamiento de esposa que era igual al de su marido y rey de los dioses.
Afrodita, tampoco soportaba a su suegra, a pesar de ser la reina de los dioses. Pero estos instantes, le deseaba todos los males de este mundo por haberle apartado de su lado a su amante favorito y dejarlo en las manos de una estúpida, fea y necia mortal, que por el hecho de tener algo sobrenatural o divino le hacia más importante que a la diosa del amor y la belleza.
Los hijos de Ares y Afrodita observaban como se peleaban su madre y su abuela entre ellas. Faltaba muy poco para llevaran de las manos y se matasen allí mismo.
—No me gusta nada de lo que estoy viendo— Dijo Eros mientras abrazaba su esposa Psique.
—Ni a mi tampoco hermano— Respondió Anteros, que estaba de brazos cruzados.
—¿Tu por cuál apuestas, por la abuela o mamá?— Dijo Deimos hacia Fobos.
—Yo creo que por la abuela, tiene más fuerza y poder que mamá— Respondió Fobos.
—Por todos los cielos ¿Podéis dejar a un lado la violencia?— Soltó Eros hacia sus dos hermanos gemelos.
—Te me relajadas alitas de pollo— Respondió Deimos.
—Os estáis pasando bastante, esto es muy gordo y lo estáis tomando a broma— Regaño Anteros.
—Lo que tu digas mariposa— Dijo con un tono de burla Fobos.
Ambos gemelos se echaron a reír, Eros y Anteros fruncieron sus ceños y gruñeron ante el comportamiento de sus hermanos.
—No les hagáis caso— Dijo Psique —Os están provocando.
—Tienes razón mi amada y dulce esposa— Eros le dio un beso en los labios a Psique —No debo escuchar a unos descerebrados como ellos que solo piensan en matar.
—Te hemos oído— Dijeron los gemelos.
—Pues os jodeis— Respondió Anteros.
—No es nuestro problema que hayamos salido como papá y vosotros a mamá—Deimos se encaró hacia su hermano Anteros.
—Deimos, dejalo, son los niños bonitos de mamá— Fobos puso su mano en el hombro de Deimos.
—Y vosotros sois los de papá— Añadió Eros.
—Ya basta, os estáis comportando como niños pequeños— Saltó Psique —Está conversación no lleva a ninguna parte.
Un fuerte golpe resonó en todo el palacio. Todos los presentes dirigieron la mirada hacia la reina de los cielos, la cual sus ojos mostraban su mayor enfado y nadie había visto antes. Se elevó por encima de todos y miró con desprecio hacia Afrodita.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
