Capítulo 49

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—Ten cuidado hija, no quiero que te pase nada—Dijo Demeter despidiéndose, dándole un fuerte abrazo materno

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—Ten cuidado hija, no quiero que te pase nada—Dijo Demeter despidiéndose, dándole un fuerte abrazo materno.

—Madre, no te preocupes— Dijo serena Persefone—Estoy en las mejores manos.

Demeter se me acercó y puso sus manos sobre mis hombros y me miró fijamente a los ojos.

—En ti te dejo mi más preciado tesoro, protejemela de todos los peligros hasta llegar al reino de Hades ¿Entendido?

—Entendido Demeter— Respondí.

—Debemos ponernos en marcha Mariam— Persefone pronto comenzó a caminar— Hades me espera y deseo verle.

Nos alejamos de la diosa de la agricultura y madre de la reina del inframundo.

—Cuidamela—Fueron las palabras que pude leer en los labios de la diosa cuando ella se alejaba de nosotras

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—Cuidamela—Fueron las palabras que pude leer en los labios de la diosa cuando ella se alejaba de nosotras.

Notaba que la vegetación comenzaba a cambiar sus colores, amarillos, rojos, naranjas, marrones, dando paso al otoño y posteriormente al duro y frío invierno.

—Sabes Mariam, Hades estará deseoso de conocerte en persona— Dijo Persefone mientras caminábamos.

—¿De verdad lo dices?

—Me lo dijo Hermes cuando regresó del Inframundo y me comunico su mensaje.

—¿Sabe también lo de mi muerte?

—Mis hijas, Melínoe y Macaria se lo comunicaron, se quedó sorprendido con lo sucedido. Como dios de los muertos, que alguien vuelva a la vida sin intervención divina, se le hizo raro— Respondió Persefone— Ten encuenta que esta al cargo de lo que sucede en el inframundo, en cada uno de sus niveles y saber eso y no encontrar ninguna explicación algo, le sería algo chocante.

—Tiene mucho sentido... Persefone.

—¿Si?

—¿Sabes en qué parte de tu vasto reino, está mi familia?— Recuerdos e imágenes de mi familia volvieron hacia mi cabeza, sus rostros, sus voces, sus risas...

Esposa de la GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora