Mi "Hermana" Anastasia

CAPITULO 6

Christian

La estrecho con fuerza sintiéndome extraño al sentir que está rodeando mi pecho y no siento repulsión alguna.  Sólo deseo quedarme así con ella por siempre, me encanta su toque, su calidez, como se siente su piel contra la mía, quiero protegerla.  Me gusta cómo se siente esto.

Es desconcertante, pero me aliviana al mismo tiempo.

Taylor vuelve a tocar para avisarnos que nuestros padres nos esperan en el salón desde hace un par de minutos.  Nos levantamos y vamos hacia ellos.  Mi frágil chica me abraza con más fuerza y beso la parte superior de su cabeza mientras la guío sin soltarla.  

Llegamos con mis padres, Elliot y Mia, que nos esperan para ver a su hija pródiga.  Es increíble el amor de mis padres y hermanos hacia Ana, a pesar de todas las veces que ella los despreció, la han amado sin importar qué.

Incluso lo hacen conmigo, que no merezco ningún tipo de cariño de su parte.

Nos sentamos en el sofá y Anastasia todavía me sostiene con fuerza.  Nuestros padres están desconcertados por la actitud de mi preciosa chica, o es quizás la posición en la que me tiene y yo se lo permito.  Ella siempre fue dura con ellos y aquí está conmigo como si me conociera de siempre, así la siento.  

Animo a Ana para que levante la cabeza y nos cuente lo que pasa, pero ella solo llora en silencio, seguro es el peso de su pasado ⎯sé cómo se siente, mi pasado me consume cada noche⎯, así que le cuento a mi familia lo poco que descubrí de ella, de ésta mujer que con su abrazo descongela mi corazón.  

Ana deja de sollozar y sostiene mi mano, como pidiéndome que le dé de mi fuerza para hablar.  Le aprieto de vuelta suavemente y me sonríe.

⎯Hola a todos ⎯susurra y carraspea por su débil voz.

⎯Hola mi niña ⎯contesta mi madre, mi padre le da una gran y sincera sonrisa.

⎯Hola nena.  ¿Cómo te sientes? ⎯dice Elliot, con una de sus mejores sonrisas encanta mujeres que ella le devuelve, como si compartieran un secreto.  Espero estar equivocado.

⎯Bien. ⎯Asiente antes de tomas aire⎯.  Gracias al apoyo de Christian, me he dado cuenta de que ustedes también son mi familia y que he sido muy mala con todos por miedo.  Créanme que lo único que yo he querido es mantenerlos a salvo, no quiero que él los dañe también.

⎯¿Cómo así que también, Ana? ⎯pregunto con urgencia preocupado por sus palabras al pensar que mi familia pueda estar en peligro y ella suelta aire resignándose y preparándose para hablar.

⎯Lo que sé, es por un diario que escribía mi madre desde que mi padre nos abandonó, dice que eso la ayudaba a manejar el dolor.  Mi padre nos dejó cuando yo tenía un año de edad.  Mi madre sufrió mucho, pero salimos adelante, meses después mi madre se enteró por un policía que mi padre estaba metido en cosas ilegales...  No puedo creer que les esté contando esto.

Le doy un beso en la cabeza para que se calme, me abraza y retengo el aliento tratando de no mostrar ninguna reacción cuando sus suaves labios rozan en mi cuello.  Siento que mi polla se endurece al instante.  Joder...  Contrólate Grey, aquí está tu familia.  Respiro para controlarme.  Y le hablo al oído.

⎯Si no nos cuentas no te podremos ayudar.  Eres parte de la familia ⎯susurro a su oído.

⎯Desearía no fuésemos familia ⎯contesta también en mi oído y eso me pone aún más duro, tanto que incomoda.  Sentir su aliento tan fresco y suave, y siento como mi piel se eriza bajo mi traje. 

Quisiera besarla y hundirme tan profundo en ella.

Escondo mi rostro entre su cabello para que mis padres no vean como me pone mi supuesta hermana, pero creo que no podemos ser más obvios.  Trato de mantener el control, pero Dios, sí que es difícil con ésta mujer.

Ana continúa hablándole a la familia y no me pierdo sus gestos extraños.

⎯Mi padre volvió, pero mamá no lo quiso recibir nuevamente.  Empezó a acosarnos y Adam, un amigo de mi madre, nos ayudaba a escapar cada vez que sabía que Steve estaba cerca.  Luego mamá conoció Ray, quien me dio su apellido, fuimos felices...  Por lo menos, un tiempo.  En mi primer día de escuela, mamá y Ray me llevaron y de regreso a casa esa misma mañana, tuvieron un accidente. ⎯Percibo como reprimir un sollozo cuando no puede resistir el quebranto de su voz y siento que quiero estrangular a ese idiota que se hace llamar su padre, y que la ha hecho sufrir de esta manera.

Mi madre se apresura hacia Ana y la abraza.  Ahora ya sabe que tiene una familia que la quiere y la apoya sin importar qué.

El único que no parece muy sorprendido es Carrick.  Él es bueno averiguando lo que quiere saber, ya tendremos tiempo de hablar.

⎯Creo que está bien por hoy ⎯digo tratando de calmarme un poco y los invito a almorzar.  Esas son razones suficientes para entender el antiguo comportamiento de Anastasia.

Después de almorzar, finalmente todos se van y quedamos solos una vez más.  Ana se sienta a horcajadas sobre mí sin previo aviso y toma mi cara entre sus manos mirándome fijamente, haciéndome perder en esa dulce mirada.

⎯Quiero hacer el amor contigo, Christian ⎯dice rozando nuestros labios y me tenso sabiendo que esto no está bien.

Joder.

⎯Ana, yo no hago el amor, yo follo...  Duro.  Ya conoces mi lado oscuro, mi secreto, eso es lo que hago y lo que soy.

Ana me mira desconcertada, pero rápidamente asiente aleteando sus largas pestañas y se levanta sin perder el tiempo para subir a su habitación, dejándome con un extraño vacío.

No puedo hacerlo, no soy un hombre de flores y corazones.  Además, ella se merece un hombre que la ayude a curar su corazón, no uno que la hunda más en sus sombras oscuras.  Aun así, no me gusta este extraño dolor en el centro de mi pecho que dejó cuando se fue, la necesito, la quiero aquí conmigo, ella me ha hecho sentir cosas que nunca había sentido con nadie, necesito su olor que me tranquiliza, no quiero que ningún hombre la toque, la quiero para mí.  

Sacudo mi cabeza sintiéndome confundido y con mi cabeza a punto de estallar.  Ya no sé qué es lo que tengo que hacer o qué quiero hacer.

Escucho sus pasos de regreso y sonrío levemente, pero mi entrecejo se arruga automáticamente cuando la veo bajar con su pequeña maleta y se acerca a mí con una expresión fría que no le había visto en estos simples dos días que tenemos conociéndonos.

⎯Me tengo que ir.  Estaremos en contacto hermanito. ⎯Esa declaración me hunde más.

⎯No quiero que te vayas ⎯digo rápidamente.  Definitivamente estoy jodido por ella.

¿Desde cuándo Christian Grey le ruega a alguien?

Mierda.

⎯No me quiero ir, pero no creo que me gustará verte meter mujeres en tu cuarto rojo del dolor.  Además, he terminado con lo que vine a hacer.

⎯No quiero a ninguna mujer en ese cuarto, solo a ti. ⎯Me levanto y la tomo en mis brazos⎯. Quiero hacerte el amor Ana, ¿me lo permites?

Creo que me he vuelto loco, pero no pierdo nada con intentarlo.

No quiero que se vaya.

Nunca.