Mi "Hermana" Anastasia

CAPITULO 25

Christian

Los mató...

Esas fueron las únicas palabras que pronunció Ana en toda la noche. Tampoco quise presionarla para que siguiera hablando. Ver las condiciones en las que estaba mi chica, era simplemente perturbador.

Le envié un mensaje a Taylor para que fuera a descansar y mañana ya iríamos a casa de Ana para saber lo que pasa. Obviamente no se hicieron esperar sus mensajes, pero tuve que ignorarlo. Ana siempre será más importante y lo que sea que quisiera decir, podía esperar.

La bañé, le puse una de mis camisetas y un bóxer para poder acostarla finalmente. Después de un mes lejos de ella por fin me relajo y puedo respirar tranquilo sabiéndola a mi lado, tan dulce y suave como siempre, mi niña hermosa. Pero ella está mal.

¿Qué sucedió en esa casa?

Ya está amaneciendo cuando finalmente se ha quedado dormida. Realmente me preocupa. Suspiro tratando de dejarme llevar por el sueño, sabiendo que con ella en mis brazos podré tener finalmente un buen sueño luego de todo un mes con pesadillas donde sólo la veía morir una y otra vez.

—¿Señor?

Taylor toca a la puerta más fuerte de lo que debería y gruño molesto. ¿No le dije que se fuera a descansar?

Me levanto y voy a abrirle. Sólo espero que sea importante. Salgo y cierro la puerta para que no la vea. Si se está escondiendo y no quiere que nadie la vea, debe ser por algo.

—¿Qué sucede?

—Vengo de la casa de la señorita Anastasia.

—¿No te dije que fueras a descansar e íbamos después?

Me mira con cara de pocos amigos y le advierto devolviéndole una dura mirada.

—Lo siento, señor —musita tratando de controlarse—. Solo me preocupo por la señorita.

Me da una mirada acusatoria y bufo. Lo único que deseo en este momento, es volver a mi habitación y abrazar a Anastasia y dormir aferrado a ella.

—¿Qué me tienes que decir? —Tensa su mandíbula y ruedo los ojos. Mi aparente indiferencia lo molesta. Mejor le muestro para que deje de molestar y se tranquilice un poco—. Entra.

Abro la puerta y el pasa adelante. Su rostro es de total sorpresa a ver a mi niña dormir tranquilamente.

—¿Cuando llegó?

—No tengo idea. —Me apoyo al marco de la puerta y sonrío al verla tan tranquila luego de verla con esa mirada perdida unas horas atrás—. Cuando vine a cambiarme luego de la llamada de Elliot, la encontré frente a mi ventana, sucia y con una botella de whiskey de mi oficina, estaba casi llena.

—¿Habrá estado aquí todo este tiempo, señor? —Me encojo los hombros cuando camina hacia la cama para verla mejor—. ¿Cómo habrá entrado? Reviso las cámaras de todo el día todos los días y no ha habido ningún movimiento.

—Eso ya lo sabremos cuando despierte.

—Sí, señor. —Le indico el camino para que salgamos y así, dejarla descansar—. La hermana de Miller, Lucy y su amigo, José Rodríguez están muertos.

Me tenso. Esto es realmente preocupante.

—Así que es eso... Ana mencionó que habían matado a alguien. ¿Cómo paso?

—Un hombre llamado Adam, llamo a la señorita Ana y le dijo que pusiera el altavoz, todos estaban al pendiente cuando escucharon la voz de la señorita Lucy, estaba suplicando por su vida mientras ese sujeto reía. Le disparó mientras todos escuchaban, señor... Luego mató a José Rodriguez porque él había sido quien secuestró a la hermana de Miller, dijo que no le gustan los traidores.