Mi "Hermana" Anastasia

CAPÍTULO 13

Christian

Cuando despierto, me siento bastante descansado e increíblemente relajado. Estiro la mano para atraer a muy niña, pero no la encuentro. Ha de haber subido a su habitación, después de todo ya son las siete de la mañana y he dormido demasiado. Me doy un baño, me coloco mi común traje gris hecho a la medida y subo a la habitación de Ana esperando que no esté en otra extraña crisis como la de anoche, pero no está aquí.

¿Dónde mierda se metió? Bajo para saber que sabe Taylor.

⎯Taylor ⎯llamo.

Bajo inmediatamente. Él debe saber dónde se ha metido. Nadie viene o va sin que él lo sepa.

⎯¿Señor?

⎯¿Y Anastasia?

⎯Viene subiendo, señor.

⎯Dile que la espero en mi estudio.

⎯Sí, señor.

Frunzo el ceño sonríe un poco y ruedo los ojos.

Voy a mi estudio y me siento a observar la ciudad tratando de calmarme. En realidad, no quiero discutir con ella, pero no soporto no tener el control en una jodida situación y detesto que se hagan cosas sin mi autorización. Un par de minutos después, finalmente toca a la puerta y doy el permiso para que entre. Está sudada, al parecer salió a hacer ejercicio, pero jodidamente debió avisarme.

⎯Buenos días, Christian ⎯dice con una sonrisa que me derrite mientras llega hasta mí y se apoya a los brazos de mi silla dejando su rostro a pocos centímetros del mí embriagándome con su calor, pero tengo que mantener mi postura, ella no puede andar por ahí haciendo lo que quiera.

⎯¿Dónde estabas?

Levanta las cejas y niega antes de alejarse y sentarse en el escritorio y se cruza de brazos. Como si tuviera que protegerse de mí. Que mierda.

⎯Fui al gimnasio donde practico cada vez que vengo a Seattle ⎯contesta con naturalidad.

⎯¿Por qué no me dijiste nada? ⎯gruño.

⎯¿Qué te preocupas? Crecí en las calles y sé cuidarme. ⎯Se levanta⎯. Oh, y antes de que lo olvide, esta tarde vuelvo a Portland.

Con eso sale del estudio.  Sé que se tiene que ir, pero no creí que lo fuera a hacer tan rápido. No quiero que se vaya. Tengo que hablar con ella.

Subo a su habitación y la encuentro sentada en el piso mirando la ciudad como la hacía yo hace un rato. Me siento a su lado, pero no me mira.

⎯¿Te quieres alejar de mí? ⎯pregunto temiendo lo peor, pero odio este sentimiento de impotencia y dependencia.

⎯Claro que no. Solo me tengo que ir. Esta tarde regresa Sarah. Kate y Lucy vendrán a recogerla, entonces regresaré con ellas ⎯dice tranquila.

¿Quién diablos será esa tal Sarah? No aparece en el reporte de Welch.

⎯¿Cuándo decidiste eso? ⎯pregunto finalmente apartando ese pensamiento.

⎯Anoche.

⎯¿Por qué?

⎯Tengo exámenes finales la próxima semana, así que tengo que ir a estudiar ⎯contesta resignada.

⎯¿Y no te puedes quedar un día más? No quiero que te vayas.

Parezco un idiota rogándole.

⎯No voy simplemente a irme, Christian. Solo tengo que ir a terminar mis exámenes y a graduarme... Luego regresaré, lo prometo.