CAPITULO 3: NO SON TAN AMIGABLES DESPUES DE TODO.

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Comienza a atardecer, ya han pasado unos días desde el primer día de clases de Samuel. Ángel estaba estudiando y desde su ventana vio a Samuel salir con ropa muy deportiva, Ángel estaba aburrido de estudiar y puso una clase grabada a todo volumen, puso seguro en la puerta y salió por la ventana para seguirlo.

Samuel se puso a trotar pasando por el bar madridista, los vecinos escuchando a estos cantantes españoles tan famosos y cuando llega al parque se encuentra con Constanza que estaba sentada con Allison y Pía, mientras que Matías, Carlos y Joaquin jugaban futbol.

- Samuel!.- Se acercó Constanza a saludar enseguida, provocando que Matías se le quedara mirando de reojo.

- Chileno, jugáis?.- Preguntó Matias lanzándole el balón.

Samuel se puso a dominar y justo llegó Ángel a quien Samuel le lanzó el balón. 

Los cinco comenzaron a jugar y a ver el talento que tenía Samuel, Samuel llevaba la pelota mientras las chicas se sacaban fotos, Samuel hizo un enganche hacia dentro que paso por entre medio de las piernas de Matías provocando las burlas en los presentes, algo que le molestó un monton, sobre todo cuando vio que Constanza se rió.

- Chicos, ¿vamos?, ya es tarde.- Dijo Constanza mirando a Ángel y a Samuel.

Los tres se fueron a la casa de Constanza a hacer el trabajo que se debía entregar al día siguiente, y la empleada de hogar, Marissa, les tenía tortilla de patatas, un plato muy típico para España y que Samuel aún no probaba.

El día se les estaba pasando rapido, estaban muertos de la risa, tenían musica, el trabajo les estaba quedando espectacular, estaban muy felices y de pronto tocaron el timbre. Marissa hizo pasar a Matías quien para la sorpresa de todos estaba ahí:

- Matías, ¿qué haces aquí?.- Pregunto Constanza algo sorprendida.

- Pues quise venir a verte amor.- Respondió el.

- Estamos ocupados, pero ve a ver televisión.- Le respondió.

Matías pasó, saludó a Ángel de muy buena forma y a Samuel quien lo miró y le dijo:

- ¿No deberías estar en tu casa a esta hora?.

Samuel se sintió incomodo, miró la hora y se dio cuenta de que era tarde:

- Lo siento Constanza, debo irme y muchas gracias por todo.

- No te vayas, Marissa estaba cocinando algo rico.- Dijo ella.

- Deja que se vaya, es tarde, no lo incomodemos mas, es obvio que toda esta vida es algo nuevo para él, dejad que se acostumbre.- Se metió Matías.

Samuel tomó sus cosas y Ángel salió detrás de el, quien de paso se despidió. Ambos iban hacia la puerta y se les apareció Marissa:

- Muchas gracias Señora Marissa, estaba muy rico todo, pero debemos retirarnos.- Dijo Samuel.

Marissa se sintió muy agradecida y los acompañó hasta el portón. Cuando vio que se habían ido, al volver dijo:

- Qué simpático el chico nuevo, se ve que es un muy buen niño.

Matías escuchó todo eso y Constanza le sonrió de regreso.

Matías interrumpió y dijo:

- ¿Entonces qué dijiste que ibas a cocinar Marissa?.

- ¡Tú no podéis madurar de una vez por todas joder!, que ya me tienes harta, no podéis ser tan desagradable, Samuel es nuevo por estos lado y tú te encargáis de venirles con tus pelotudeces infantiles.

The BrokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora