Enfrentar los miedos es algo de lo que se habla mucho, pero enfrentar a personas que te han hecho daño, es otra historia, es más difícil aun, porque es dejar mucho de lado, rencor, diferencias, es humillarse, es acercarse a hablar, dialogar, sacar el lado sensible de cada uno. Cuando enfrentas a esa persona, pueden suceder muchas cosas, puede salir como lo esperas o tal vez no, pero al menos se intentó.
Ya era un nuevo día, Constanza y Moisés ya comenzaban a llevar mejor lo de ser padres, y en los próximos días llegaría Maite para cooperarle.
Ángel estaba durmiendo plácidamente junto a Lizzie y en eso sintió que alguien cerró la puerta principal, aquello le hizo pensar que alguien había entrado a la casa, se puso su bata y fue a mirar y se fijó en que era Samuel, Ángel fue a saludarlo enseguida, no lo veía hace mucho tiempo, para ser exactos tres semanas. Ángel no se imaginaba cuanto lo extrañaba, Samuel agradecía su preocupación y en eso vio a Lizzie caminando en pijama, a quien Samuel se acercó a saludar.
Se sentaron todos juntos a tomar desayuno y Samuel les contó todo lo que vivió, estaba muy feliz, se sentía muy en paz consigo mismo.
Luego de hablar con ellos, se fue al Doctor, tenían que ver que tal evolucionaba todo, que para su fortuna ya dejaría la bota y puede empezar a trotar con mucho cuidado, y siguiendo el ritmo esperado, podría llegar a los Juegos Olímpicos, el Doctor no encontraba explicación alguna para su tan rápida recuperación, quizás era donde era joven, no se sabe con exactitud qué era.
Samuel salió muy feliz del club y se fue de regreso a su casa, todo esto a contar la buena noticia, y al llegar se encontró con una visita inesperada, era Sebastián.
- Hola, pensaba que estabas en Chile pero Agustín me dijo que ya habías viajado de regreso así que vine hasta acá... se que debí avisar y todo pero...
- Tranquilo, no me molesta.- Respondió Samuel.
En eso apareció Lizzie muy ansiosa:
- No quiero interrumpir pero... Sebastián, ¿Te molestaría si te pido una foto?
Aquello cayó muy de sorpresa en Ángel quien se quedó mirando con Samuel.
Lizzie y Ángel se fueron al gimnasio y ahí se quedaron, solo Sebastián y Samuel.
Ambos se sentaron a beber una piscola, algo muy típico chileno, y Sebastián comenzó hablando:
- He venido hasta acá para decirte que te perdono, y a la vez pedirte perdón por el daño que te he hecho, este rencor me ha tenido mal, me ha afectado en mi vida futbolística y también en mi vida amorosa junto a Matilde.
Samuel estaba muy sorprendido por aquella actitud que mostró Sebastián y Samuel de paso respondió disculpándose una vez más, le manifestó lo muy arrepentido que estaba y que lo extrañaba un montón.
Aquel momento de sinceridad fue muy especial, luego de casi seis años, ya estaban solucionando sus problemas.
Ambos se quedaron mirando, Samuel le extendió la mano en señal de perdón, pero en cambio Sebastián se acercó a él y le dio un fuerte abrazo, un muy emocionante abrazo. Fue aquel momento en donde Samuel le entregó el diario de su hermano, para que lo leyera con calma, Sebastián no sabía de su existencia, al igual que Samuel, pero sabía que le haría bien leerlo, todo esto una vez que ya se sienta listo.
Se pasaron toda la tarde conversando, hablando de futbol, de sus carreras, viendo sus jugadas, poniéndose al día, y en eso que charlaban, Samuel le preguntó por cómo va su relación con Matilde, algo que Sebastián le confesó enseguida, Samuel sospechaba de que estaban pasando un mal momento de pareja pero no pensó que fuese tan grave. Sebastián solo le manifestaba que le da miedo perderla, a lo que Samuel solo le aconsejó que siga luchando, y que no se vaya a Italia, si no que se quede a luchar un puesto en su club, y a la vez a apoyar a Matilde. Sebastián le agradeció el consejo, ambos se sentían muy a gusto, no se imaginaban cuanto extrañaban tener esas conversaciones profundas, conversaciones que siempre tenían de chicos, en donde muchas veces Sebastián le contaba sus problemas a él, incluso la vez que dio su primer beso, corrió a contarle a su amigo, y más cosas. Muchas veces Samuel sabía más cosas sobre él que el mismo Sebastián.
En eso ambos se despidieron y Sebastián se fue directo a tomar su jet privado, y en él se fue pensando en que todo lo que le dijo Samuel era cierto, debía quedarse, debía luchar enserio, no luchar con dinero, el dinero no compra el amor, una joya no lo compra, si no que quedarse a luchar en serio, quedarse en el lugar donde Matilde es feliz, donde hace lo que la hace feliz, que es desfilar, modelar esa ropa.
Matilde estaba tocando la guitarra y cantando como usualmente lo hace y ahí vio entrar a Sebastián muy feliz, quien le contó su conversación con Samuel, que solucionaron sus problemas, algo que puso muy feliz a Matilde, pero a la vez, nada le hacía cambiar de parecer. Y ahí fue donde Sebastián le dijo todo, le dijo que se quedará a luchar, que una joya o todo el dinero no comprará su amor, si no que lo contrario, la terminará por perder, y con ello le dio la noticia de que rechazó su fichaje al Inter, y que a pesar de que no esté considerado por su director técnico, él luchará, sabe que es capaz de conseguirlo, y si estar en París, le hace feliz a ella, es entonces la ciudad perfecta para vivir.
Matilde lo escuchaba hablar, y se dio cuenta de que no era el nuevo y egocéntrico Sebastián, si no que era su corazón, que era el fiel reflejo de su crianza, de su niñez, lo que hizo que ella se enamorara de él, por lo que Matilde se acercó caminando rápido a él y le dio el si, el sí a la boda, Sebastián se puso muy feliz y ambos se besaron, se dieron un gran beso y con ello se fueron directo a la cama, a recuperar todo el tiempo que habían perdido, Sebastián estaba feliz, luego de mucho tiempo lo estaba, y Matilde igualmente lo estaba, y a la vez ansiosa de comenzar ya a planificar esa tan anhelada boda, que obviamente será en verano, por lo que aun queda un poco menos de un año.
ESTÁS LEYENDO
The Broken
Teen Fiction"No es fácil la juventud, sobre todo cuando sientes que todo a tu alrededor se desmorona y no te queda de otra que irte adaptando a tu nueva vida, dejando atrás a tus mejores amigos, la chica perfecta y el lugar en donde está sepultado tú hermano, n...