CAPITULO 15: BAJO CERO.

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Felipe estaba muy shockeado y de pronto vio a Sebastián caminando hacia él, quien le dio un fuerte abrazo:

- Todo estará bien hermano, todos vamos a morir.- Le decía Sebastián.

- Debes ir en busca de ayuda.- Le respondió Felipe nervioso.

- Todos nos vamos a morir hermano, por mas ayuda que busquemos, yo me voy a morir... tú te vas a morir... todos moriremos.- Respondió Sebastián.

Felipe estaba próximo a responderle cuando escuchó la explosión del bus y se dio cuenta de que estaba hablando con un árbol, todo fue una alucinación de él. Felipe corrió a ver que ocurría y se fijó en que Catalina estaba muerta pero que aun no había nada confirmado con Javiera y Samuel. Nadie sabía que hacer, a lo que Felipe les pidió que se sacaran los cinturones de sus pantalones y poder formar una soga hasta abajo, sabía que faltaría, pero al menos sería una forma de estar mas cerca.

Todos comenzaron a hacerlo, a formar aquella soga y Felipe se ofreció a bajar por lo que una vez que estuvo lista la soga, él se sujetó y comenzó a bajar con mucho cuidado mientras que entre todos lo sujetaban haciendo mucha fuerza para que no se cayera. Ángel no podía aguantarse sus lagrimas al igual que Joshua por la muerte de Catalina.

Mientras todos hacían fuerza, Constanza sacó la voz y comenzó a animar a todos hasta que de pronto sintieron que un cinturón se estaba por cortar, sentían como hacía aquel ruido hasta que Felipe notó que se cortó y luego cayó.

Todos se preocuparon enseguida por el estado en el que pudiese estar Felipe, pero estaba bien, herido pero bien.

Felipe fue primero hasta donde estaba Catalina a ver si existía alguna posibilidad de que estuviese viva pero lamentablemente no la había, Catalina estaba muerta.

Felipe estaba viendo la forma de entrar al bus hasta que vio a un lado, enterrada bajo la nieve a Javiera, Felipe fue hacia ella y se fijó en que estaba viva, con algunas quemaduras graves, pero bien, estaba viva, quien le preguntó por Samuel, a lo que Felipe le respondió que no lo veía por ninguna parte, Javiera añadió con algunas complicaciones para respirar que el río se lo llevaba.

Felipe se asomó al río y se fijó en que la corriente se lo estaba llevando por lo que sin pensarlo dos veces se lanzó al río en busca de su amigo, quien iba inconsciente río abajo.

Todos veían que Felipe se había lanzado al río en busca de Samuel y en eso apareció un auto, al ver aquello esas personas aumentaron la velocidad y se fueron en busca de ayuda. Todos se quedaron mas tranquilos ya que sabían que la ayuda iba a llegar.

3 HORAS DESPUES.

Felipe no podía moverse y mucho menos Samuel, se estaban congelando vivos en aquel río, quizas a cuantos kilometros estaban del accidente, ni si quiera sabían donde estaban, estaban perdidos en medio de la nada.

Constanza estaba muy nerviosa, Moisés sentía que la ayuda se demoraba demasiado, por lo que decidió ir junto a Ángel en busca de la ayuda, por lo que comenzaron a correr a toda velocidad hasta que se fijaron en que el auto que iba por la ayuda se volcó. Ambos se acercaron a ver como estaban esas personas y se fijaron en que debían sacarlas de ahí.

- Ve por la ayuda, yo los saco.- Le ordenó Ángel a Moisés.

Moisés siguió su recorrido a toda marcha mientras que a su espalda Ángel sacaba del auto a esa familia accidentada producto del hielo.

Moisés corría y por momentos se resbalaba y caía, no tenía la ropa apropiada para la nieve por lo que se deslizaba y sentía como su piel se quemaba producto del hielo. Estaban bajo cero, el frío era inexplicable.

Moisés llevaba un buen rato corriendo, ya no le quedaban fuerzas, sabía que todos sus amigos dependían de él, pero ya no resistía mas, hasta que se puso a pensar en los sueños de sus amigos, los objetivos, en sus familias, pensaba en Constanza, y todo aquello lo usó para darse fuerza. Tenía hambre, tenía sed, tenía mucho frío, pero seguía corriendo, por momentos sentía arcadas del excesivo esfuerzo físico que estaba haciendo, pero el seguía corriendo en un camino que cada vez se hacía mas oscuro, ya se estaba haciendo de noche en una avenida en donde no se veía ni un alma por entremedio del bosque europeo. Moisés mientras corría veía como sus manos cambiaban de color, a un color morado y estas le ardían. Siguió corriendo hasta que llegó a un pueblo y vio a una estación de policías a lo lejos.

Al entrar en ese lugar les dijo:

- Hemos tenido un accidente, nuestros bus cayó en un precipicio, mis amigos corren peligro, unos amigos van río abajo, nos estamos muriendo.

El policía llamó a una ambulancia y todos se subieron a sus carros de emergencias y se fueron. Moisés los vio irse y se puso feliz de ver que lo había logrado, y de un momento a otro se desmayó. Ya no pudo aguantar más y cayó al suelo.

The BrokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora