CAPITULO 11: MATILDE Y SEBASTIÁN.

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Ya pasaron días desde lo ocurrido con Constanza en el hospital. Sebastián estuvo durmiendo en la habitación de visitas todos esos días. Sebastián se despertó y allí vio a Javiera y a Matilde despidiéndose, Javiera se iba rumbo a Niza, Sebastián veía como Javiera le preguntaba a Matilde si es que estaba segura de quedarse, claramente ella quería que la acompañara y así no tuviese que quedarse con Sebastián. Sebastián se despidió de lejos y así fue como Javiera se subió al vehículo que la llevaría al aeropuerto.

Sebastián y Matilde se quedaron solos en casa y seguía habiendo aquella distancia entre ellos, Sebastián no sabia como acercarse, preparó el desayuno, el almuerzo y la cena. Hizo muchas cosas que no solía hacer, y todo eso sumado a que entrenó. En cambio, Matilde solo lo ignoraba, y a la vez, le gustaba verlo esforzarse, era la forma que tenía de castigarle.

Sebastián estaba en el jardín entrenando y en eso le llamó su representante:

- Me han hablado desde el Inter, ya tienen un acuerdo de palabra con el París, solo falta saber si estas interesado.

Sebastián al enterarse de aquello, se quedó en blanco, no supo que responder, aquello significaba tener que irse a Italia a vivir, y Matilde tiene su trabajo en París, pero a la vez él sabía que no tenía caso seguir en París ya que no lo harían jugar, Sebastián no sabia que hacer, por lo que solo le respondió que lo iba a pensar.

Sebastián entró a la casa y allí estaba Matilde estudiando su próxima ropa y se le quedó viendo, notaba que algo raro ocurría, y ahí fue donde Sebastián le dio la noticia.

Matilde al escucharlo solo le dijo que se fuera, Sebastián se sentía triste porque no quería irse sin ella, quiere estar siempre con ella:

- No me iré a ningún lado si no es contigo.

- Mi trabajo está acá, no quiero limitarte.

- No me limitas, yo te amo, para mi no hay limite cuando es amor.- Respondió Sebastián.

- Si lo hago, tú debes seguir tus sueños y yo los míos, hace meses que no estamos bien los dos, ya es hora de que cada uno siga su camino.- Respondió Matilde algo triste pero intentando tomar la decisión más sabia de todas.

- No quiero alejarme de ti, yo me veo contigo toda la vida.- Respondió Sebastián con sus ojos llorosos.

- Lo mejor es eso, hace mucho que esto dejó de ser amor.- Respondió Matilde mientras veía como se ponían los ojos llorosos de Sebastián, quien se fue a su auto y salió lejos.

Sebastián condujo y se fue a un mirador y allí se quedó esperando el anochecer, estaba solo y muy triste, y lo único que hacía era ver al cielo y pensar en lo mucho que extrañaba a su hermano, no sabía que hacer, y ahí fue, donde luego de pensar en como su vida se desmoronaba con la única persona que tiene, recordó lo que decía la carta, " Siempre estaremos para apoyarte, Samuel y yo". Sebastián siempre confió en los consejos de Samuel, pero su enojo hacía él.  le hacía no querer visitarlo, y ahí fue donde en las redes sociales se enteró de su depresión, que posiblemente deje el fútbol y que se intentó quitar la vida. Esto le afectó, miró el cielo y pensó que muchas veces perdemos tanto tiempo enojados con una persona por un error, y olvidamos toda una historia de hermandad que hay detrás, como si ese enojo trajera de regreso a Felipe.

Sebastián con sus ojos llorosos encendió el auto y agradeció al cielo, a su hermano por seguirlo acompañando, y así fue como regresó a su hogar sin antes haber hecho una parada en una joyería.

Matilde estaba sentada a un lado de la chimenea leyendo un libro y ahí fue donde vio aparecer a Sebastián, muy ansioso, con muchas ganas de expresar lo que se tiene guardado, Matilde se puso de pie y ahí fue donde Sebastián le dijo:

- Tú eres una joya preciosa que quiero cuidar cada día, lo eres todo para mi, quiero ser todo contigo, formar una familia, tener hijos, envejecer juntos, estar toda una vida contigo, Matilde, yo me la quiero jugar por ti... en realidad es lo que estoy haciendo, Matilde... ¿Quieres casarte conmigo?.

Matilde estaba algo emocionada, pero aún no respondía, Sebastián estaba nervioso y ahí fue donde ella le dijo:

- Tienes mucho que solucionar en tú vida, no puedes vivir con rencor, eso no es bueno, trae amargura a la vida, debes perdonar.

- Es que eso haré, mañana mismo tengo un vuelo a Chile, iré a ver a Samuel, necesito ver como está.

- Hace eso primero y luego me lo vuelves a pedir, de momento mi respuesta es un no.

Matilde se fue a su habitación y Sebastián se quedó algo serio y fijo observando como flameaba la llama de la chimenea, y aquella le llama le daba esperanzas de que aun tiene posibilidad con la mujer que tanto ama.

The BrokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora