CAPITULO 5: UNA PORTADA QUE DERRUMBA TODO.

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Samuel está durmiendo y en eso le llamó su madre, Samuel al escuchar la dulce voz de su madre, no pudo aguantar sus lagrimas, Samuel solo sollozaba mientras que su madre le subía el animo. Samuel se siente perdido, muy vacío, no sabe qué hacer con su vida, no puede con tanta presión. Ángel le llevó desayuno y de pasó saludó a la mamá de Samuel.

Moisés y Constanza estaba en su cama, Constanza dormía y Moisés cuidaba su sueño, la notaba muy triste y eso le apenaba mucho.

Sebastián estaba durmiendo en la cama de alojados y de pronto comenzó a sentir un fuerte golpe, golpe que cada vez se hacía mas fuerte. Sebastián en bóxers y con un pijama personalizado, se fue a abrir la puerta y entró Matilde llorando muy enrabiada:

- Me voy... Javiera me espera en Canada.

- Amor, explícame, no entiendo.- Respondió Sebastián preocupado.

- Te darás cuenta tú solo, eres un imbécil, no te mereces llamarme amor, eres un infeliz, deshonesto y un satiriasis al igual que Samuel, me decepcionas.

- No me compares con ese hijo de p...

- Tú eres como él, y tú para nada me merecías, yo fui un regalo para ti... (sollozaba) pero fui un regalo muy grande que no supiste apreciar.

Aquellas palabras calaron fondo en Sebastián, quien guardó silencio y vio como Matilde tomaba sus cosas y se iba rumbo al taxi.

Una vez que Marizza cerró la puerta, Sebastián cerró la de su habitación y se fue a revisar su celular, y allí lo primero que le salió en pantalla, fue la foto del beso con Xiomara, algo que le desgarró el corazón. Sebastián no podía parar de llorar, estaba muy mal.

Samuel seguía en su cama y le habló a Agustín:

- Te hará bien volver a conectarte contigo mismo, podrías venir, hacer un par de charlas de futbol a los niños y relajarte junto a tú familia y tú amigo que mejor te conoce.

- Es dificil ir, tengo que estar acá.- Respondió Samuel desganado.

- Samuel, nos conocemos desde los cinco años, crecimos juntos, nunca hubo alguien en este mundo que te conociera mejor que yo, a pesar de que pasabas mas tiempo con Felipe y ese chico Sebastián, siempre terminábamos contándonos nuestras cosas.

- Lo sé bro, solo que...

- Solo que nada bro, dame a Ángel.

Ángel estaba a su lado viendo la película junto a Samuel, tomó el celular y aceptó enseguida.

Samuel estaba sorprendido y Ángel le dijo:

- Ya me hartaste de lamentos, ve a darte una ducha.

Samuel se afirmó en sus muletas y se fue al baño algo confundido, ya que estaba feliz de ir a Chile, pero a la vez no tanto, solo quería seguir sumido en su depresión.

Samuel salió de la ducha y Ángel seguía acostado en su cama muerto de risa charlando con Agustin.

- Me quiero vestir... vete.- Le dijo Samuel algo mal genio.

Ángel se fue riendo y le dio un golpe fuerte en su espalda mojada y Samuel solo lo ignoró.

Carla estaba en su computador ingresando unos datos y en eso llegó Samuel para darle su noticia:

- No te preocupes por mi, solo vengo a decirte que me iré a Chile, ahí haré mi recuperación.

- Pero si no es necesario, yo te puedo ayudar.- Respondió Carla.

- No me van a renovar, y por ende... no quiero nada que venga del club, lo siento.

- Samuel, quiero ayudarte, y no te hablo como Carla, la enfermera Del Real Madrid, si no que como Carla, enfermera con especializaciones en kinesiología con diez años de estudio.

Samuel le sonrió y aceptó.

Ángel fue al gimnasio y allí estaba Lizzie en la entrada. Aquel día Ángel tenía planeado entrenar doble turno, por lo que sabía que sería una gran tarde.

Samuel estaba en su casa y en eso apareció Carla con sus cosas para realizar la terapia. Samuel estaba muy nervioso, primera vez que veía a Carla sin su uniforme típico con la que la veía en el complejo deportivo, si no que era Carla, fuera del trabajo, Samuel la encontraba muy linda, pero ahora solo debía enfocarse en su recuperación.

Sebastián estaba muy afectado y se fue a entrenar al gimnasio del club. En eso que entrenaba se le apareció su Dt muy serio. Sebastián lo saludó, pero no era ciego, el notaba la cara que traía, por lo que se bajó de la trotadora y se puso al frente de él:

- Junto al directorio, hemos tomado la decisión de cortarte del equipo.

Sebastián no lo podía creer y le respondió:

- A ustedes les debe importar que responda en la cancha, no mi vida personal.

- Tú vida personal mancha los colores del club, tú eres visible para muchas personas, muchos niños, debes ser de ejemplo.- Respondió el entrenador.

- Yo no soy el ejemplo de nadie, los niños me ven jugar y quieren ser como yo.

- Lo siento Sebastián, pero hasta que no pongas orden a tú vida, no irás citado a ningún partido, aunque seas el mejor del equipo.- Añadió siendo muy tajante.

Sebastián tomó sus cosas y se fue molesto gritando por el pasillo que no debe darle el ejemplo a nadie.

Ángel estaba entrenando con audífonos y en eso fue Lizzie a hablarle, Ángel no le escuchaba pero Lizzie insistió y ahí fue donde le dijo que estaban cerrando. Ángel se quitó la polera y le agradeció la información. Lizzie evitó mirar pero sus ojos se fueron solos.

Ángel se fue a las duchas y Lizzie se quedó cerca esperándolo, ya que solo faltaba que él se fuera. Ángel salió de la ducha y no encontraba el candado de su locker en donde tenía guardada su ropa, y luego recordó que dejó su celular en una de las maquinas. Ángel estaba nervioso ya que no tenía como salir y le dio un grito a Lizzie, para que le acercara el celular, Ángel estaba muy incómodo y en eso Lizzie fue en busca de su celular y lo dejó cerca. Ángel le pidió que se fuera para poder salir a buscarlo y Lizzie se quedó parada, solo para molestarlo. Ángel amenazó con salir igual, aunque estuviera con una toalla muy pequeña, ella se quedó ahí hasta que lo vio salir, Lizzie jamas se lo imaginó. Ángel tomó su celular y se fue retrocediendo sin que lo viera. Lizzie se rió y Ángel una vez que se puso ropa interior salió a buscar su tarjeta de ingreso al gimnasio y Lizzie se lo encontró de frente. Hubo una gran tensión en ese momento y de pronto Lizzie le dijo que igual debía ducharse. Ángel se rió y Lizzie le tomó de la mano y se fueron a las duchas mientras se besaban apasionadamente. Lizzie largó el agua y ambos sentían como el agua recorría sus cuerpos, Lizzie le expresó que se sentía atraída a él y Ángel le dijo lo mismo, ambos solo estaban confirmando lo que tanto esperaban y que nunca quisieron admitir.

Samuel estaba entrenando junto a Carla, Samuel caminaba lentamente pero al menos lo hacía, eso era un gran avance, Carla estaba muy feliz por aquel progreso hasta que Samuel perdió el equilibrio y Carla no se lo pudo y ambos se cayeron, Carla se reía y Samuel tambien y en eso llegó Ángel muy sonriente y con su pelo mojado. Ángel los vio en el suelo y se extrañó, por lo que Carla lo puso de pie y se despidió ya era tarde y debía irse.

Carla se fue y Ángel no pudo resistirse a contarle lo que había ocurrido, Samuel la verdad es que no se lo esperó y lo celebra. A lo que Ángel añadió que vio mucha quimica con Carla, algo que Samuel solo negó.

Constanza está en su casa leyendo su libro de autoayuda y de pronto sintió un fuerte dolor en su vientre, dolor que se fue extendiendo y sintió agua en sus pantalones. Constanza estaba en trabajo de parto.

The BrokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora