Ángel estaba aún procesando todo lo que ocurrió en la última semana, ver a su amigo ahí, desangrándose, fue mucho para él. En este instante él está solo en Madrid, solamente enfocado en las Olimpiadas, entrenando muy duro.
Ángel fue al gimnasio y allí vio a Lizzie, con quien no hablaba desde esa mañana. Ángel la saludó pero ella solo le negó la mirada.
Ángel se fue directo a los sacos de boxeo y comenzó a golpearlos con mucha rabia, estaba muy molesto, le molesta sentirse inútil pero así se sentía.
Ángel se quedó más horas entrenando, no se dio cuenta de ello, solo golpeaba mientras escuchaba su música y en eso alguien le tocó la espalda, se volteó y era Lizzie quien le señalaba la hora, ya era tarde, Ángel se quitó sus audífonos y le pidió hablar de lo ocurrido.
Ángel esperó a que ya fuese la hora del cierre de las puertas y que solo estuvieran ellos solos. Se fueron a la oficina del padre de Lizzie y allí conversaron todo.
- Ángel, me duele que seas así conmigo, yo me estoy enamorando de ti, y eso que soy una persona fría, no suelo sentir amor, pero tú solo prefieres a tus amigos antes que a mi.- Dijo Lizzie.
- Lizzie... para mi siempre primero está la familia, y Samuel es un hermano para mi, tú no sabes esto pero casi se muere, esa misma mañana que tú te fuiste, fue muy fuerte de ver, y el ahora está en Chile junto a sus padres.
Lizzie observó el suelo y reconoció su error, le pidió disculpas, no estaba enterada de lo difícil que habían sido los últimos días para él.
Ángel le acarició su mejilla, levantó su mentón y la beso, y luego al oido le dijo que no quería estar solo, Lizzie le sonrió, ambos se fueron rumbo al auto de Ángel y se fueron a su casa.
Ángel y Lizzie estaban viviendo una semana muy especial, tenían la mansión para ellos solos, todas las mañanas despertaban juntos, se daban largas duchas, cocinaban cada día algo distinto, iban a entrenar juntos, bebían y luego a la cama una vez más. Ángel se sentía muy bien estando con ella, durmiendo con ella abrazados y despertando todo destapado ya que se llevaba todas las sabanas para su lado. A veces despertaban y se iban directo a la piscina y así cada día.
Ya han pasado dos semanas desde que Samuel viajó a Chile y allí estaba Ángel durmiendo profundamente, Lizzie le acariciaba su torso desnudo y en eso Ángel despertó y le besó la frente. Lizzie se sentía mal, estaba triste, Ángel notó aquello y le preguntó el motivo a lo que ella decidió contarle su difícil niñez.
Lizzie perdió a su madre cuando tenía ocho años, murió atropellada por un conductor en estado de ebriedad, su padre tuvo que hacerse cargo de ella, apoyarla lo que más podía, trabajaba mucho para poder costearle una buena educación, por lo que prácticamente creció sola, todos los cambios femeninos y cuando necesitó de una mujer, prácticamente lo descubrió sola, pero no le recrimina nada, su padre hizo todo lo que pudo por sacar adelante a la familia y eso vale mucho, Lizzie lo valora y le agradece cada día por el excelente papá que tenía.
Ángel la observaba, y la consolaba, ese día cumplían años del fallecimiento de su madre y era un día muy complicado para ella.
Luego de eso Lizzie estaba interesada en conocer más del pasado de Ángel.
Ángel le contó de todo lo que ha vivido, un compañero de salón que intentó asesinarlos, y que incluso asesinó a un par y entre ellos a la amiga o novia de Samuel. Su atropello que sufrió meses después por un tren de carga, luego el accidente automovilisto y así. Lizzie no pudo ocultar su sonrisa, Ángel se quedó extrañado a lo que Lizzie le respondió que tenía más vidas que un gato, y que ello le hacía sentir segura. Ángel le sonrió de regreso y en ese momento Lizzie le preguntó por sus padres:
- Cuando fue lo de Samuel llegaron a acompañarme, pero pues... hace mucho que no los visito, siempre me ha costado congeniar con ellos.
Lizzie le aconsejó que los visite, nunca se sabe lo que puede ocurrir a futuro, aquello a Ángel le dejó reflexionando, por lo que la dejó allí y se fue a ver a sus padres.
Ángel se bajó de su deportivo en su viejo hogar, miró hacia al frente y recordó cuando se hablaba a la distancia con Samuel, aquello fue un gran deja vu para él.
Ángel entró en su casa y sus padres fueron directo a saludarlo con mucho amor, lo extrañaban mucho, le sirvieron comida muy casera, de las que le cocinaban de niño y se sentaron a comer.
Ángel se sentía muy a gusto pero notó que aquello no se reflejaba en la cara de sus padres, quienes no paraban de darse miradas.
- ¿Os ocurre algo?.
Sus padres se miraron y decidieron decirle la verdad:
- Hijo, tú padre y yo hemos decidido seguir a nuestro corazón, buscar lo que nos hace felices.
- Tú madre y yo nos vamos a divorciar.
Ángel no podía creer lo que escuchaba, toda una historia familia que se desmoronaba.
- Vosotros me habéis enseñado que todo en la vida tiene solución.- Dijo Ángel sin poder creerlo.
- Lo siento hijo, pero solución a la infidelidad no hay.- Respondió su padre muy triste.
Ángel no entendía y se quedó viendo a su madre y ella le dio la noticia:
- Estoy en una relación con un hombre y estoy muy feliz.
Ángel se puso de pie y sin decir nada se fue, se fue directo a ahogar su tristeza en unos guantes de boxeo. Comenzó a golpear ese saco como nunca antes, en cada golpe venía un recuerdo familia que él buscaba romper, se sentía muy decepcionado, primero porque se lo ocultaron y segundo porque fue todo debido a una infidelidad de su madre, algo que jamas se lo iba a imaginar.
Ángel entrenó hasta tarde y allí vio que apareció su madre en el gimnasio, y ella saludó muy afectuosamente al dueño del gimnasio y padre de Lizzie.
Ángel no entendía nada, y se acercó a saludar, ella lo miró tomada del brazo de ese hombre tan adinerado y le dio la noticia, que él era su novio.
Ángel ahora sí que estaba fuera de sus casillas, no dijo nada, solo se fue a las duchas y allí comenzó a llorar de impotencia, estuvo allí un rato hasta que frenó el agua, se puso la toalla y al salir se encontró de frente a Lizzie quien igualmente tenía sus ojos llorosos:
- Me acaba de enterar al igual que tú.- Mencionó ella.
Ángel no dijo nada y solo se fue a su casa.
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The Broken
Teen Fiction"No es fácil la juventud, sobre todo cuando sientes que todo a tu alrededor se desmorona y no te queda de otra que irte adaptando a tu nueva vida, dejando atrás a tus mejores amigos, la chica perfecta y el lugar en donde está sepultado tú hermano, n...