CAPITULO 10: CONSTANZA, MOISÉS Y SOFÍA.

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Finalmente luego del susto, vino la tranquilidad, Constanza y su familia ya estaban de regreso en su hogar. Y con esto comenzaba la rutina de ser una madre.

A la pequeña Sofía la tenían que llevar  constantemente a controles médicos, Moisés entrenaba y luego la acompañaba. Por las noches se despierta, a veces no pueden dormir, Moisés va trasnochado a entrenar y así van pasando los días.

Cuando nace un bebe hay días que son hermosos y fáciles, como también hay dias que son muy difíciles de llevar.

Hubo un día que fue muy particular, Moisés no durmió casi nada y aquello se notaba en su desempeño en los entrenamientos. Constanza le cantaba a su bebé para calmarla pero no daba resultados y aquello le frustraba mucho, no sabía como calmarla y en eso llamó a su madre quien no le contestó, y luego recordó que su prima Maite fue mamá hace poco, por lo que le llamó y le pidió consejos. Constanza necesitaba ideas, ya le había dado de comer, ya le había cambiado los paños, lo dejo dormir todo lo que quiso, no sabía que más hacer.

Moises estaba trotando y en eso se le acercó su entrenador con una cara muy solidaria, empática más bien y le envió a su casa a descansar, no quería que se lesionara u ocurriese algo peor.

Moises se despidió de todos y se fue a su vehículo, puso la música fuerte y condujo hasta su hogar.

Al llegar vio a Constanza con su bebé cantándole con un aspecto de mucho cansancio, al parecer tampoco siguió durmiendo, Moisés vio la cocina y era un asco, la empleada no llegó, todo estaba patas arriba, por lo que él cocinó para que Constanza estuviese tranquila.

Y así siguió la rutina del día.

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