Parte 81 - La entrevista

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La agencia VFAT, parte del grupo Compcat, uno de los cinco conglomerados de comunicación más grandes y con mayor trayectoria en la actualidad tiene, además de varias oficinas, su imponente edificio sede en el parque comercial de Seúl, los distintos niveles acogen a profesionales de diversas ramas, entre economistas, agentes de servicios, planificadores estratégicos y creativos.

El público Coreano reconoce a la agencia por su constante aparición en noticiarios, donde se habla de innovaciones, ambiciosos negocios, actividades para promover el desarrollo entre sus empleados y por el resultado de su trabajo en campañas publicitarias exitosas y jingles inolvidables, especialmente de épocas festivas, como navidad.

Para cualquier estudiante, ser aceptado como pasante representa un enorme logro, de finalizar con éxito, el apoyo de la agencia vuelve a la búsqueda de trabajo algo menos complicado al graduarse y para aquellos realmente afortunados representa la oportunidad de trabajar ahí. Ese fue el caso de Han Dong-Yul, Lee Chunghee y Choi Minki, el último en ser aceptado fue Minki, el jovencito de lentes no pudo evitar llorar de felicidad cuando después de una reunión con el director general obtuvo su aprobación y el consiguiente visto bueno en Recursos Humanos.

El proceso de la agencia era el mismo, todos los empleados, por generaciones y sin excepción deben recibir la aprobación del director general; el actual jefe es un hombre de mediana edad al que solo ven los que llegan muy temprano o salen muy tarde entre el lunes y el jueves (días en que esta figura llega de forma presencial a la agencia). La distancia entre su oficina y los demás departamentos no se mide en metros, si no en pisos, es necesario ser un empleado de la alta gerencia, un directivo o recibir un llamado personal para llegar a él.

Era un secreto a voces que los supervisores de distintas áreas de los niveles inferiores han recomendado el nombre de un pasante para su consideración. 

"El menor de oro"

El gerente alzó una ceja ante la anotación al pie de la hoja de papel que sostenía. Era solo la segunda vez que alguien recibía ese sobrenombre en la agencia, no era algo que se dijera a la ligera. 

❃❃❃

Una llamada que provenía de la alta dirección activó un movimiento de engranaje en cadena que llegó hasta un supervisor, el rumor de que Jeon Jungkook sería contratado estaba por materializarse, escuchó también que se quedaría en el área de creativos a donde lo enviaron durante las últimas jornadas de trabajo, pero eso no era una buena noticia para él, era la segunda vez que el mismo departamento le robaba un empleado. Él fue quién le dio la oportunidad cuando recién había llegado, lo instruyó personalmente, no debía, pero prefería no verlo en la agencia antes que saberlo trabajando para un área que no fuera la suya.

Pero el gerente general lo llamó, no había nada que pudiera hacer.

O eso creyó hasta que un jovencito de cabello largo llegó a primera hora a entregar información que al gerente podría resultar de gran interés.

Taehyung guardó su cuaderno y una pequeña libreta de apuntes, Jungkook recibió una llamada desde la agencia y tuvo que retirarse antes del final de la clase. La expresión que hizo y la forma en que lo observó desde fuera mientras atendía el teléfono lo tenía intranquilo, quiso escribirle pero le pareció mejor aguardar, el chico ya le había dicho que seguramente Minki perdió algo o que Dongyul no había terminado alguna presentación, por lo que no debía preocuparse.

Aún así, la mirada que tenía... No era normal.

Al ponerse de pie su triada de amigas lo llegó a saludar.

-¿Tae? ¿Te duele algo?

-Estoy bien.

-¿Seguro?- Georgina le ayudó a recoger sus cosas y le entregó su bolsa- ¿Es por Jungkook, pasó algo?

Cherry «KookTae»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora