Parte 92.5 - A tu lado

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Así era Min Yoongi.

Jimin entró, las paredes oscuras y el suelo de madera también parecían ser él, como si ese estudio fuera el interior que el pelirrojo nunca le permitía ver. Vio las manos del mayor en cada adorno, en cada cuadro. Avanzó por un pasillo y se dejó guiar por la música que salía de alguna habitación, su corazón hacía percusión acompañando al sonido de un piano, podía ser Jimin quien se acercara a él, pero fue Yoongi quien dio el primer paso. El que tanto estuvo esperando.

Su respiración se entrecortó al escuchar la voz de Yoongi, quien hablaba para sí mismo, haciendo notas mentales y volviendo a empezar. Los dedos pálidos del pelirrojo acariciaron las teclas y se detuvieron un momento al escuchar la puerta, dirigió la vista a la silla al lado de la suya, una copia exacta que Jackson intentó estrenar sin éxito.

Esa silla representaba su sueño perfecto, una vida que abandonó y el vacío que nunca dejó su lado.

Yoongi presionó sus labios en una fina línea y volvió a tocar el piano, con la vista agachada, Jimin se sentó en ella, el material se acoplaba a su cuerpo y lentamente se ponía tan cálido como él.

Jimin vio al pelirrojo, que pronto recuperaba la compostura, lo notaba en sus dedos que por un momento temblaron pero no lo hacían más, tocaban con creciente calma. Los dos intercambiaron una mirada.

Jungkook dejó a Gureum en brazos de su padre, quien salió de la habitación en silencio, necesitaba ver a Taehyung después del día que tuvo, no era que apreciara menos la compañía de su familia, pero el castaño era su hogar ¿Cómo podía sentirse estando lejos de él?

Su madre se aclaró la voz un par de veces, el chico esperaba alguna explicación, le pidió llegar al salir de la agencia, solo y de inmediato.

-Jungkook.

El menor alzó la vista, por un segundo le pareció estar de vuelta en la agencia, atrapado en un problema que no entendía, pero que de alguna manera debía pagar.

-¿Cuál es tu relación con Taehyung?

El chico alzó las cejas y sus manos buscaron por instinto refugiarse en los puños de esa camisa azul.

-¿Mamá?

-"Mamá" no. Dime cuál es tu relación con Taehyung.

Jungkook guardó silencio, no quería mentirle, quería decirle y lo habría hecho desde un inicio pero ella no confiaba en él, sabía que no tenía por qué hacerlo después de su comportamiento al final de la secundaria e inicios de la universidad, pero harían casi cuatro años de aquel tiempo, solo necesitaba un poco más, tal vez graduarse, para que ella estuviera convencida de que era un hombre de bien.

-Jungkook. ¿Taehyung es solo tu amigo?

-Taehyung...- Jungkook alzó la vista y el rostro con cejas fruncidas que estaba ante él se le hizo extraño, ella amaba a Taehyung ¿verdad? ¿no habría mejor pareja para él que Tae, cierto?- Él es... ¿Mamá, por qué lo preguntas?

-Solo dilo. Jungkook.

Jungkook suspiró y apretó sus rodillas con la palma de sus manos.

-Es... Mi novio.

La señora de inmediato perdió el balance y el padre de Jungkook, quien se había quedado tras el marco de la puerta entró y la sostuvo, ayudándola a sentarse frente al menor.

-Mamá...

-Vete.

-Mamá, espera, Taehyung y yo--

El padre de Jungkook hizo una señal con la mano pidiéndole que se detuviera, besó el cabello de su esposa y llevó a Jungkook a la salida.

-Jungkook.

Cherry «KookTae»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora