Cherry «KookTae»

Parte 87 - Anillos de un árbol

Minki salió de la oficina del gerente y Misuk lo siguió con la mirada a través del vidrio transparente que los separaba, notó que se detuvo para leer algo en una tableta y escaneó su ropa.

-(¿Por qué lo llamó a su oficina si me tiene a mí?)

La mujer levantó una ceja en desaprobación, tal vez Minki intentaba lo mismo que ella, buscó alguna arruga o algo que delatara un encuentro íntimo, pero no había nada, eso, o Minki sabía ocultarlo.

Misuk chasqueó la lengua y Minki ajustó sus gafas y desvió la vista en su dirección, la molestia en la secretaria era evidente. Primero, el gerente decidió poner a un empleado nuevo a ayudarle, segundo, lo llamó a él también sin darle un motivo a su secretaria, todos sabían lo que ella pretendía y era difícil evitar burlarse un poco de su situación, así que bloqueó la tableta, fingió revisar el estado de su cabello en el reflejo y arregló un lado de su camisa, sonrió a la secretaria y le indicó guardar silencio con un dedo antes de continuar su camino.

Minki aún no llegaba al elevador cuando los tacones de la secretaria le indicaron que iba en camino a la oficina de su jefe.

-(Tal vez así la despiden...)

El gerente se daba golpes en los hombros cuando escuchó la puerta de oficina, seguida casi de inmediato de su clave de seguridad.

-¿An?

-Sajangnim...

-¿Qué haces--?

-¿Me permites?- El hombre de labios color cereza tocó un panel táctil con una serie de números en pantalla, ingresó la clave y un sonido de aprobación indicó que ya estaba desbloqueada y podían entrar.

El menor que lo acompañaba se tragó un jadeo de la impresión ante la imagen frente a ellos. La secretaria sustituta sentada sobre el gerente con la falda subida casi dejando ver su intimidad, sus manos empezaron a temblar, ¿Qué debía hacer? Era la peor situación de la que podría ser testigo, sintió un movimiento a su lado y cerró los ojos por instinto.

-¿Esta es otra de mis sorpresas de aniversario, mi amor?

El tono natural, casi aburrido del caballero lo asustó aún más ¿estaba por presenciar un asesinato?

La mujer finalmente bajó de las piernas del gerente y ajustó su ropa, con el rostro hacia el suelo, pero sus labios en una leve curva, aunque lo que hizo fuera sin el consentimiento de su jefe, el resultado era mejor de lo que esperaba, ya le pediría perdón, en cuanto su esposo lo dejara.

-¿Cuándo te he dado un regalo que no sea de tu agrado?- El gerente se puso de pie- Menor de oro, ¿Hiciste lo que pedí?

-S-Sí señor.

El gerente sonrió y se acercó a ambos.

-Creo que me sentía un poco solo.

La secretaria alzó levemente el rostro, ¿Qué estaba ocurriendo? ¿Por qué actuaban así?

-Disparates...- El hombre de cabellos dorados sonrió- Hye me dijo que fuiste por ella.

-Así que no guardó el secreto. Menor de oro, haznos un favor, ve con Recursos Humanos y diles que An Misuk está despedida.

-¿Q-qué?- Misuk gritó.

-El motivo es comportamiento grave e incumplimiento de su contrato laboral. ¿Lo podrás recordar?

-¡¡Sajangnim!!

El pelinegro tragó saliva y asintió, era un cúmulo de nervios, si algo así le sucediera a él... Tal vez su cuerpo estaba reaccionando bajo esa posibilidad.