Parte 20 - Amigos

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La seguridad del complejo llegó rápidamente, al ingresar encontraron a una chica menuda golpeando con un gancho de metal al residente de esa habitación, que solo se cubría.

-¡Jimin!

Estos guardias impidieron a Hoseok acercarse más, se llevaron a la mujer que gritaba como histérica y también al joven, esa residencia debía ser un lugar seguro y no tolerarían una falta grave como esa. 

-¿Jimin debo llamar a alguien?
Hobi estaba desesperado.
-¡No! ¡No digas nada!
La voz del menor salía lastimada, el corazón de Hoseok se apretujó de la impotencia.

-¿Sabe lo que pasó aquí?-Le preguntó un uniformado a Hoseok.

-Yo... No lo sé.
-¿Por qué no nos acompaña?

Ahora los tres estaban en el mismo barco.

-¡Te estabas burlando de mí! ¡Acostándote con él! ¡Todos son lo mismo!
-Señorita, por favor.

Jimin, con un brazo vendado lloraba silenciosamente.

-¿Qué pasó en su habitación, joven Park?

-¡Tú, ella, todos! ¡Todos quieren manipularme! ¡Me libré de un estorbo, y tú no eres diferente!

El rubio alzó la vista, ¿De qué estaba hablando?

-Señorita, permítanos sus documentos de identificación, tenemos que hacer un acta y tomar sus declaraciones.

-Ella... Cree que me acosté con su novio.

-¿Perdón?

-Me ha atacado en un arranque de celos, porque olvidó que ambos somos amigos.

-¡No me veas como a una estúpida!
-No es así.
-¡Dijiste que no se habían visto!

-Jóvenes si no se tranquilizan llamaremos a la policía y arreglarán con ellos sus asuntos.

Los tres fueron separados y entrevistados, Ese edificio para estudiantes nunca se había visto envuelto en escándalos, perderían su reputación de hacerse público, por ello intentaban solucionarlo directamente con las partes involucradas.

Jungkook volvió a casa, su perro ladraba desde su habitación, tal vez era el único en el lugar, porque no estaban las llaves de los demás en la entrada.

Quería avanzar en la ridícula cantidad de tareas que Michael le había dejado, pero estaba cansado, llevaba días así, como si su batería interna se estuviera agotando, giró la perilla y entró.

-¿Jungkook?

Taehyung, sentado en la cama, sostenía y acariciaba a su perro color blanco. Lo soltó para que recibiera a su amo.

Al pelinegro le faltaba el oxígeno, no estaba respirando porque no esperaba encontrarse con él otra vez, al menos no en ese día y mucho menos en su casa.

-Jungkook... ¿Te puedo recibir como él?
Taehyung se refería a su mascota, que daba saltos para atraer la atención del chico.

Tomó una bocanada de aire. Pero seguía paralizado.

-¿Puedo?

Quería asentir, pero después de todo lo que habían pasado, todo lo que él seguramente sufrió, no podía...

Taehyung se levantó de la cama, y caminó hacia él, extendió sus brazos y se apoyó en su pecho.

-Kookie...

Todo su cuerpo se relajó al escucharlo, Taehyung podía hacer lo que quisiera y él lo aceptaría, estaba en sus manos.

Los labios de Tae buscaron los suyos, el beso del mayor quebró algo en su interior. Necesitaba pedirle perdón, tanto como sus lágrimas escapar.

Cherry «KookTae»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora