Parte 15 - Piezas esparcidas

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La voz como encajonada que salía de los grises megáfonos en los postes del lugar daba el agradecimiento cotidiano a los asistentes y el anuncio de que estaban próximos a cerrar, apenas eran las cinco de la tarde, pero las nubes de tormenta hacían que pareciera más tarde de lo que era, Jungkook se acomodaba la gabardina y la chica a su lado se arrepentía de haber llegado suficientemente cubierta, porque así no tenía excusa para pedirla prestada, los dos caminaron con paso apurado a la salida, el frío viento vaticinaba una tormenta, era la primera vez después de mucho tiempo en que ambos volvían a  visitar las exhibiciones que solían montar en la plaza de la localidad, esta era sobre colecciones de sonetos, la mayoría de expositores ya se habían retirado y los remanentes se apresuraban a resguardar sus materiales.

La brisa helada postergó la caminata que habían planeado para otra ocasión y les obligó a buscar transporte, subieron a un taxi, Kook le dio la dirección de su acompañante al conductor, y el auto amarillo se puso en marcha, adentrándose en el corazón de la ciudad.

En el asiento trasero, ambos veían a sus respectivas ventanas, el conductor, un hombre de avanzada edad, con canas bajo un sombrero tipo driver color verde, los observó durante un alto, mientras el semáforo los detenía.

-El día se ve más triste, verdad.- Como todo veterano, acostumbraba conversar con sus clientes.

-La lluvia siempre los hace ver así, ya es casi la temporada-Respondió Emma, aún viendo por la ventana.

-Sí, sí, después tengo menos trabajo porque la gente ya no quiere salir.

Emma giró un tanto la cabeza, lo suficiente para ver el reflejo en el retrovisor del hombre que los llevaba a casa.

-El agua los espanta- Respondió.

-¿Y su amigo, no quiere opinar?-La voz de tono bajo pero alegre se alzó un poco para llamar la atención del chico.

Para Emma la pregunta resultó un poco chocante, ¿Por qué asumía que era solo un amigo?¿No debería ser al revés?

-Muchacho, ¿No le gustan los días de lluvia?

Kook pareció salir de sus pensamientos, se aclaró un poco la garganta para responder.

-No, sí me gustan, me gustan mucho.

-Pues no parece, con la cara que ha traído.

El auto giró con suavidad en una curva, y una gota cayó en el parabrisas, seguida de un par más, las pocas personas que aún estaban en la calle se daban prisa, siguiendo en línea recta (Por indicación del chico) finalmente estaban en el lugar.

-¡A tiempo!-El hombre sonrió al exclamarlo.

-Jeon, ¿No estabas de muchos ánimos hoy?- Dijo la chica, acercándose un poco a él- ¿Así tratas a todos?¿O solo a mí?.

Con un movimiento de su pulgar, el taxista accionó las luces intermitentes, la jovencita se despidió con una corta reverencia, les deseó bonita tarde y caminó a la entrada de una casita de paredes naranjas. Habiendo cruzado la puerta, el sonido del motor andando le indicó que ya se iban.

-Si me permite, muchacho, yo no creo que hagan buena pareja.

Jungkook sonrió de lado.

-¿Entonces eso parecemos?

-La verdad no, pero lo digo por si acaso- La risa burlona del conductor llenó el interior del auto.-Aunque cada quien hace lo que quiere, eso digo yo.- Dijo y colocó un poco de música.

El sonido de la lluvia opacaba el extraño gusto musical de aquel chófer, y Jungkook volvió a mirar hacia la ventana, en verdad le gustaban ese tipo de días. "Días de excusas" les solía decir, porque podía quedarse más tiempo en un sitio, o escapar de alguna responsabilidad. Podía llegar tarde "porque había lluvia", los lugares quedaban vacíos y a nadie parecía molestarle una ausencia en clase los benditos días así.

Cherry «KookTae»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora